Recordó que tenía un regalo para Jae, fue rápido a la sala y tomó tres libros a los que previamente les había colocado un moño para que pareciera más un obsequio.
— Ten — se los extendió — Eran mis libros favoritos cuando tenía tu edad, supuse que te pueden gustar.
Vio como su cara se iluminó y no pudo evitar acariciar su cabeza, sonriendo al verlo tan emocionando.
Este le agradeció y prometió que los iba a apreciar mucho.
Prefería que alguien como el se los quedara a que sugieran acumulando polvo es esas vieja biblioteca.
Decidieron ir a un restaurante de por ahí, estaba cerca y la comida que servían era deliciosa.
— Pide lo que quieras Jaehyun-ie~ yo invito — habló revisando el menú.
— No, yo quiero invitarte a ti. Ya me has dado muchas cosas, ahora es mi turno.
— No hice esas cosas esperando algo a cambio. Puedes pensar que es otra cosa, como un sunbaenim cuidando de su dongsaeng ó...
— ¿U-Una cita? — sonrió al escucharlo tartamudear un poco.
— Una cita será.
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La distancia hacia su casa era menor con cada paso que daba, el trayecto estaba siendo largo. Pero, lo encontraba Perfecto para estabilizarse emocionalmente y pode encontrarle por fin un significado. El aire frío y fresco hacia qué su mente se ventilara, el río Han se encontraba cerca, así que se encaminó hasta ese lugar.
Tomó asiento cerca de la orilla mientras suspiraba, aventaba pequeñas piedrecitas cercanas dentro de este. Fue en ese momento en el que confirmó todo, pero en ese momento no lo podía aceptar.
John le comenzaba a atraer, y no había nada que hacer al respecto.
La pantalla brilló gracias a él mensaje de su hermana preguntándole donde estaba, el le respondió enviándole su ubicación.
Siguió chateando con ella hasta ser interrumpido por una llamada entrante de Taeyeong.
— ¿Hola?
— Mark, por fin contestas ¿Estás ocupado?
— En realidad no.
— Entonces, ¿nos podemos ver?
— Si, estoy en el río Han — acaricio el pavimento.
— Voy para allá.
Asintió colgando la llamada, suspiro recostándose utilizando sus brazos de apoyo y dormitando un poco en lo que esperaba al chico. Que en si, no tardo mucho o sintió que el tiempo pasó rápido.
— Despierta bello durmiente — Sonrió al escuchar su voz, sentándose si ganas, el mayor se acomodo a su lado.
— Tae — habló con un hilo de voz, no encontraba las palabras adecuadas para explicarle todo, que se iría, como se sentía, que debía dejarlo — No se como decírtelo.
— Solo hazlo, yo te escucharé primero
— Ah... me iré a Canadá por unos meses, acorté el tiempo por mi hermana ya sabes cómo es, al principio la idea era quedarme un año allá — explicó jugando con sus dedos, apretó sus labios volviendo a mirarle — Y, también... quería decirte que lo nuestro... ya no puede ser.
Se quedo quiere mirándolo a detalle esperando que le dijera o hiciera algo, pero solo se quedó callado y retiro con suavidad las manos que las tenía en el dorso de las suyas. Abrazo sus rodillas, mirando al horizonte.
— ¿Por qué?
— Porque...
— Oh, espera, creo saberlo ¿Es por ese otro chico? ¿El alto que me golpeó en la Universidad y fue a la fiesta? — el menos negó rápido con la cabeza al ser descubierto y verlo tan enojado — ¿No? Dios santo Mark no me mientas. Te di toda mi atención, dejando atrás a Do y a esa boba niña que tengo por novia.
— Lo siento, son mis sentimientos no puedo controlarlos. Aprecio todo lo que hiciste por mi, sabes, pero yo no te lo pedí — de acercó un poco dudoso, tomando de nuevo sus manos captando su completa atención — Tú sabes que no me quieres para algo más que solo físico y que agrande tu reputación, y eso al inicio no me importaba pero ahora ya no puedo seguir haciéndolo. Perdón, me importas así que ¿podríamos ser sólo amigos?
— Si así es como lo sentías entonces no entiendo porque seguías conmigo.
— Porque, no podía decirte que no. Los dos no estábamos en nuestro mejor momento y siempre me ha gustado pasar tiempo contigo. Pero ahora que no estaré, fue un gran motivo para hablarte con la verdad ¿No es mejor que seamos amigos? Hemos pasado muchas cosas juntos.
El sonrió algo decepcionado, pero asintió. Sostuvo una de las manos de Lee colocando un anillo brillante.
— Con esto te iba a pedir que fueras mi... no importa quédatelo — suspiró — supongo que si podemos ser amigos, también me agradas y no quiero que dejemos de hablarnos.
— ¡Oh, pero no lo digas así! — pidió dándole unas palmadas — Todo está bien.
Se quedaron unos minutos en silencio contemplando aquel gran Río, hasta que Mark decidió romper el hielo.
— ¿Y qué pasó con Jungwoo? No he podido comunicarme con el — soltó una pequeña risita y automáticamente los dos sonrieron grande, era obvio que le había pasado algo.
— El y un chico un grado mayor se fueron a una habitación. No puedo dar más detalles.
Era de esperarse, sus ojos se achicaron al dar una gran carcajada
— Ese Jungwoo, te apuesto a que no podrá caminar —
— No, no pudo caminar esta mañana.
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Platicaban mientras cenaban. Cada uno había pedido dos platos diferentes para probar y compartir.
John notó que a en la mejilla del chico había un poco de salsa de tomate y sonrió al ver que el otro seguí conversando sin tener idea de lo que estaba en su cara.
— Entonces en la siguiente página dijo que... — pasó su pulgar por donde había quedado aquel residuo y al terminar lo metió a su boca. La expresión de Jaehyun cambio y sus orejas cambiaron de color.
— ¿Todo bien Jaehyun-ie~?
— S-Si yo solo... quiero postre — hizo un ademán para que el camarero se acercara y pidió un gelato grande para compartir.
Al cabo de unos minutos una gran copa de helado de fresa llegó a su mesa, el chico comenzó a comer con entusiasmo. Pero al poco rato se dio cuenta de que el mayor ni siquiera había movido su cuchara — ¿No te gusta?
— No es eso, soy alérgico a las fresas — apoyo su cara contra la palma de su mano — Adelante, puedes terminarlo todo, me llena el solo verte comerlo. Es lindo.
Volvió a aparecer ese ligero sonrojo en sus mejillas, no pudo evitar apretar una de ellas.
