Tras una larga secuencia de conducción irresponsable e imprudente ignorando cualquier ley de seguridad vial donde cada segundo consistía en temer por sus vidas y no por la de los demás, llegaron a su destino que el comisionado mencionó.
-Max, baja del auto, con cautela, la gente de aquí suele ser una rara mezcla entre taxidermistas y motociclistas ebrios- Susurró el perro.
-Espero que no te moleste que camine sin rumbo fijo por un tiempo, las luces de la publicidad en la calle con la velocidad a la que conduces se transformaron en una secuencia de luces estroboscopicas que me han dejado turulato. Siento que no he movido las piernas en años- Dijo dando vueltas en su lugar tratando de mantener el equilibrio. -Y bien, ¿Dónde estamos? Describe el lugar hasta que mis córneas recuperen su función-
-Espero que en tu cabeza quepa la discreción colega. El comisionado me dió la explicación de que Irónicamente el lugar más tranquilo de toda la ciudad es ahora este bar de mala muerte, alguna vez el más caótico, ha sido superado el por el nuevo Estatus Quo.- Intentó explicar al conejo
-No lo sé Sam, la gente que frecuenta este lugar siempre me ha parecido de lo más civilizada, deberías escuchar las opiniones que tienen sobre la devaluación de la moneda y la situación sociopolítica actual del país- Contestó
-Puede que tengas razón pero ahora no venimos con el propósito de entablar una discusión bien argumentada, el comisionado envió a un informante encubierto, el cual nos proveerá de información crucial e indefectible para proceder con la investigación- Comentó bastante emocionado, dirigiéndose a la puerta del lugar, dónde paró en seco.
Max no se percató de ello golpeó su cuerpo contra el de su amigo por seguirlo -¿Que estamos esperando? ¡La última vez que tardamos para entrar nos perdimos de una riña de magnitud cataclismica y no pienso irme sin participar!-
-Para pasar debemos tener un perfil bajo, ser imperceptibles y mimetizarnos con ellos, ¿Cuáles son las características que los definen?- Se rascó la barbilla y acomodó su sombrero, con la intención de profundizar en sus pensamientos.
-Pues, suelen ser gente irracional, con una moral indeterminada, actúan de forma violenta a casi cualquier estímulo y disfrutan golpear a los que se meten con ellos-
-En ese caso entremos sin más delación.-
El lugar era tal y como podía esperarse de una cantina abandonada por los miembros productivos de una sociedad, gente enfrascada en grescas brutales, malas condiciones de las mesas y sillas, mesas de billar más sucias que la conciencia del lector, etc.
-¡No puedo esperar para sentarme del lado de un sujeto aleatorio y retarlo a beber litros y litros de esa sustancia de dudosa procedencia!- Dijo Max levantando las manos con jubilo.
-Mientras esté vivo no dejaré que una sola gota de este licor en borde de lo corrosivo que probablemente sea residuos de una planta nuclear en Kosovo destilados penetre en tu organismo. No quiero imaginar los horrores que eso desencadenaría.-
Con el rabillo del ojo y su monocromático sentido de la vista, el perro buscó al enviado del comisionado, al cual encontró rápidamente.
-Tomemos asiento junto a ese tipo- Dijo señalando a un hombre gordo y grande, de frondosa barba y ausente cabellera quien se veía realmente fuerte e intimidante, pero no para nuestros policías, quienes son demasiado necios para entender el concepto del peligro.
Una vez a su lado, el pequeño conejo decidió saludar -¡Buena noche señor con cabello inversamente colocado en su cráneo!-
El hombre gruñó ante el comentario y bufó algunas palabras -No tengo tiempo para destazarte... Recibo órdenes y una buena paga.-
ESTÁS LEYENDO
Sam Y Max en: Un nuevo desasosiego
HumorEl dúo favorito de todos no tenía presupuesto para aparecer, así que aquí están Sam y Max.