Capítulo 7✨

426 32 2
                                    

No les puedo describir todas las cosas que sentí en ese momento al tenerla tan cerca, hace mucho tiempo que no la tenía tan cerca, extrañaba esa sensación de cercanía y me inundó el aroma de su perfume, uno que había amado desde que la conocí, porque su fragancia la describía completamente, un aroma dulce, suave y delicado pero al mismo tiempo fuerte y tosco. Era ella pero hecha en una fragancia, me tenía loca, sabía que ella andaba cerca porque podría reconocer ese olor en cualquier lugar y aún me encanta ese perfume, me recuerda a esa chica tan encantadora pero que puede ser tan peligrosa...

Al voltearme vi esos ojos llenos de luz y de brillo, llenos de vida... esos ojos de los que me había enamorado desde la primera vez que la vi, pero en mi cuerpo los sentí como puñaladas en el alma, tenía miedo de que pudiera desnudarme hasta el alma con esos preciosos ojos café y descubriera el motivo de mi distanciamiento hacia ella.

No me dejó responderle si quería hablar con ella o no, solo me tomó de la mano y sentir su tacto suave y cálido fue una de las mejores sensaciones que había podido experimentar junto a ella, con esa mujer que se volvía un misterio tan complicado para descifrar, esa que me hacía ir a la luna con una sonrisa y a la ves vivir un infierno con su actitud tan fría.

Salimos del lugar donde se estaba llevando a cabo la pequeña fiesta y me llevó a un jardín un poco alejado, donde se escuchaba la música suave y nadie nos iba a interrumpir en ese lugar, en todo el camino nunca soltó mi mano, ni me dijo nada, y a veces apretaba mi mano como para saber si yo estaba cómoda con ella.

Llegamos a una banquita cerca de un árbol con flores rojas, uno de sus colores favoritos... no tenía intenciones de hablar, necesitaba saber que me iba a decir, no sabía si me iba a contar que le estaba sucediendo o si me iba a reclamar el motivo de mi alejamiento y mi actitud distante en sus clases. Necesitaba una explicación lógica para poder entenderla, mi vida en ese momento era una montaña rusa con sube y bajas.

La escuché suspirar y me miró pero ya el brillo tan hermoso que tenían sus ojos había desaparecido, me mostró a una mujer cansada y triste. Ya no cargaba esa camisa de fuerza donde contenía sus emociones, se estaba liberando poco a poco. Estaba desnudando su alma frente a mí.

Lo primero que me dijo fue un suave lo siento mucho y volvió a presionar mi mano buscando fuerzas y yo solamente asentí para que siguiera hablando, volvió a tomar aire y me pidió que no la interrumpiera y volví a asentir. Me estaba asustando nunca la había visto tan derrotada, tan afligida, y me dolía mucho verla así.

Lo siento mucho si mi actitud en algún momento te lastimó o te llegué a asustar con ella, siento si mi actitud te alejó de mí, nunca fue mi intensión alejarte de mí o llegar a hacerte daño, eres muy importante para mí y acepto que el día que te traté "mal" fue un error de mí parte, nunca quise hablarte de ese modo, estaba teniendo un mal día y descargué todo mi enojo en ti. No debí hacer eso, no tenía ningún derecho; tu no tenías idea de nada por lo que estaba pasando. Y lo único que querías era acercarte a mí a conversar como siempre lo hacías y lo que hice fue herirte de la peor manera, y lo sé porque en ese momento vi tus ojitos verdes apagarse, vi tu decepción, miedo; tu gesto cambió, y desde ese momento te fuiste alejando de mí, no creas que no me di cuenta de eso; desde ese instante entendí el daño tan grande que te llegué a hacer; llegaste a tener casi cero contacto conmigo, y Dios extraño a esa chica con ojitos bonitos acercarse a mí a charlar un ratito, extraño esos buenos días llenos de alegría y cariño, quiero tener de vuelta a esa chica que discutía conmigo sobre un buen libro o sobre cualquier tema y me molestaba en los pasillos solo para hacerme reír. Pero siempre tenía una sonrisa que adornaba ese bonito rostro, y hace un tiempo desapareció, me duele saber que fui yo la causante de ese distanciamiento y de tu tristeza.

Te quiero de vuelta, quiero volver a tener a esa amiga... te pido disculpas con el corazón abierto, quiero volver a ser tu amiga, tu consejera, tu apoyo, estar para ti siempre que me necesites... pero si eliges a Laura lo entenderé, pero déjame acercarme a ti de nuevo, no te alejes más de mí. Te prometo que no te lastimaré de nuevo, pero si eliges alejarte definitivamente de mí lo entenderé perfectamente.

Al escuchar cada una de sus palabras sentía que mi corazón se iba a salir de la alegría; ella sabía que me había herido y se estaba disculpando conmigo de la manera más dulce, no sabía si abrazarla y comérmela a besos o llorar ahí mismo junto a ella, elegí la primer opción, no le respondí en el momento me acerqué a ella y la abracé con tanto cariño, amor y adoración, lo mejor de todo fue sentir sus manos en mi espalda atrayéndome más a ella, si en ese momento moría me iría completamente feliz. Tenerla entre mis brazos fue como un sueño hecho realidad, sentir el calor de su pequeño cuerpo es como estar en el paraíso. Ese fue nuestro primer abrazo.

Al terminar el abrazo sentí que algo me hacía falta ya, ella me complementaba perfectamente, nuestros cuerpos encajaban a la perfección, mi cabeza en su cuello y su barbilla en mi cabeza, le tomé la mano y jugué con sus dedos, en ese momento vi su anillo de matrimonio y una parte se rompió en mí, pero estaba tan feliz que lo ignoré completamente, la miré y le sonreí, me sentía tan feliz de tenerla de vuelta conmigo, sabía todo el esfuerzo que le tomó decirme eso. Ella es una mujer con un orgullo enorme, y esa confesión tuvo que costarle bastante, no fue nada fácil para ella decirme eso.

Le dije que aceptaba sus disculpas, que una parte fue mi culpa por salir casi corriendo del lugar, pero me había herido, me había hecho sentir muy mal y de verdad me había asustado. Que estuviera tranquila porque después de esas vacaciones iba a volver la vieja yo, la que le hablaba de cosas sin importancia, la que discutía sobre libros, la que le decía esos saludos llenos de alegría y mucho amor. Y que ella seguiría siendo mi amiga y mi consejera, nunca la cambiaría por Laura; con Laura era una relación muy diferente.

Estuvimos un momento en silencio, ninguna quería romper el momento, pero debíamos volver a la fiesta, antes de llegar de nuevo a la fiesta, me atrajo hacia ella y me abrazó con fuerza, como si quisiera comprobar que yo estaba realmente ahí, entre sus brazos, que estábamos bien de nuevo.

Estaba tan feliz por volver a tener a esa mujer cerca de nuevo, esas vacaciones ahora se me harían demasiado largas. Extrañaría demasiado a esa chica...

Pero necesitaba ese tiempo para meditar y reconstruirme poco a poco.

Me enamoré de... Ella [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora