I hate you Nancy, but thanks

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Un par de horas habían pasado desde que el castaño le había rechazado, no quería quedarse en casa mientras que Will iba a comer helados con el tonto de Eddie.

Aún no podía asimilar el hecho de que Will rechazara las galletas de su madre y peor aún, que lo rechazara a él.

No quería dramatizar ni mucho menos hacer una tormenta en un vaso de agua, pero francamente era incómodo e inesperado, sabía que estaba mal pensar que Byers siempre lo esperaría y estaría para él, pero fue inevitable, tal vez Will le dio tantas cosas sin pedir nada a cambio que recién se dio cuenta de eso cuando se quedó sin nada.

No iba a negarlo

Lo extrañaba, claro que lo extrañaba.

¿Cómo no extrañarlo? Era imposible

Lo necesitaba a su lado, necesitaba que alguien le sonría y lo haga sentir mejor, necesitaba su risa pegajosa y su humor agridulce, sus manos suaves y esponjosas que tomaban las suyas para jugar son sus dedos y transmitirle calidez, su pequeña nariz de botón que se sonrojaba cada que tenía alergia y le hacía lucir adorable, su cabello color chocolate que olía a caramelo y que le encantaba acariciar cuando el otro se quedaba a dormir con él o cuando reposaba su cabeza en sus piernas, sus labios delgados y rojizos que brillaban ante sus ojos, los suyos rogaban por tocarlos con suavidad y transmitirle amor y seguridad por lo menos por unos minutos, se había descubierto así mismo viéndolos con necesidad incontables veces, lamentablemente en el pasado no lo había tomado tanta atención, pero era inevitable no pensar en todas las oportunidades que tuvo de hacerlo y todas las que desaprovechó por no escuchar a su corazón.

Tonto, iluso e indefenso Mike

Las respuestas a todos sus sentimientos estaban en sus narices y nunca se dio el tiempo de tan solo analizar una y negarse rotundamente a todas.

Porque a pesar de que ya estaba seguro de lo que sentía y de sus siguientes pasos, aún el peso de ser bisexual estaba sobre su espalda.

Tal vez era fácil digerir toda la situación para su hermana y sus amigos, pero no tenía ni la más mínima idea de cómo reaccionaría su padre o peor aún su madre.

Tenía la esperanza en que ninguno de los dos lo criticara, sabía que su padre no tendría mayor problema porque a pesar de no ser tan cercano a él, siempre le había enseñado que amar no era nada malo y que el corazón mandaba por sobre todas las cosas.

Pero su madre era un tanto diferente al ver las cosas, él la amaba, después de todo le dio la vida y lo crio como su engreído, cosa cuál a Nancy le molestaba un poco, pues siempre se salía con la suya cuando peleaban, con la vana excusa de "él es el menor y no deberías pelearte con un niño, porque te hace inmadura", algo totalmente rutinario para ellos.

Era gracioso que su madre siga tratándole como un bebé aun cuando ya era un adolescente.

-"¿Qué haces ahí zopenco?"- cuestionó su hermana desde el umbral de la puerta-"Creí que irías a casa de El"-

-"Jane"- ratificó

-"Como sea"- dijo restándole importancia y girando las ojos

-"Lo sé, hice lo mismo cuando me pidió que dejara de llamarle Eleven ayer"-

-"Vi a Will en el centro comercial con..."- el rizado le interrumpió

-"Ni me lo recuerdes, no estoy de humor"- giró los ojos con desgano

-"¿Quién es el chico de rizos?"-Mike gruñó enojado y cuando estuvo a punto de responder con algo hiriente ella lo interrumpió-"Oh, al parecer su presencia te incomoda"- se burló-"Me parece genial que te den de beber de tu propia medicina"

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⏰ Última actualización: Dec 04, 2020 ⏰

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I'm stupid, but...wait for me (Byler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora