— ¡Una tienda de regalos! – YeonHo apunta con un dedo, viéndolo alejarse – ¡Por favor, papá!
— No grites, YeonHo, me desconcentras.
— Pero quiero elegir un regalo para GyeHyeon – se acomoda en su asiento, formando un ligero puchero.
— No hay tiempo, deben dormir bien, para ir a la escuela. Mañana...
— Yo quiero ir ahora.
— Espera hasta mañana.
— ¡No!
— ¡Obedece, YeonHo! – detiene el andar del coche y voltea a mirarlo seriamente – No hay tiempo, para comprar los regalos de GyeHyeon hoy. Mañana los llevaré.
Los niños se asustan por la seriedad en su padre y guardan silencio hasta llegar a sus camas. Incluso KangMin y YongSeung accedieron dormir en sus habitaciones.
HongBin se siente un poco culpable, por tratar de esa forma a sus hijos, pero su jefe se había puesto muy pesado con todos sus empleados, por bajar el ranking de competencia empresarial, y les había dado trabajo extra. Los descansos eran muy cortos y entendían que también fue su descuido despreocuparse por la ausencia de su competencia, el golpe fue demasiado fuerte cuando regresaron con muchas promociones y personajes famosos. La atención del proveedor y los ingresos económicos disminuyeron de forma drástica.
Por eso HongBin busca nuevas formas de atraer su atención, revisando y navegando en su portátil hasta muy tarde. Estaba tan concentrado que, no escuchó el sonido de la puerta de una habitación de sus hijos.
— YeonHo, ¿A dónde vas? – YongSeung no lograba conciliar el sueño, por escuchar los constantes movimientos de su hermano en cama y siente curiosidad, cuando lo ve bajar – ¿Vas con papá? ¿Puedo ir contigo?
YeonHo le mira de soslayo, con algo de molestia y camina a abrir la puerta, porque es un poco más alto que YongSeung y su agarre es más firme.
YongSeung baja de su cama y sigue a su hermano, para ir donde su padre, pero YeonHo se apresura en salir y cerrar la puerta, dejandolo dentro.
— YeonHo, por favor, abre. Yo también quiero ir – con un oído trata de escuchar al otro lado de la puerta – YeonHo – no recibe respuesta.
Intenta abrir la puerta, con sus propias manos, pero como siempre el pomo no cede.
YongSeung suelta un gemido y regresa a su cama, se cubre el cuerpo con la frazada hasta el cuello y mira el regalo de su tío Hyuk. Parecía brillar esa noche, a pesar de estar en el suelo y a lado de su armario, la muñeca parece que lo mira y le brinda su luz, para tranquilizarlo.
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GyeHyeon escucha la puerta de su habitación, se sienta, verifica que KangMin sigue durmiendo y se sorprende ver a YeonHo llegar hasta su cama.
— ¿Qué haces aquí, YeonHo?
— Perdón – le abraza.
— ¿Qué?
— No te haré enojar más, tampoco haré que llores. Seré buen hermano, por favor, perdóname.
GyeHyeon tan sólo asiente, porque tiene sueño.
— Podrías haberlo dicho mañana.
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Por Aquella Noche
Mystery / ThrillerDonde HongBin debe cuidar a cinco niños desde una noche en la que se dictó el completo cambio en su vida.