𝐒𝐨𝐲 𝐀𝐥𝐠𝐨 𝐏𝐚𝐫𝐚 𝐀𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧. [𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲] #1

𝑖𝑛𝑡𝑟𝑜𝑑𝑢𝑐𝑡𝑖𝑜𝑛

Pope Endetti, una niña como cualquier otra, supongo.

Vengo de una familia mágica;
mí padre: Lucdder Sebastian Leonardo Endetti;
mí madre: Enrriqueta Pandora Vlodcher, con la que no me llevaba demasiado bien. Tenía bastantes problemas con ella, prácticamente arruinaba mis días. Pero igual la quise, por más que me tratase como basura.
Y mis dos hermanos: Sebastian Igor Endetti, es el mayor y William Jeremy Endetti, el del medio y quién fue mí mejor amigo, en su momento.
Claramente soy la mas joven de la familia.
Bueno, lo era. Ellos fueron ascesinados a manos del señor tenebroso, o el que no debe ser nombrado, el-ustedes-sabe-quien, etcétera.

Y aquí está la razón:

Mi padre, un muchacho seleccionado en la casa de Slytherin en sus años de estudiante, y mi mamá, una chica seleccionada en Ravenclaw, eran parte de los mortifagos, o del ejército de Voldemort. Siempre obedecían a sus órdenes, cumplían las tareas que se les daba, eran los vigilantes, por decirlo de alguna manera.
Un día, como cualquier otro en una de sus reuniones,se les dio una misión. Pero mis padres ya no querían formar parte de éstos. Estaban cansados de recibir ordenes, de no poder ser completamente libres, por lo que  rechazaron la tarea, diciendo que ya no formarían parte de los mortifagos. Tras el rechazo, el que no debe ser nombrado, sin pensarlo ni siquiera dos veces, les lanzó un Avada Kedavra, la maldición de muerte. Según mis suposiciones y creencias, Voldmort nunca recibe rechazos. Debió ser algo de fuerte impacto y asombro, que lo único que le surgió hacer como reacción, fue asesinarlos injustamente.

A todo esto, mis hermanos y yo, no estábamos enterados. Ya que nos encontrabamos en mí casa, y ellos en la casa de los Malfoy. No conocía a la familia, pero Sebastian y William si.
Me habían contado, que hace años, cuando yo apenas tenía meses de nacida, la señora Malfoy, estaba esperando un hijo. De seguro, para este entonces, ya debe tener mí misma edad. O tal vez un año menos, no lo sé.

Cuando nos dijeron lo que le habían hecho a nuestros padres, mis hermanos mayores, fueron a la mansión. Quería ir, pero claramente, no me dejaron acompañarlos, como si no pudiese ser de ayuda, aunque solo tuviera ocho años cuando eso pasó, era muy astuta e inteligente.

Pasaron horas desde que Sebastián y William se habían ido, empezé a preocuparme. Hasta que llegó mí tía, la cual no veía hace mucho.

Marilline Raquel Vlodcher.
Llegó llorando a la casa,me tomo de la mano, y nos encerró en mí habitación. Me encontraba completamente confundida, pero después de unos segundo, me dí cuenta. Mis hermanos murieron támbien.
Abracé a mí tía, y ella a mí.

Decidió que debíamos irnos rápido del mundo mágico, cosa que no me pareció nada bueno.

Nos mudamos al día siguiente a una casa muggle.
A los cinco meses mi tía Marilline, se enamoró de un hombre, muggles también.
Él se mudó con nosotras y a los siete meses de su relación mí tía quedó embarazada de mellizas.
Para ese entonces, ya había pasado un año justo de mí llegada al mundo sin magia. Iba a una escuela muggle,dónde todos eran imbeciles. No tenía amigos, por esa misma razón. Su estupidez me era irritable. Los odiaba. Para el año siguiente, me cambiaron de colegio por mala conducta. No es mí culpa que ese chico no sepa esquivar un puñetazo.
Empezé karate kid, el mismo año de mí pase de escuela.
Pasé mis dos peores cumpleaños de mí vida.
El de nueve y el de diez. Sola, en el comedor. Con una porción de pastrl de chocolate, que ni siquiera estaba rica. Y dos bebés lloronas a mis costados.

Por fin, en julio de mil novecientos noventa y uno, llego una carta algo peculiar. Era del colegio de magia y hechizería Hogwarts.
Mí tía Marilline me la entregó cuando llegué de mí escuela. Eso me alegro la mañana, el día, y los dos meses próximos.
En fines de agosto fuimos al Callejón Diagon, compré todo lo necesario para mí comienzo de clases.

Y por fin era septiembre, iba camino a la estación de tren. Allí se encuentra, oculta la Estacion 9/3 r
Una vez la encuentramos, nos escabullimos por la pared, haciendo que desapareciera.
Me despedí de mí tía, y subí al Expreso. Camino a Hogwarts.
Esa es mí historia hasta ahora.
Así comienza mi vida en un mundo con magia.