04.

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Jaylan Sellers

Dejo el agua caer completamente sobre mi, limpiando mi cuerpo.
Aún con el tiempo contado para ducharme, decido quedarme un rato para pensar.

¿En serio he estado una semana pensando en eso?

Algo estaba mal conmigo.
Desde hace una semana, que fue la cita con Zahir, y a una noche de ser sábado, aún me seguía preguntando por qué es parece que no acepto el hecho de que dejé de importarle.

No volvió a seguirme.
No volvió a sonreírme.
Ni siquiera me miró una vez, ni por error.

Él cumplió lo que prometió simplemente. Bien había escuchado alguna vez en los pasillos que Zahir era un chico de palabra.

No me había dado cuenta de lo verdaderamente solo que estaba hasta que Zahir dejó de aparecerse.

Yered y Glenn, casualmente a veces me saludaban por el pasillo, pero la realidad era que no tenía a nadie.

Negué queriendo golpearme a mi mismo, solo olvídalo, Jaylan.

[...]

—No has tocado tu comida— escuché la voz amigable de mi madre —¿Está todo bien?

Asentí mirando el plato sobre la mesa. —Todo está bien, es solo que este platillo era...

—El favorito de tu padre, lo sé— contestó con una cálida sonrisa —quise prepararlo para que recordaras que él vive en ti. Te he notado más preocupado y apagado estos días.

—De verdad, todo va bien— aclaré —la siguiente semana hay exámenes, es todo.

—En ese caso, cena y luego vas a estudiar— señaló —no te sobrecargues de información, aún tienes el fin de semana.

—Mamá— la llamé rápido, no tenía problema con decirle a ella cómo me sentía, siempre he tenido su confianza —si tú... Alejaras a una persona de tu vida porque crees que estaba muy pegado a ti, entonces cuando ves que realmente se fue, es cuando empiezas a preguntarte por qué lo hizo si normalmente él no haría eso, no sé cómo explicarme.

Pensó dudosamente. —Yo creo que, entonces esa persona aceptó que es mejor dejar de intentarlo si yo jamás cedí, y que prefiere que yo esté feliz antes que él.

—Pero, ¿Por qué? Es decir, por qué de la nada estoy tan preocupado en eso.

Me dió una sonrisa comprensiva, seguramente ya sabía que hablaba de Zahir, ella lo conocía, y siempre me dijo que haberle dado una oportunidad para ser mi amigo habría hecho diferencia en mi vida social.

—Quizá es que, él es importante para ti pero no lo sabías— soltó directamente —no pensaste que él en verdad se iría, y por eso te confiaste en que todo seguiría igual.

Seguí jugando con la comida, esperando una respuesta por mi mismo, una conclusión.

—Jaylan, es muy probable que... Hayas estado enamorado de Zahir, o atraído, hasta el punto en el que era un sentimiento normal en ti que no lo notabas, y lo cubriste con ese trato que le estabas dando.

La señalé con el tenedor. —Tú y la señorita Mer están en mi contra.

—¿Por qué crees eso?— dijo burlándose —solo piensa, siempre te has quejado de Zahir por cosas buenas de él.

—Eso no es cierto.

—Ajá, ¿Y todas esas veces que lo llamabas chico perfecto? O esas veces que te quejabas por su deslumbrante sonrisa, como tú la llamabas.

Sin Miedo (O'Conner #1/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora