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Sus expresiones y palabras tan frías e indiferentes me hicieron pensar en como me podía ver yo la mayoría de las veces, haciéndome sentir tan mal que hasta comenzaba a arrepentirme de pedirle que hablemos. Más no era opción echarme para atrás, sentía que ya la perdía, ¿Exageraba? Posiblemente, pero se me dificultaba acallar aún más mis inseguridades.

Luego de decidir que haría las cosas solas no fue muy díficil encontrar la primera y la más persistente de las piedras en mi camino: mi miedo irracional ante la posibilidad de una relación junto a la chica que amo. Sumado a ello, las constantes frases que conllevan 'no' en alguna parte de esta, casi como un mantra inconsciente que hace que termine echándome para atrás; como si las palabras se quedarán atoradas en mi garganta y se acumularán en un nudo cada vez más enredado en mi estómago.

Las excusas en mi cabeza se me hacían interminables lo que costaba combatirlas con alguna clase de positivismo fantasma, ahora lo intentaba con más ganas, un miedo mayor colándose en mi ser como una posible realidad que podría estar más cerca de lo que pensaba: el momento en el que Shuhua se rindiera por completo conmigo, porque ella siempre fue persistente, siempre luchó. Si ese miedo se volvía mayor a cualquier otra cosa, debía actuar cuanto antes.

Mis pensamientos detuvieron todo su rumbo caótico en cuanto cerré la puerta del departamento detrás de mí y me encontré con la mirada interrogante de MiYeon, sabía que desde los indicios de que estaba sucediendo algo ella moría por preguntar, más no lo hizo en ningún momento. Pero siempre pude notar lo preocupada que estaba, por ambas.

Suspiré, caminando hacia la mesa y tomando asiento frente a la castaña. Su expresión interrogante no había cambiado mucho, pero si denotaba que se encontraba a la expectativa de lo que fuese a decir.

- Unnie. ¿Podrías aconsejarme? -la miré con inseguridad, no me importaba ser vulnerable en este momento.

La mayor solo asintió hacia mí, tomando su taza humeante entre sus manos y llevándola a su boca dando un largo sorbo de esta. No dejó de mirarme en ningún momento, demostrando que su atención estaba totalmente en mi.

Tomé una gran bocanada de aire y solté el aire con lentitud, buscando relajarme antes de continuar.

- Me gusta Shuhua.

- Lo sé.

Fruncí el ceño, negando ligeramente.- Hablo en serio, Unnie. Me gusta Shuhua.

Sonrió ligeramente.- Lo sé. -repitió.

Suspiré.- Pero he metido la pata hasta el fondo. -continué.- Tengo miedo. De muchas cosas.

- ¿Miedo? ¿De qué? -me miró intrigada.

- De que sé de cuenta de que hay mejores que yo y me abandone.

De no ser alguien bueno para ella.

De que se decepcione tanto que ya no pueda ni dirigirme la mirada.

Creo que suficiente miedo poseo con el hecho de amar a alguien con locura, y que ese alguien te ame con la misma o mayor intensidad de lo que tú lo haces. Siento escalofríos por todo aquello, porque es cierto.

- Tengo miedo de no poder hacer feliz a Shuhua como se merece.

- Entiendo... Pero, Soojinnie. -tomó otro sorbo de su bebida.- ¿Haz pensado en si Shuhua se siente igual? -hizo una pausa.- Puede que Shuhua también tenga miedo de lo mismo, hasta de más cosas de las que tú tienes miedo.

Hice el ademán de hablar, pero me mantuve en silencio, inquieta por sus palabras. Tenía un punto.

- Puede que, frente a ti, haga que todo está bien y que no hay nada que pueda derrotarla. -murmuró de manera pausada.- Pero cuando no estás mirando, se puede notar toda su inseguridad en sus ojos. La forma en que te mira, como te habla. -resaltó.- Ella al igual que tú, tiene miedo de perderte.

Mordí mi labio inferior, en un intento de retener mis lágrimas.

- Unnie, he sido una idiota durante mucho tiempo. -reí con notable tristeza.- Mientras que yo retrocedía para alejarme, Shuhua solo avanzaba más y más hacia mí.

Asintió.- Haz sido un poco necia. -sonrió.- Bueno, bastante necia. ¿Por qué te complicas tanto? Algunas veces solo debemos amar sin pensar en los demás, sé que puede ser egoísta, pero no siempre la felicidad de los demás debe estar por encima de la tuya. -entonces su expresión se volvió melancólica, podía sentir que había algo en sus palabras más allá de hacerme entrar en razón.

Más no era el momento de indagar en ello.

- Tienes razón, Unnie. Gracias. -me levanté rodeando la mesa e inclinándome para abrazarla.

Correspondió a mi abrazo.- Ve por ella, SooJin.

Every Night  » 𝑆𝑜𝑜𝐒𝐡𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora