Veinte.

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Salieron de la residencia de los Lee, hacia un restaurante ambientado en los años 70's bastante conocido en la ciudad, donde el chef era un amigo de John de cuando vivía en Chicago.
Desde que llegaron al establecimiento notó como el mayor parecía estar perdido en otra dimensión, su cuerpo estaba presente pero su mente no.
Se quedaba inmerso en sus pensamientos mirando a la nada, mientras jugaba con la comida.

— ¿Todo bien? — cuestionó sacándolo de su transe.

— ¿Eh? Estoy bien, sólo....

— ¿Piensas en Lee? — el sonrío acercando su mano para apretar la mejilla de Jae.

— ¿Te crees muy listo niño bonito? Solo toma tu malteada y no me prestes atención — sonrío, haciéndolo también sonreír al instante. Debía admitir que pasar tiempo con Johnny no era como el lo había esperado, en realidad era un chico bastante agradable y lo hacía sentir cómodo.

Para cuando terminaron de almorzar ya era medio día, condujo hasta la casa del castaño, el había insistido en que no era necesario que lo acompañara hasta adentro, pero al final lo hizo.
Ambos atravesaron el umbral de su casa cuando, la voz de su madre resonó desde la cocina.

— Whitie~ ¿Eres tu? — Jaehyun se tensó por completo al escuchar a su madre llamarlo de ese modo, y con las orejas enrojecidas empujó al más alto a su habitación tratando de esconderlo de ella. Sin embargo a media sala, la mujer de mediana edad, delgada, de pelo muy oscuro y largo se apareció de repente — ¡Oh! ¿El quién es? ¿Tu amigo? — su cara se iluminó de felicidad — Jaehyun-ie~ nunca había traído a nadie aquí, desde que era un bebé siempre ha sido autosuficiente y no le gustaba convivir con otros niños, así que me alegra que el primero que traiga a casa sea un chico guapo como tú...

— ¡Mamá! — la detuvo bastante incómodo mientras el "chico guapo" intentaba contener la risa. Siguió empujándolo hasta que llegaron a su habitación. Cerró con seguro, soltando un gran suspiro.

— L-Lo siento, mi mamá suele ser así — jugueteó con sus dedos.

— Ni lo menciones, Withie~ — se burló ganándose una mirada furiosa que se disipó enseguida cuando tuvo que preguntar.

— ¿Qué harás mañana por la tarde? — antes de contestar, se dedicó a observar con detalle la recámara. Se notaba que le encantaba leer, ya que estaba repleta de novelas, revistas, cuentos, enciclopedias, diccionarios y más.

— Mmm... no tengo ningún plan ¿por qué? ¿Acaso ese fue un intento para invitarme a salir, Jaehyun-ie~? — volvió a mirarlo mal, a causa de ese apodo tan embarazoso.


  ~▪️◼️▪️~


— ¿Quieres ir a comer? — preguntó Mark , era lo único que se le ocurría que podía hacer por ella. Y ya saben lo que dicen, tus penas es mejor ahogarlas en comida. Asintió, el sonrío con ternura, aunque era la mayor se comportaba como la hermana pequeña. Por un momento pensó en cómo sería estar en su país natal sin ella. Diablos, la extrañaría demasiado — Bien, me iré a cambiar, tu haz lo mismo, te espero abajo —

Fue a su habitación para escoger prendas, buscó su celular ya que debía mandarle un mensaje a Jungwoo y saber cómo le había ido. Comenzó a desesperarse al no encontrarlo por ningún lado.

No lo podía haber dejado en la casa de aquella fiesta porque lo tenía en su bolsillo cuando se fue. El estado en el que se puso ayer no lo dejaba recordar el lugar donde se había quedado el aparato con exactitud, aunque lo último qué pasó esa noche fue que viajó en el auto de John. Se maldijo internamente.

Al terminar de arreglarse, bajo a esperar a su hermana, entendía que por ser chica siempre duraba un poco más al momento de peinar su cabello, pero diablos, solo saldrían a comer, no es como que tuviera que estar como una muñeca siempre.

— Irene, creo que dejé mi celular en el auto de John ¿Puedes mandarle un mensaje y decirle que si me lo puede devolver lo antes posible?

— Oish, Mark, eres muy descuidado — lo regaño entrando a una de las camionetas del garage.

— ¡Perdón! Estaba ebrio.

Ella decidió que lo mejor era marcarle, así sabrían más rápido si lo tenía el o no.
Le hizo una seña a su hermano en cuanto contestaron la llamada, el menor rezaba con todas las ganas del mundo que si estuviera en donde el creía y no en otro lugar donde probablemente no pudiera recuperarlo.

— ¿Hola? — preguntó poniendo el alta voz — ¿Johnny?

— ¿Princesa Irene? — cuestionó, escuchándose como ponía en marcha el auto — ¿A que se debe este privilegio de escuchar tu melodiosa voz?

Su hermano la miro para que respondiera, se limitó a rodar los ojos con una media sonrisa.

— Se debe a que tú tienes algo que le pertenece a mi hermanito.

— Ah, eso... — su tono de voz cambio — Estoy ocupado en este momento, voy manejando, te marco después — intentó cambiar el tema.

"Maldita sea, me dará mi celular cuando se le de su gana". Pensó Mark algo molesto por la actitud del otro.

— ¡Oh! Solo te pido que me lo entregues a mi y no veas nada.

— Mmm... soy un hombre de negocios. No doy nada gratis — el pelinegro abrió sus labios indignado, tomó el celular ajeno y carraspeó.

— ¿Qué quieres a cambio? — preguntó, aunque este, al escuchar la voz de Mark le colgó enseguida, no sin antes soltar un "¿Te conozco?"
Le devolvió el celular a su hermana de mala gana, pensando en cómo recuperar el de el. Por supuesto que no se iría a Canadá sin ese dichoso artefacto.


~▪️◼️▪️~

Seo llegó a su casa, casi cinco minutos después deja ver terminado con esa llamada. Creía que todo iba ir bien después de haberse quedado horas jugando con Jaehyun, molestándolo un poco y en quedar en una "cita" el día siguiente, pero hablar con ese niño Lee lo molestaba por alguna razón.

Estacionó el auto en la entrada, Kim ya lo esperaba en la puerta, saludándolo como de costumbre.

— El señor Seo lo espera, joven Seo — habló haciendo una reverencia, John subió las escaleras rumbo a la oficina de su padre.

— Que bueno que llegaste John, toma asiento — dijo en cuanto el entró al lugar, no entendía por que era así de amable, pero aún así obedeció su orden sin pensarlo — Últimamente, he estado en contacto con el señor Lee, y ambos llegamos a la conclusión de que aún son muy jóvenes ambos para contraer matrimonio, los tiempos han cambiado. Y lo más importante ahora es su futuro — su cortesía exagera le estaba provocando náuseas. Cuando el Sr. Lee los acompañó en el estudio entendió el porqué de su comportamiento — Creemos que lo mejor es posponer la boda, sin embargo, debemos considerar el futuro más próximo. Que es atacar a la competencia.

— ¿Qué es lo que exactamente lo que quieres que haga? — el sonrío. Lo miro confundido, nada bueno pasaba cuando sonreía.

— Estarás a cargo de la compañía.

Just Words || JohnMark;🍁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora