Por Aquella Noche

Treinta y nueve

Llegan sanos y salvos a la humilde morada de GongChan, la cual está ubicada en una tranquila zona residencial apartado de la ciudad, contando con cuatro pisos, siendo uno para alojar los coches y esconde una sala de juegos.

Cuando todos estuvieron finalmente reunidos en un mismo lugar, se presentaron mejor con los padres de DongGeon y Mina, para que sus niños vayan a jugar mientras ellos conversan sobre sus trabajos y los niños miran con curiosidad. Escondiendo sus propios asuntos, para no incomodarlos.

— ¿Cómo están? – pregunta DongGeon volviendo a sentarse en el piso después de abrazar a sus amigos por extrañarse mucho.

—Muy bien, gracias – responde Mina y GyeHyeon asiente sonriendo alegremente.

Se quedan callados y nerviosos, sentados en el pasillo del último piso en la casa.

— ¿Saludamos a sastrero Jung?

— ¡Sí!

GyeHyeon no parece estar de acuerdo.

— ¿Qué les parece otro día? Mina aún no nos dice cómo se lastimó el brazo.

— Sólo me tropecé y caí. No es tan grave – agita su brazo vendado – Puedo utilizarlo como siempre – velozmente se pone de pie y palmea las espaldas de sus mayores – Arriba. Hyeonie debe empezar con su misión.

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— ¿Enserio usted es mi papá? – YeonHo pregunta a Leo, desde las piernas de Ken.

— Que sí, YeonHo, todos te dijeron lo mismo – dice MinChan cansado de la misma pregunta.

Leo decidió presentarse como su padre, para tener más cercanía con los niños, pero sólo MinChan presta atención. YeonHo sólo está descansando en el sofá frontal, para seguir jugando con sus tíos al igual que KangMin con Hyuk. YongSeung está con HongBin y GongChan aún desempacando.

DongHeon está sentado a un lado de Leo y HoYoung a su otro lado, mirando con curiosidad al primer mencionado.

— No te había visto en mucho tiempo – dice JaeHwan a TaekWoon, llamando la atención de MinChan – Tampoco sabía que tenías hijos.

— ¿Se conocían? ¿Cómo?

— Bordó mis vestuarios para varios musicales.

— ¿En serio? – YeonHo también se sorprende – ¿Hizo lo que tenía puesto en esos carteles?

— Algunos – responde Leo y mira a Ken – Quería evitar que reposteros busquen en mi vida, por sólo cuidar de uno. Aún no olvidan el tema sobre la madre y hablar sobre mi vida con un cliente sería aun más problemático.

— Hablo de hace siete años. Cuando nos conocimos fuera del trabajo.

SangHyuk mira seriamente a TaekWoon, quien se mantiene callado.

— Son muchos años, MinChan-hyung.

— ¡Sí! ¿Cuánto tiempo es siete años, DongHeon-hyung?