"MI AMOR SECRETO" (Seokjin x T/n) [CONCLUIDA]

>>1<<

Narra T/n:

Sábado, un nuevo día en el cual tendría que enfrentar la triste agonía de este amor secreto, un día más en el que me veía obligada a callar y fingir que todo estaba bien.

Mi despertador comenzó a sonar sacándome de mis pensamientos y recordando me que debía de levantarme, si bien hoy no tenía que trabajar, aprovecharé el día para limpiar la casa y lo que reste para oír el triste fracaso de los amores de mi mejor amigo.

Con un poco de pesar, camino en dirección a el baño para poder hacer mis necesidades, ducharme y cepillar mis dientes.

Mientras el agua caía sobre mi cuerpo, recordaba el día en el que lo conocí,  el día en el que todo cambió para mi y también, el día en el que acepté vivir junto a él.

Flash back:

Era domingo, el último día de descanso que me quedaba luego de una semana muy atareada.

Trabajaba para una pequeña empresa que acababa de iniciar a principios de año y que no era muy conocida, si bien sabía que a pesar de el corrido tiempo que transcurrió aún no era la más conocida, creía que mi jefe cada ves exigía más de lo que podía pagar.

Camine suspirando a el hermoso parque viendo todo a mi alrededor, pequeñas familias paseando en el lugar, padres correr detrás de sus hijo, el puesto de helados en el cual se encontraba una madre tratando de contar el poco dinero que le quedaba para poder comprar un helado para sus hijos y más halla, parejas paseando a sus mascotas.

Todo era tranquilo, algo que le faltaba a mi vida.

Camine en dirección a el puesto de helado notando que la mujer aún seguía contando el dinero.

- ¿¡podría apurarse por favor!? - dijo un joven que se encontraba en la fila detrás de la mujer.

- si no tiene dinero para comprar, deje que nosotros compremos lo nuestro señora.. nos está haciendo perder el tiempo  - hablo la joven que estaba colgando por el brazo de aquel hombre.

- yo.. lo siento. - respondió la mujer apenada haciendo una reverencia y mirando los helados extendidos frente a ella. - no podré llevarlos, lo lamento. - dijo al vendedor.

Llena de frustración ante los cuchicheos de los demás compradores, los rebase y me hacerque frente a el vendedor, tomé los dos helados y se los entregué a los pequeños quienes muy felices lo recibieron, me volví frente al heladero y le pedí dos más, uno de frutilla y otro de chocolate.

El sin dudarlo me dio dos helados más con los sabores que pedí y pagué por los cuatro helados para luego girarme y extenderle uno a la mujer.

- me encantaría poder darle el de frutilla pero es mi sabor favorito. - dije con una sonrisa por lo que ella solo toma el helado de chocolates y hace una reverencia.

- es usted muy amable señorita, no debió de molestarse. -

- no es ninguna molestia. - conteste sonriendo para luego acariciar la cabellera de ambos niños y alejarme de ellos buscando un lugar donde sentarme a disfrutar de mi helado.

Camine de un lado a otro pensando en el volver y darle un poco de dinero a la mujer, pero temo que quizás pueda ofenderse por tal acto. >>no todos pueden tomarse eso como un reconocimiento de ayuda solidaria.<<

Segui recorriendo y vi que en un lugar un poco apartado, se encontraba un joven muy apuesto, él solo miraba al vacío y limpiaba unas cuantas lágrimas.