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M A T E O

Joel no para quieto y corre de una punta del apartamento al otro recolectando todo lo que cree necesario para meterlo en su mochila.

— No hagas ruido enano, tu madre aún duerme.

Han pasado cinco días desde el cumple de Joel.

Cinco días en los que todas las inseguridades de Úrsula han salido a la luz, provocando en ella un molestar que ha desembocado en una enfermedad física.

Lleva mala desde ese maldito día y me da impotencia saber que poco puedo hacer para mejorar su estado; en este caso prometer cosas que no sé si podré cumplir no sirve.

El niño se para y me mira arrepentido, él sigue creyendo que su madre está así porque se hace mayor.

— ¿Puedo despedirme de mami?

Asiento con la condición de que no haga ruido y le abro la puerta con sigilo.

El pequeño entra dirigiéndose a la cama y con alguna dificultad que otra logra darle un beso en la mejilla.

— Adiós mami — pasa su pequeña mano por el largo de su pelo y vuelve a mi.

— ¿Lo tienes todo? — asiente mientras se cuelga la mochila. — Pues vámonos.

Me dispongo a salir cuando me llama.

— ¿Qué pasa? — pregunto girándome.

— Te olvidas de Mate.

Observo divertido como intenta agarrar la jaula del hámster y niego con la cabeza.

— Ya te he dicho que no te lo puedes llevar al pre jardín.

— Pero Mateu — hace un puchero.

— Dale enano, cuando volvamos daremos una vuelta lo tres juntos, ¿sí? Ahora vamos que llegamos tarde.

Joel deja al hámster en su jaula a regañadientes y agarrándome de la mano salimos hacia el coche.

Como todas las mañanas, le siento en la sillita y conduzco en un cómodo silencio hasta el centro educativo en el que pasa gran parte de la mañana.

Llegamos diez minutos después y Joel corre ansioso nada más bajar del coche pero se acuerda de algo y dándose la vuelta vuelve a mi posición.

— Me acordé de que le guardé un zumito de manzana a mami pero se me olvidó dárselo.

— Tranquilo, yo se lo daré de tu parte. Ahora ve que tu amigo te espera.

Aún recuerdo la ilusión que le hizo poder decir que tenía un amiguito llamado Eduardo.

— Gracias, adiós Mateu — me da un beso en el cachete y sale corriendo.

Cuando desaparece de mi vista regreso al coche para dirigirme al departamento.

De nuevo, diez minutos después estoy entrando por la puerta cuando veo a Úrsula salir del baño con la cara más pálida que hace unos minutos.

— ¿Otra vez? — cuestiono dejando las llaves en la mesilla.

Ella se limita a asentir mientras se sienta en el sofá.

— Te prepararé una manzanilla o algo.

— No, se me pasará... Con el tiempo.

Hago oídos sordos y pongo el agua a calentar.

— Necesitas comer algo.

— No puedo, mi organismo se encarga de expulsar lo poco que como.

— Vamos al médico — digo repitiendo la petición que le llevo haciendo desde hace días.

— Estoy bien, de verdad.

Me siento junto a ella y alzo la mano hasta su mejilla para acariciársela, a lo que ella responde cerrando los ojos.

— Déjame cuidarte — susurro.

Asiente y me acerco para besarle la frente, dejando unos segundos de más mis labios sobre su piel.

Me levanto a terminar de hacer la taza de té y cuando finalizo vuelvo a su lado dándole la bebida caliente.

— Gracias.

— Más vale que lo dejes vacío — advierto.

Asiente y le da un largo trago.

— ¿Hoy tampoco irás al estudio?

— No, tengo que cuidar de ti.

Úrsula sonríe y en silencio y ante mi atenta se termina el té.

— Listo.

— Genial, ahora a dormir — dejo la porcelana en la mesa y la acompaño al cuarto.

Cuando está tumbada la arropo cerciorandóme de que ninguna parte de su cuerpo está descubierta y rodeo la cama para tumbarme a su lado, no tengo sueño pero me conformo con observar como descansa ella.

Úrsula se pega a mi cuerpo con su mano en mi pecho y pasando mi brazo por su cuello, le acaricio el pelo suavemente.

Tenerle tan cerca y poder inspirar su aroma hace que mi corazón bombee frenéticamente contra mi caja torácica.

Definitivamente estoy muy enamorado de esta chica.

— Gracias por todo una vez más — escucho que dice posando su mirada en mi.

Y sin pensarlo dos veces le demuestro con un dulce beso que el único agradecido por tenerle junto a mi lado soy yo.




hi ahre me salió lo gringa xd
como están? espero que bien jj
disfruten de la lectura y voten, chauuu <3

sincronicidad; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora