Julie and the phanthoms more sister (terminada)

time of my death

ADVERTENCIA: Violación y matanza, es mucho spoiler esas palabras pero la cruel realidad del capítulo.

 Dahlia observaba tranquilamente desde el pasamano a Luke y a Reggie, Megan había salido con Cameron, las cosas ahí seguían tensas, pero ya que ambos tenían pensado cruzar pronto aprovechaban el tiempo en muerte en la tierra de los vivos.

Luke y Reggie tenían una rara forma de jugar o competir con sus instrumentos, lo llamaban unas rapiditas, donde ella debía decirle tres notas al azar y después ellos conjugar una melodía al terminar uno el otro debía seguirlo con las últimas tres que el competidor anterior había tocado.

Dahlia estaba un poco aburrida, pero ver lo mucho que se divertían con ese juego y su amor por la música, en ese lugar la hacía recordar a su madre con Julie. 

Carlos salía pasado mañana del médico y Dahlia estaba feliz con la advertencia que le había dado a Caleb, esperaba que de verdad no se metiera más con su familia, si es que no quería entrar en una guerra con ella. De un momento a otro comenzó a sentir mucho terror y la sala por completo se volvía un lugar poco iluminado, estaba viviendo en las sombras y...

De un momento a otro una puerta se abre dejando entrar mucha luz y cegando por unos instantes a la chica. Pudo apreciar las sombras de otro par de chicas en ese lugar y afirmando la presto-barba que la habían dado para que se depilaran los grotescos bellos que tenían. Su estomago dolía por falta de comida, el vientre de una de las chicas se notaba abultado y la otra chica parecía estar apunto de desmayarse, todas estaban fatales y por otro lado estaba Nori, que se alimentaba de su rabia y enojo, sus ganas de venganza que estaba afirmando la linterna con pilas agotadas para arrojarla en la cabeza de Sergio. 

Sergio era un enfermo y su cara tan cerca de Dahlia le daban más ganas de vomitar, su aroma a cigarrillo barato y su colonia aroma a alga, a veces creían que trabajaba en un sushi con todo ese olor a alga y pescado que rebalsaba.

Sus halagos que siempre mencionaba antes de tocarlas, como amaba tener espectadoras mientras violaba a otra. Era un puto asqueroso.

Dahlia podía respirar el miedo, deseaba tanto que su padre apareciera, siempre gritaba para que él llegará a su rescate, se sentía como una nena de quince años, otra vez. ¿Su padre ya sabría de su desaparición? ¿Estaría con la vida en un hilo por la espera de su regresó? Ella no sabía y estaba asustada de ya olvidar más cosas. Sergio las drogaba y golpeaba tanto en la cabeza que tenía muchas lagunas, con suerte era capaz de recordar su nombre, pero su padre ahí estaba en cada momento, en cada pensamiento, era lo único incapaz de olvidar y cada vez que se dormía un recuerdo con el la despertaba llorando.

Sintió esa adrenalina cuando saltó sobre él con la presto, debía ir directo al cuello, si fallaba sería ella la que moriría y cuando notó que no era como en las películas, que la herida no era tan profunda como para que saltarán grandes gotas de sangre y este muriera desangrado lo notó. Ella ya estaba perdida. Nira saltó para golpearlo con la linterna, Dahlia había sido arrojada contra el suelo y su cabeza golpeada contra el retrete del lugar todo se volvió oscuro y podía sentir la herida de la pierna donde Sergio había hecho una herida con la misma giller que ella utilizó en su contra. Tal vez la castigaría en vez de matarla de una. Que cruel destino, su deseo de morir ahora y en ese instante por ese golpe de cabeza era enorme, podía sentir como la tomaban de los brazos, como por dentro lloraba y suplicaba, sentía una voz llamarla y cuando abrió los ojos vio el cuerpo herido y mutilado de Nira y la chica embarazada. Dahlia era sostenida en una esquina por la chica que estaba ahí desde antes que ella llegará, con fuerza la observó tomar el sopapo para defenderse de Sergio, pero Dahlia no notó que de igual manera tomaba entre su sangrentada mano el afilado de la gillet, lo que debió matar a Sergio. Se paró como pudo, tal vez si entre ambas al mismo tiempo lo atacaban una podría sobrevivir. Pero con lo débil que estaba con una pura bofetada, de esas que te dejaban escupiendo sangre la derrumbo y en el intento de apoyarse en Dahlia la daño con la gillet, había entrado en su garganta y la herida que no pudo hacerle a Sergio en ella había resultado, que asco de ironía y de final, que asco de vida tan retorcida. De apoco el aire se le iba extinguiendo y sentía que debía actuar con más fuerza, estaba perdida eso ya lo tenía confirmado. Lamentablemente todo ese acto había excitado al asqueroso  y en sus últimos momentos lo único que pudo sentir fueran las embestidas y los jadeos de Sergio una dos, y a al tercera comenzó a cerrar los ojos, a dejar de sentir al asqueroso sobre ella, de apoco fue muriendo y estaba contenta de no tener que volver a despertar en ese lugar.