Every Night » 𝑆𝑜𝑜𝐒𝐡𝐮

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Cada noche es diferente, a veces reímos, lloramos, tal vez discutimos o solo nos observamos.

Siempre pedía por un beso, y yo siempre terminaba cediendo de alguna u otra manera. Tal vez a través de una discusión o simples palabras de adoración que Shuhua soltaba para romper el silencio.

Esta noche, vino como siempre lo hacía, pero con otra idea en mente:

- Unnie, veamos una película.

- ¿Una película? -reiteré, interrogante.- Si lo aseguras de esa forma, significa que ya decidiste, ¿No es así?

Asintió con una sonrisa, de seguro divirtiéndose ante mi expresión disgustada. Muchas veces sus opciones no eran presisamente lo que buscaba ver en un viernes por la noche.

- Es una película de hace dos años. Se llama Hereditary.

No me daba buena espina.

- Claramente es de terror. -nuevamente asintió, haciendo que soltara quejidos de disgusto.- ¡Shuhua! Ocho de diez veces escoges de terror. Luego tengo que dormir sola. -reprendí.

Se mordió su labio inferior, las ganas de sonreír bailaban en su boca y así pude adivinar en qué pensaba.

Tal vez así, me pides que me quede.

Aquella sensación de estar haciendo las cosas mal me atacó con severidad. Me sentía tan idiota cada vez que elevaba sus esperanzas que, cuando terminaba llorando ante mis respuestas reprochables, me daban ganas de llorar a mí también, ¿Qué estoy haciendo?

Suspiré rendida.- Veamos la película antes de que se haga más tarde. -incité, haciendo que sonriera por completo.- Iré por palomitas.

- Ok, ¡Pondré la película! -alzó la voz mientras me veía abandonando la habitación.

Y, mientras se hacían las palomitas, me di el tiempo de pensar: ¿En qué momento llegamos a esto?

Los últimos meses han sido un desastre en mi cabeza, con sentimientos arriesgados y momentos aún más.

El sonido del microondas me hizo volver a la realidad, sacando el paquete de palomitas del mismo y vertiéndolo en un solo bowl, una pizca de sal y estaba lista -realmente quería creer eso.- para volver a mí habitación.

Las luces estaban apagadas y solo el ruido de la respiración ansiosa de Shuhua me indicaba que ni siquiera había dado play a la película; por lo que fui hasta la cama y me senté, dejando el bowl al lado de la menor y arrastrándome justo al lado del envase sirviendo de mínima separación entre ambas.

Podía sentir su mirada como de costumbre, de noche siendo más intensa al igual que otras veces, y con el mismo resultado: pulso acelerado, los nervios a flor de piel y la ansiedad de sus impredecibles movimientos. 

En silencio le dio click al video en pantalla, definitivamente la película pintaba terrorífica. 

- ¿Y comienza con un funeral? -solté un largo suspiro mientras escuchaba la risa sin disimulos de la menor.- Esto va para rato.

La película era en sí, escalofriante, pero más escalofriante era no obtener ni el más mínimo intento de acercarse por parte de Shuhua.

¿Realmente le estaba prestando atención a algo tan espantoso? O... ¿Sólo busca que yo decida acercarme?

Tal vez estoy pensando lo mucho... Aunque no es como si pudiera disfrutar de esa película, es mucho suspenso para mi gusto.

- Unnie.

- ¿Mm?

- ¿Tienes miedo? -sus palabras eran acompañadas del sonido crocante de las palomitas.- Puedes acercarte si tienes miedo.

Ya lo veía venir, por supuesto que no iba a colocar una película de terror solo porque "le gustan".

- ¿Miedo? Para nada, es solo que... -me detuve.

- Solo, ¿Qué?

- Solo que acabo de recordar que era mi turno de escoger. -completé, contenía algo de verdad.

Entonces pausó el vídeo en cuestión, un suspiro acompañó sus palabras.

- ¿Qué quieres ver?

Sonreí, esta vez dirigiéndole la mirada.- Algún romance. -y antes de que soltase alguna sílaba.- Y no cuentan las sagas con bastante ficción.

- Oww... Yo quería ver Twilight -reí enternecida ante su belfo abultado en un tierno puchero.

La abracé a modo de consuelo, olvidando porqué no lo había hecho minutos atrás. Algunas veces parecía no estar pensando realmente, pero siempre tenía que ver con Shuhua.

- O puede que no veamos nada esta noche. -murmuré aún abrazándola, ganándome una mirada que cuestionaba mis palabras y buscaba explicaciones.

Pero no la dejaría decir algo que me haga dudar ahora, por un momento solo quería realmente disfrutar sin ningún rastro de preocupaciones tontas y dudas sin fundamentos solidos. Después de todo, solo éramos ella y yo.

Me incliné un poco hacia su rostro, dispuesta a besarla y dejarme seducir por ella.

Pero nunca llegué a sus labios.

Interpuso su diestra entre nuestros rostros, besando la palma de su mano.

- Esta noche no, Unnie. -y con ello se separó, levantándose de mi cama y saliendo de la habitación con el bowl vacío en sus manos, dejándome más que confundida aún mirando la puerta.

¿Qué?