O.N.E

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-X.

-¡Ah!-grito aquella chica desesperada, tratando de buscar una salida en un callejón sin una, su mirada aterrorizada solo se centraba en aquellas dos personas con mascara frente a ella-¡ayuda!-grito despavorida.

-Aish, ¿por qué siempre gritan tanto?-dijo fastidiado él hombre frente a ella.

-Cariño~-dijo la mujer a su lado en tono meloso-solo hay que callarlas de esta manera.

Aquella mujer se acerco hasta la chica, al estar cerca de ella con una de sus manos la agarro del cabello y con la otra tomo su navaja, fue en menos de un segundo cuando aquella chica tenía un corte en su cuello totalmente recto, provocando que se desangrara rápidamente, mientras aquella mujer reía con la sangre de la chica sobre ella.

-Fácil, ¿no?-él rió.

-¿Alcanzamos a otra ronda?-justo cuando ella iba a contestar, la alarma de su celular la interrumpió.

-Jum, creo que no, en una hora Taekwang entre a su primer día de su segundo semestre de la universidad, tengo que hacerle el desayuno a mi bebe-dijo un poco desesperada.

-Entonces se acabo la diversión, a casa-ella sonrió, para luego entrelazar las manos con su esposo y dirigirse a casa.

Si, un día común en la vida de Panda Killer y V Killer, quienes no habían dejado de ser lo más crueles asesinos como lo eran en su juventud. Aunque la policía había hecho hasta lo imposible por atraparlos, al final y lamentablemente después de un par de conversaciones con dinero de por medio los dejaron libres de cargos, encubriendo sus asesinatos y convirtiendo a estos dos solamente en una leyenda urbana, haciendo que la gente creyera que habían desaparecido, pero con el temor de que regresaran. Todos creyendo solo una dulce mentira que cubre la oscura verdad...

-Taekwang.

Me encontraba ya preparado para ir a la universidad aunque fuera un poco temprano, me había sentido emocionado toda la noche, tenía de nuevo aquel presentimiento presente en mi, aquel que me decía que el camino a encontrar mi destino comenzaría justo aquel día, aquel sentimiento no me había dejado dormir, por lo que me había preparado con mucho tiempo de anticipación.

Veía cualquier cosa que apareciera en la tele, me encontraba aburrido y mis padres no estaban en casa, al parecer habían salido en la madrugada.

Faltando poco para que yo me fuera a la universidad sentí como la puerta principal de la casa se abría, ellos llegaban, aunque está vez no venían cubiertos de sangre, solo por algunas gotas en su ropa, poco importantes para mi.

-¿Disfrutaron su noche?-ellos me sonrieron.

-Claro que si, mi niño-dijo mi mamá-¿ya desayunaste?-negué.

-Sabes que no sé cocinar mamá-dije jugando con mis dedos.

-Hay cereales, ¿lo sabes?, solo es echar leche y cereal a un plato, ¿eso es tan difícil?-yo solo sonreí inocentemente.

-Los dos te llevaremos a la universidad hoy, tu ve a comer los cereales mientras nosotros vamos a cambiarnos de ropa-dijo papá, yo solo asentí.

Fue en cuestión de solo media hora para ya estar todos listos y saliendo de casa, pero justo cuando nos íbamos a subir al auto, otro se estacionó a nuestro lado mientras sonaba la bocina, aquel auto me había llamado la atención pues era el nuevo deportivo negro que tanto quería.

-¡Volvió tu tío favorito Taeyong!-dijo mi tío Yoongi bajándose de aquel auto, en el cual también venía Jimin.

Los dos se habían ido hace un mes a América, según lo poco que había escuchado, es que se habían ido a solucionar algunos problemas con la mafia allí y al parecer todo se había solucionado.

-¡Chicos!, ¿cómo les fue?, ¿todo bien con aquel problema?-dijo mamá, ellos asintieron sonrientes.

-Más que bien, habían más cosas de las que no nos habían comunicado, pero todo fue solucionado, por eso nos demoramos un poco.

-Me alegro mucho de que todo haya salido bien-dijo mi papá sonriente.

-Por cierto, feliz cumpleaños Taeyong-dijo mi tío Yoongi tirándome las llaves del auto en el que venían.

-¿Y esto?-dije emocionado.

-Ya que no pudimos estar en tu cumpleaños y no lo pudimos celebrar, decidimos compensarlo, y que mejor con el auto que tanto querías-dijo Jimin sonriendo.

-Vaya... Se lucieron, ¡mil gracias tíos!-dije abrazándolos, ellos simplemente sonrieron.

-Vaya Tae, nos ganaron-dijo mi mamá mirando mal a Yoongi y a Jimin.

-¿Él no era que quería una moto?-dijo papá confundido.

-Quería las dos cosas el muy hijo de ¿mi?-dijo mamá un poco molesta.

-Mamá, papá, ire a la universidad sin ustedes, así que vayan a descansar-dije mientras los guiaba de nuevo a casa-deben estar cansados, ¿no?

-Te lo dije, hubiera sido mejor quedarnos divirtiéndonos, ¡pero no!, primero la responsabilidad-dijo papá molesto, a lo que mamá le pego una palmada.

-¡Ey!, es mi bebe, a pesar de que siempre nos paga mal-dijo mamá mirándome molesta.

-Cria cuervos y te sacaran los ojos-dijo papá con una mirada decepcionada.

-¡Oigan!, le están ganando a Jin, dejen de ser dramáticos, él ya no es un bebe-dijo Yoongi desde la acera de la casa, mamá solo rodo los ojos.

-Vete de una vez, maneja con cuidado y si nos necesitas recuerda la manilla-yo asentí.

-Adiós pa, adiós ma, nos vemos en la tarde, los amo-dije corriendo hacia el auto, donde estaban tío Yoongi y tío Jimin.

-Se los agradezco mucho tíos, ha sido el mejor regalo de cumpleaños, pero no le digan eso a mamá y a papá, se podrían furiosos.

-Te lo prometo, ya vete mocoso, llegarás tarde a la universidad-dijo tío Yoongi.

-Adiós y de nuevo gracias-dije subiéndome al auto.

-Ve con mucho cuidado Taeyong-asentí para luego prender a la belleza que me habían dado e irme.

Durante el camino me sentía genial, amaba la vida que llevaba, tenía personas que me amaban a mi lado, aunque no me sentía del todo de acuerdo en lo que se dedicaban, lo respetaba, pero no lo compartía, aun así me sentía agradecido con ello, pues tenía dinero por doquier, agregando un grandioso mejor amigo.

Mi mejor amigo, Yook Yoonjae, lo había conocido desde el colegio y a pesar de ser un poco mayor que yo, desde ese entonces nos habíamos vuelto inseparables, incluso decidimos estudiar la misma carrera, no tenía familia debido a que habían muerto cuando él aún era muy pequeño, pero aun así es heredero de una gran empresa por parte de su abuelo. Confiaba mucho en él, pero aun así jamás le hable sobre a que se dedicaba mi familia.

De repente mi vista se fijo en aquella manilla, desde pequeño la tenía puesta en mi mano, fija allí, pues no podía quitármela, todos los pequeños de la familia la teníamos, como medio de protección, pues en ella había un rastreador, además de un botón de emergencia, un toque en este, podría llamar a mis padres, dos, podría llamar a todos mis tíos, y tres, podría llamar a todo un cuadrante de seguridad de la mafia de la familia. Jamás la había usado y la creía innecesaria, pero mis padres jamás me dejarían quitármela.

Continuará...

Entre asesinos [Book #2] ~K.ThDonde viven las historias. Descúbrelo ahora