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Un par de semanas habían transcurrido en un abrir y cerrar de ojos.

A pesar de que habíamos acordado tomar las cosas con calma, pensé que al menos recibiría algo de su atención.

Pero siempre estaban los ocurrentes planes que surgían de la nada junto a la tailandesa.

No es que me molestara que pase el rato con Minnie-Unnie, pero sentía que toda la atención que yo deseaba la recibía la rubia sin el mínimo esfuerzo.

Nuestras promociones tenían una semana de haber acabado, por lo que teníamos más ratos libres para disfrutarlos a conciencia. Anticipando que hoy no tendríamos absolutamente nada en nuestra agenda, decidí invitar a Shuhua a una salida.

Aunque en este punto no me sorprende su respuesta.

- Lo siento, Unnie. Ya he quedado con Minnie para almorzar juntas y caminar un poco.

- Ah, cómo si pasar tiempo juntas todos los días en el departamento no fuese suficiente... -me quejé farfullando lo más bajo que mi molestia permitió.

A raíz de lo mismo, decidí salir del departamento de todas formas y venir a la empresa, por lo que después de estar un par de horas bailando para descargar esas emociones, terminé viniendo a la sala de descanso. Sostenía entre mis manos un agua embotellada y jugaba con la tapa, dándole vueltas para abrirla y luego cerrarla continuamente.

- ¿Problemas en el paraíso?

La voz de SoYeon me hizo chillar del susto, un chillido agudo y molesto. ¿En qué momento terminó detrás de mí? Casi dejo caer el agua embotellada, ahora sosteniéndola con fuerza.

- ¿Que haces aquí, Soyeon-ah? -negué, descartando la idea.- En realidad no estoy tan sorprendida de que este aquí. -reí.

Se encogió de hombros con una sonrisa mientras tomaba asiento a mi lado en el largo sofá.

- Ya sabes, siempre hay ideas que no puedo dejar escapar. -murmuró, claramente estuvo desde temprano en su estudio. Lo notaba en su cómodo calzado.- Y muchas veces escribirlas no son suficientes. -rió.

Nos quedamos en silencio durante unos minutos, habían veces en las que toparse con SoYeon estando dentro de la empresa era difícil, ya que podía pasar horas y horas en su estudio y no necesitar de ninguna de nosotras durante ese momento, aunque YuQi era quien insistía de vez en cuando en hacerle una visita. Este encuentro tenía lugar en 1 de 100 momentos.

- ¿Llevas rato aquí? -preguntó mientras comía del snack que descansaba en la mesa.

Asentí.- Un poco, decidí venir y practicar un poco mi baile. -mencioné con tranquilidad, no es como si aquello fuese totalmente una mentira.

- Ah... Entonces, ¿No es porque Shuhua-yah está pasando demasiado tiempo con Minnid-Unnie? ¿Cierto? -soltó de la nada, ahora tomando de la pajilla de su jugo de cartón. ¿En qué momento lo agarró?

Sonreí fingiendo desinterés.- Para nada, no sé de donde sacas esas cosas SoYeon. -desvié la mirada.- Además, por como lo dices, tiene algo que ver con Yuqi-yah, ¿No es así? -devolví con interés.

Solo sonrió. Volvimos a quedar en silencio. El ruido de la pajilla llenaba esa ausencia.

- La diferencia es que Yuqi-yah y yo no somos nada más que amigas, Soojin. Así lo decidimos. -continuó sorbiendo de la pajilla.- Sabemos lo que sentimos, por lo que está bien ser amigas. Mientras que Shuhua-yah y tú tienen un camino espinoso, lo sabes bien. -señaló con obviedad.

Y no podía discutir mucho ante eso, no era muy díficil saber que aquella rutina de peleas tontas entre ese par no eran más que la fachada para sus sentimientos, pero así como no se involucraron en mi relación con Shuhua, nosotras no lo hicimos en la relación de ellas. Fue un pacto silencioso de respeto.

- Tengo celos de Minnie, tengo que admitirlo. -confesé en voz alta, siendo la primera vez que lo hacía.- Pero es que para ella es tan fácil ser así de espontánea con sus sentimientos, que me hace sentir insegura; tal vez Shuhua encuentre en ella todo lo que a mi me falta.

Tarareó en respuesta, tal vez pensando en que decir para no hacerme sentir peor. O...

- Entonces no eres insegura sobre ti. Sino sobre Shuhua. -murmuró.- No confías en los sentimientos de ella, y lo reflejas con los celos hacia Minnie-Unnie. Deberías trabajar en eso. -se levantó y deshechó la cajita de cartón en un cesto de basura.- También deberías hablarlo con Shuhua, después de todo es la fuente de esa inseguridad. -se dirigió a la salida.

Por como lo veía, desde su perspectiva revelada a mi; tenía mucha razón, reflejaba mis inseguridades en la menor. Pero eso no quitaba que sus propias acciones acentuaban cada sensación.

- SoYeon.

Se detuvo y giró hacia mí.- ¿Qué sucede?

- No quiero ser entrometida pero, en serio tengo curiosidad. -hablé desde mi sitio.- ¿Por qué Yuqi-yah y tu decidieron ser solo amigas?

Volvió a sonreír, se veía tranquila y sin algo que la atormentara.

- Porque no queríamos dañar nuestra amistad, ni sentir la presión de una relación, o estar atada a alguien más. -soltó despreocupada.- Tal vez nuestra relación a simple vista demuestre nuestro fuerte lazo, eso no significa que ignoremos por completo nuestros sentimientos. Mantenemos el título de amigas, porque antes de que nuestros sentimientos fuesen más allá, primero fuimos amigas. -volvió a darme la espalda.- No importa el título que tengamos, igual damos algo de felicidad a la otra, por lo que está bien. -rió.- Espero logres resolver tus conflictos internos, Soojin. Nos vemos.

Volví a quedarme sola en la sala de descanso. Tenía mucho que pensar ahora, y lo que SoYeon reveló sobre su situación con YuQi me hizo ver cosas que antes no noté.

Como que, antes de confiar mis sentimientos en alguien más, debía confiar en mí. Haría uso de su extraña forma de aconsejar, y hablaría con Shuhua, espero que pronto.

Every Night  » 𝑆𝑜𝑜𝐒𝐡𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora