Un día como cualquiera

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Un día como cualquiera nuestra pareja estaba sentada en la salita tomando té. Ambos estaban en silencio, y comian sin decir palabra. No necesitaban hablar.

De repente, Benimaru estiró el brazo y le pasó un anillo.

- Eh? - pregunto la pelirroja

- Te casas conmigo?

- Dale

El Fuego Rojo de Asakusa | Fire ForceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora