Jaylan Sellers
Abrí la puerta naturalmente, asomando solo mi cabeza, y mi dedo apuntaba a lo único que me interesaba, el tazón de dulces.
—Compré una bolsa aparte, de dulces de uva, solo para ti— dijo la psicóloga dejándome entrar.
—Usted es el amor de mi vida— solté pasando al sofá —metafóricamente. Hey ¿Está casada? O, parecido.
—Llegas a mi oficina de repente, luego de una semana sin visitarme, y ni siquiera un buenas tardes— soltó bromista, sacando la bolsa morada —un cómo estás no estaría mal.
Entre cerré mis ojos, pícaro. —Yo jamás digo buenas tardes al entrar y no reprocha, está evadiendo mi pregunta.
Sonrió nerviosamente, y se centró en papeles, siempre está ocupada en ellos.
—¡Ajá! ¡Hay alguien de quién no tengo conocimiento!— solté alegre —¿Por qué no me cuenta de su novio?
Negó riendo. —No es un él, se llama Thalie.
—Oh... Me alegro por ti— respondí confiado, dejándome caer en el respaldo —¿No cree que hoy es un buen día?
Pasó un rato mientras ella estudiaba la situación, pero yo me sentía bastante normal, más bien, me sentía con más ánimos últimamente.
—Jay— me llamó —te he visto mucho tiempo con Zahir, ¿Terminaron siendo amigos?
—Eh, supongo que sí— contesté tranquilo —es raro tenerlo de amigo, nunca creí que fuera yo quién lo invitara a una cita.
Asintió entendiendo. —Estás más feliz ahora.
—Sigo igual, solo que con un amigo llamado Zahir O'Conner.
—Sí... Pero, te veo en los pasillos con él y, nunca dejas de sonreír cuando separan sus caminos, y a eso añade que, desde hace tiempo no has venido a quejarte. Solo digo, Jaylan, que quizá eres más feliz ahora con Zahir, no digo que hay que depender emocionalmente de alguien, pero que tu vida se vea mejor con él, es lindo.
Crucé mis brazos pensando, probablemente era cierto que ya casi no la pasaba tan mal, pero, mi orgullo me hacía negar que era por O'Conner.
Abrí la bolsa de dulces, aún imaginando esos momentos que he empezado a vivir con Zahir, cosas que nunca imaginé disfrutar como simplemente salir a caminar.
Estaba siendo tan feliz que... Me daba miedo. Miedo que esa felicidad se volviera en dolor en un santiamén.
—No me desagrada Zahir— confesé —solo que, no quiero que me agrade mucho.
Golpeó su pluma contra el escritorio varias veces, y al final volvió a hablar naturalmente.
—Hace días te pregunté algo, y me dijiste que no sabías así que quisiera saber tu respuesta de nuevo... Jay, ¿Qué es el amor para ti?
Esta vez no me tomó por tanta sorpresa, ahora me esperaba esa pregunta, sin embargo, no tenía una respuesta clara.
—Es, emm... Un bonito sentimiento, supongo, nunca lo he tenido, aún así creo que las personas que tienen esa experiencia, pueden tener el final triste y el final feliz, y casi siempre es el triste.
Anotó con duda, pero esbozó una sonrisa pequeña.
—¿Qué crees que sea lo que sientes por Zahir?
Me bloqueé de nueva cuenta, siempre me hace preguntas espontáneas, y es raro que no tenga una respuesta inmediata, es que O'Conner apareció para alterar todo.

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Sin Miedo (O'Conner #1/Gay)
Novela JuvenilZahir es considerado el más emblemático, guapo, valiente, generoso y bueno en todo, el ser más perfecto entre todos en su universidad. No hay persona que no le guste verlo cerca. Jaylan... no tanto. Jaylan es casi todo lo contrario a Zahir, es malo...