La Cuarta Compañía (2/2)

324 33 6
                                    

Nar fue hasta el gimnasio, lugar donde había avisado a Mía que se encontrarían.

Realmente le daba un poco de pena ver a esa chica, porque se notaba que quería ser soldado de fuego, pero como no podía controlar su poder le costaban horrores las clases.

El porqué es simple: la mitad de las clases se trataban de algún tipo de control sobre el fuego. Sin poder controlarlo, se debía hacer muy difícil.

Por eso y porque tenía mucho tiempo libre, Nar había decidido ayudarla.

Todavía no sabía qué tipo de poder tenía la chica, y le interesaba saberlo, porque un pajarito le contó (un pajarito que tiene en la cabeza, es color rojo, a veces crece en forma de fuego, y puede explotar cosas), que el poder de Mía era muy fuerte.

Bueno, o simplemente interesante.

Por eso llegó al gimnasio y se alegró de ver a la chica pelirrosa esperándola ya.

- Ho-hola!!- le dijo, aún un poco tímida.

Nar la saludo, la miró y desidió hacer la gran Benimaru:

- Vamos a tener una pelea.- dijo.

- Que!? P-pero si todavía no puedo controlar mi poder...

- Si, por eso. Si sos masoquista, vas a estar feliz, pero si no cagaste.

- Va a doler...?- la pelirrosa la miraba con timidez inocente. Era muy tierna.

- Si fuece hombre me enamoraria de ella- pensó Nar

- No, sólo va a ser entrenamiento, vos tranquila.

Nar dio un par de pasos hacia atrás, y Mia se quedó ahí parada. La pelirroja salto, y fue a darle una patada a Mía, la cual esquivó por poco.

Mía trató de pegarle, pero Nar le agarró el puño y lo dobló para adentro, igual que como le había hecho Benimaru tiempo atrás.

Luego de eso, Nar agarró con la mano izquierda la muñeca de Mía, y con la otra un poco arriba del codo.

Con la mano derecha hizo precion hacia adelante, y con la izquierda atrajo hacia su cuerpo la muñeca de la chica.

Inevitablemente, la pelirrosa tuvo que doblar el cuerpo hacia adelante, y Nar la tiró al piso de cara.

Un pequeño arreglo a una técnica base de aikido. El arreglo? La parte de tirarla al piso.

Cuando Mia estuvo en el piso, Nar le dio un tiempito para pararse, y luego volvió a atacar.

Y está vez claro, era con los puños, con las piernas y con el pelo. Interesante combinación para destruir a una pobre estudiante.

Mia se defendía como podía, claro está que no tenía el mismo nivel de lucha que Nar, pero tampoco era muy mala. Hasta logró tirar una patada (que Nar esquivó) y todo.

Lo cierto es que el entrenamiento terminó con Mía hecha pelota. Había recibido todos los golpes, sin excepción, de Nar. Y lo peor es que no había logrado hacerle ni un rasguño.

Por suerte esto es ficción, porque una persona normal no lo resistirá. Igual que Shinra no resistiría que lo tiren de cinco metros de altura contra un montón de rocas. Pero bueno, como dije, acá todo se puede.

Nar dio por terminado el entrenamiento, y Mia se acercó a ella claramente agotada.

- Ne Nar... porqué tengo que hacer esto...?

- En algún momento sacaste de tí el poder de fuego que tenes, si no no hubieses podido entrar acá. Ese momento suele ser uno en el que las personas están con la adrenalina muy alta, momentos en los que es vida o muerte. Recrear esos momentos ayuda a sacar todo el potencial... ¿es que nunca viste un anime?

El Fuego Rojo de Asakusa | Fire ForceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora