‶ˇ⇛ 3

2.4K 303 39
                                    

El día siguiente SooJin demostró su desconcierto con frialdad, ignorando de forma monumental cualquier intento de acercamiento que yo tuviera. Y claro, era totalmente mi culpa, ¿Quién diría que le molestaría tanto que no intentará siquiera besarla la noche anterior?

Desde muy temprano en la mañana noté su descontento, tal vez no debí resistirme a su presencia seductora...

Pero consideraba mis razones tan buenas como para ser fiel a ellas.

- Buenos días, Unnie. -sin respuesta.- Hace un lindo día, ¿No cree?

Me miró por unos segundos.- Supongo. -y continuó con su desayuno.

Me mordí el labio.- tal vez debería sacar a Haku y a Mata a dar un paseo aprovechando la mañana libre... JinJin, ¿Me acompañas? -me miró seria y negó con lentitud.

Tal vez pensaba en arrepentirse ¿No?

- Tengo otras cosas que hacer. -respondió tajante. Al parecer no cambiaría de idea tan rápido.

Podía sentir a la mayor de todas intercalando su atención entre la pelinegra de labios gruesos y yo, tal vez preguntándose qué demonios había pasado para que SooJin se negara hasta de sacar a dar un paseo al par canino.

Creo que la mayor incomodidad la tenía Miyeon-Unnie, pobre, en medio de todo este alboroto silencioso.

Con un suspiro asentí en comprensión, no insistiría más aunque eso fuese lo que espera que haga. Lo presentía, más decidí descartar la idea, nuevamente mis razones haciendo eco en mi cabeza y con ello decidí aprovechar la mañana y sacar a dar una vuelta a los cachorros.

El resto de la mañana fue igual, sobretodo el tener que disimular frente al resto de las miembros, si dejaba mis demostraciones e intentos de acercamiento cualquiera podría notar que algo sucedió, era suficiente con que Miyeon-Unnie haya tenido que presenciar su actitud cortante a primera hora de la mañana.

La tarde no fue mucho mejor, por lo que en el momento en que cayó la noche, me sentí aliviada, cosa que no duró mucho; aquel alivio fue reemplazado por el nerviosismo de que tendría que dar una explicación a la mayor, si es que aún la quería.

Lo más difícil fue a la hora de dormir, ¿Debería seguir la rutina e ir a su habitación? O... ¿Sólo debería ir a la mía? Me costaría dormir, pero sería un pequeño precio a pagar.

Estaba de pie frente a su puerta, dudaba, realmente dudaba de siquiera entrar.

Aunque no me dió tiempo de arrepentirme cuando abrió la puerta.

- ¿Necesitas algo? -otra vez ese tono cansón y tajante. Estaba con su cabello recogido en una corta coleta y de brazos cruzados. ¿Así se siente temblar bajo su mirada?

- Huh... sí. -respondí algo apenada, tal vez intimidada.- Hablemos sobre anoche.

Arqueó una ceja mirándome con ironía. "¿Ahora sí piensas hablar?"

- Sí, Unnie. Te diré porqué sólo me fui a dormir.

Aunque lo que menos hice fue dormir.

Su mirada parecía ver a través de mi, suponía que intentaba detectar algún rastro de broma o mentira en mi. Pronto se hizo a un lado, dejándome entrar a su habitación y cerrando la puerta.

Fue hasta su cama, sentándose en la orilla y dedicándome otra mirada escurridiza e intensa, palmeando el lugar a su lado en el colchón. Simplemente obedecí la orden silenciosa.

Estuvimos en silencio durante un par de minutos, por supuesto, era yo quien debía hablar. ¿Cómo decirlo?

¿Ser directa?

¿Ir desde la raíz?

No había una forma correcta.

- ¿Y bien?

Solté un largo suspiro antes de hablar.- Lo he estado pensando mucho, al menos por unas cuantas semanas. -comencé, revolviendo un poco mi cabello, a ver si aquello ordenaba mis pensamientos.- SooJin, no pienso continuar con esto. Lo que sea que tengamos. -declaré con una confianza titubeante.

Entonces su expresión se deformó, de incertidumbre a desconcierto.

- ¿Pero que estás diciendo?

- ... Lo que escuchas, Unnie. -aseguré.- Siempre soy yo quien tiene que acercarse a ti. Abrazarte, besarte. Siempre soy yo quien tiene que dar el paso para recibir aunque sea un poco de ti, SooJin.

Mi voz se quebraba ligeramente, no apartaba la mirada de sus ojos mientras sentía los míos arder por las posibles lágrimas que caerían en cualquier momento. Odiaba esta sensación de insuficiencia e inutilidad.

- No quiero tener que mendigar por un poco de tu atención, sabes a lo que me refiero. -continué mirándola, sentía que si dejaba de hacerlo terminaría derrumbándome por el revoltijo de emociones.

La contraria parecía estar en conflicto, tal vez mis palabras estaban haciendo algo de ruido en su interior.

- Pero si anoche...

- ¿Anoche? -reí sin ganas.- Anoche solo tuviste un choque interior porque simplemente no intenté nada. ¿Entonces debo solo ignorarte para obtener algo que debería recibir porque quieres hacerlo y no por obligación?

No obtuve respuesta, ahora se veía acorralada, dócil.

Ella sabía que yo tenía la razón por completo. Y eso dolía.

- Cuando creas que realmente puede existir un nosotras, sabes que hacer.

No quería escucharla, no ahora, así que salí de ahí y fui a mi habitación.

Tampoco me atreví a verla, porque entonces cedería a su súplica silenciosa y no resolveriamos nada. Necesitaba hacer esto ya.

Ya eran demasiadas las noches en las que SooJin me hacía enamorarme de nuevo de ella sin hacer nada más que estar ahí.

Every Night  » 𝑆𝑜𝑜𝐒𝐡𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora