8 ¿Hacen Un Equipo?

Amigos.

Una mudanza más, una nueva casa, escuela nueva y sumando así 3 identificaciones, 3 uniformes, personas con las cuales ya no vale la pena hablar, nunca pude hacer amigos verdaderos porque me la pasaba de un lugar a otro gracias a mi inestable familia.

Para mí ya no valía la pena siquiera intentar ser amigo de alguien.

Conocí en la tercera escuela a un chico, escandaloso, bullicioso, pero sobre todo feliz, cargaba en su rostro una sonrisa siempre. Ese era WooYoung. Nunca me acercaba a nadie y los quitaba rápido de mi camino porque sabía que en cualquier momento tendría que cambiarme de escuela. Pero WooYoung no dejo que lo tratara con la frialdad que lo hacía con todos. Me encontró interesante a pesar que yo me sentía aburrido y me dijo que había notado que yo tenía talento para el baile, me reí en su cara diciéndole que si tanto quería coquetearme dejara de ser tan inútil y de decir tonterías. Eso no iba a funcionar.

Hasta que se alejó de mí luego de unas 3 semanas intentando que fuera más cercano a él, y para ser honesto me hizo falta el chico escandaloso, me había acostumbrado a la calidad de alguien, me termine acostumbrado a un amigo.

Fue mi turno entonces, al contrario de lo que pensé, no me rechazo el entablar una amistad.

Luego de un tiempo me dijo que quería que conociera a sus amigos, y así lo hice. Me espante cuando me llevo a ese taller pensé que quería hacerme daño, pero me explico que no era así que no desconfiara y en ese lugar están los recuerdos más hermosos que pude experimentar por primera vez con mis amigos.

Con ellos aprendí a amar la vida, todas las tardes WooYoung se iba tan rápido y no sabía dónde, pero desde que les conocí ambos pasábamos todo el día esperando que la escuela acabara para pasar con los otros chicos. Fui feliz al lado de los 7, hasta ese día, cuando había olvidado los motivos por los cuales no dejaba que nadie fuera mi amigo y como balde de agua fría me lo recordaron.

Una mudanza decía mi madre con una sonrisa en su rostro, pensé que en este lugar ya no nos iríamos ya que había pasado más tiempo de lo habitual sin que mencionara que quería un lugar nuevo, una escuela nueva para mí, me negué, había encontrado al fin un lugar en el cual me sentía yo, y no iba a permitirme despedirme de mis amigos, no importaba si me metía en peleas y si renunciaba a algo.

(San)