Entre asesinos [Book #2] ~K.Th

F.O.U.R

Después de besarla, la tome de la mano y la dirigí a mi casa, para allí llevarla a mi cuarto, en mi cuarto la recosté en la cama mientras me quitaba la camisa y me puse encima de ella para mirarla a los ojos fijamente.

Luego ella se acercó a mí y nos empezamos a besar desesperadamente, pase mis manos por todo su torso, concentrándome en sus hermosos pechos aun cubiertos, poco a poco iba bajando mis besos por su cuello empezando a dar lambidas y pequeñas mordidas, mientras besaba su cuello iba desabrochando su vestido hasta lograr quitárselo, de esta manera baje mis besos a sus pechos los cuales besaba encima de la tela de su sostén.

Pase mis manos por su espalda hasta lograr quitarle el sostén y luego empecé a jugar con sus pezones los cuales mordía y chupaba.

- ¡Oh si! -Gimió, me aleje de ella un segundo y  quité mis prendas restantes y ella hizo lo mismo, al estar completamente desnudos nos volvimos a besar mientras nos tocábamos.

Me separe un poco y luego me acomode para empezar a dar roces a su intimidad con la de mía, jugando así.

-Ah-gimió-¡Hazlo Tae!-dijo desesperada.

-¿Hacer que cosa?-susurre en su oído de forma coqueta.

-Follame como solo tú lo sabes hacer-dijo mirándome a los ojos.

Le sonreí para luego volver a besarla y de una estocada entrar en ella, empece con un vaivén lento, pero a la vez brusco, moviendo mis caderas de forma sensual, haciéndonos volver locos a los dos.

-¡Mmm Tae!-dijo extasiada.

-Te encanta, ¿no es así?-dije para luego acelerar mis estocadas, escuchándola gemir-Mmm Lia eres maravillosa.

-¡Oh si! Taeyong-el cuarto se inundaba cada vez más de los gemidos de los dos.

-¡Ah! Esto es tan genial-la tome de la cintura y empecé a hacer mis embestidas más profundas.

-¡Ah! Tae-de un momento a otro nos volteamos quedando así ell encima mi, empezó a mover sus caderas en círculos, como tanto me gustaba, llenándonos de placer a los dos, luego empezó a dar saltos auto penetrándose.

-¡Ah! ¡si! Continua-dije segado en la lujuría mientras ella seguía saltando, se acerco a mis labios y me volvió a besar en un tono de lujuria.

Salí de ella y la voltee quedando así en cuatro, dejándome ver toda su belleza, entre de nuevo en ella empezando a penetrarme aún más rápido.

-¡Ah!, ¡me vengo!-dije y aumente la velocidad de mis embestidas.

- ¡Ah!, ¡yo también!-gimió ella, pasaron unos segundos más y llegamos al clímax.

Los dos caímos totalmente agotados en la cama, nos miramos y luego reímos un poco.

-¿Sabes que me encanta hacer esto contigo?-dijo acomodándose en mi pecho, mientras yo nos cubría con las sabanas.

-A mi también me encanta, la mejor de las mejores amigas que podría tener-dije besando sus labios, ella rió.

-Mis papás creen que vengo aquí a que me ayudes a estudiar, te matarían si se dieran cuenta de lo que realmente hacemos-dijo acariciando mi pecho.

-Jumm, yo no lo creo, sabes que ellos no se ensucian las manos, mandarían a mis papás y ellos no me harían nada a mi.

-Tienes razón-dijo y nos quedamos un tiempo sumergidos en un gran silencio-Tae...-dijo de repente con un tono de voz sospechoso.

-Tienes algo que decirme, ¿cierto?-ella asintió de nuevo.

-No creo que lo correcto sea repetir esto, me gusta alguien y quiero estar con él-dijo con un tono de voz temeroso y nervioso.

-Hey, ¿por qué te pones así?, esta bien, ya sabes, si él te hace sufrir me avisas y le mandaré a mis papás-ella rió-sí por lo contrario te sientes sola, sabes que siempre estaré para ti-ella me miro, me sonrío para luego besarme.

-Eres él mejor Tae, no pude tener mejor persona a mi lado-dijo con una sonrisa.

-Para serte sincero también me interesa alguien pero no estoy seguro de nada-dije con una sonrisa nerviosa.

-Con tal de que jamás me dejes a un lado, no importa-me sonrió.

Ella solo se acomodo de nuevo en mi pecho, volviéndonos a quedar en un gran silencio, pronto ella se quedo dormida, mientras yo solo pensaba en lo que me había dicho, realmente era algo que me afectaba, pues con ella había compartido muchas cosas importantes, desde nuestro primer beso, hasta nuestras primera vez, sabía que ella no sentía más allá de una amistad por mi, por lo que sabía que en algún momento tendría que dejarla ir para que fuera feliz en brazos de alguien más, ese momento había llegado.

~Tn...

-Por Dios, este relog esta precioso, le encantará a mi bebe-dije al bajarme del auto después de llegar a casa.

-¿Lo limpiaste bien amor?-asentí.

-Sin ni una gota de sangre-dije con una sonrisa.

-Vamos, quiero dárselo ya-dijo emocionado.

Justo abríamos la puerta de la casa, cuando un mensaje llego a cada uno de nuestros celulares.

Namjoon.

-Reunión de emergencia en treinta minutos.

Tae y yo nos miramos extrañados por aquel mensaje, pues por lo que nos concierne todo estaba perfecto en la mañana, incluso habíamos solucionada el grave problema en America.

-Me preocupa mucho esto-dije mirando mi celular.

-A mi también, me parece muy extraño, Nam casi nunca convoca a reuniones de emergencia-los dos simplemente suspiramos y entramos a casa a dejar nuestras cosas.

-¡Taeyong!, ¡ya llega a casa!-grite, pero nadie respondió.

-¿No habrá llegado?-dijo Tae extrañado, pues Taeyong siempre nos recibía cuando llegábamos.

-Yo creo que si, su auto estaba a fuera, lo iré a llamar, tal vez se quedo dormido-Tae asintió.

-Iré contigo-asentí.

Los dos dejamos las cosas que llevábamos y subimos las escaleras para ir a su cuarto, al llegar simplemente abrimos la puerta, encontrándonos la habitación con ropa tirada por todos lados, a Tae y a Lia en la cama completamente desnudos y un fuerte olor a sexo.

Los dos nos miramos sorprendidos, para luego reírnos.

-Así que era ella con la que estaba saliendo-susurre.

-Ese es mi hijo, todo un hombre-susurro a lo que yo reí.

Me entre a la habitación con aquel relog de oro que traía y lo deje en su mesa de noche, luego los volví a mirar viendo las diferentes tipos de marcas que tenía en su cuerpo Lia, a lo que reí de nuevo, salí de la habitación y cerré la puerta.

-Al menos heredo algo de ti-dije riendo-a sex god-el rió y me beso.

-Es mi hijo, que más pedías-dijo riendo.

Continuará...