Capítulo cuatro🍭

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La joven estaba caminando con la castaña vagando, estaban buscando algún lugar para comer, aunque sabían que la castaña cocinaría por navidad.

- Y tu amigo, ¿Aceptó venir?.- Habló la castaña mirando a la joven que estaba mirando al suelo.

- Si, dijo que no estaría mal, de hecho, necesita la dirección.- La joven miró a la castaña y sonrió, por dentro la castaña moría.

- Luego se la paso.- Habló la castaña sin interés y despistando la vista.- _____, ¿De dónde conoces a ese chico?.-

- ¿Dake? Lo conocí mientras estudiaba, el me ayudó a terminar de pagar mi universidad, y conseguimos trabajo juntos.- La cara de la joven se iluminaba al hablar sobre ese chico, la castaña lo notó y sintió una mezcla de celos y desprecio.

- Entonces lo debes querer mucho ¿No?.- La castaña habló seria mirando a la joven.

- Bueno, es como un hermano para mí, y el lo sabe, me cuenta todo sobre el, y yo le cuento todo a él.- La joven seguía hablando feliz sobre el chico mientras que la castaña por dentro sentía alivio.

- Oh, entonces no te ena-.- La castaña fue interrumpida.

- No, no estoy enamorada de él, y el tampoco.- La joven recordó algo y soltó una risita.

- ¿De qué te ríes?.-

- Nada, recordé algo.- La joven cubría su boca sonriendo.

- Mhm, _____...-

- Tamara, creo que ya te lo dije, pero estoy feliz de que volvamos a ser amigas.- La joven sonreía mirando al frente.- Ahora si ¿Que me ibas a decir?.-

- ¿A ti ya te a gustado alguien?.- La castaña solo preguntaba para tratar de descubrir la sexualidad de la joven.

- Creo que no, aunque en el colegio había un chico aparte de Dake que me caía bien, aunque creo que yo no le caía bien a él.- La joven sonrió nerviosa comenzando a caminar un poco más rápido.

- ¿Por qué lo dices?.-

- Siempre solía molestarme, aveces me encerraba en los casilleros junto a Dake mientras se reía.- La joven comenzaba a caminar cada vez más rápido y la castaña trataba de seguirle el paso.

- Dicen que los chicos molestan a las personas que les gustan.- La castaña quería callarse, que tal si aun tenía contacto con esa persona también trataba de alcanzarle el paso a la joven.

- Quizás.- La joven dejó de caminar rápido ya que sintió la mano de la castaña en su hombro pidiendo un respiro.- ¡A-ah! Lo siento.- La joven apuntó a una banca que había cerca y ambas fueron a sentarse ahí.

- Y entonces, ¿Solo te agradaba o te gustaba ese chico?.- La castaña parecía investigar a la joven.

- Has estado haciendome muchas preguntas sobre mi, que pasa, ¿Te comencé a interesar de la nada?.- La joven reía mientras la castaña miraba a otro lado tapando su cara con una mano sonrojada.

- Ah, no, no, sólo que, ah.-

- ¿Por qué te pones nerviosa?.- La joven reía.

- No, no es nada, sólo.- La castaña dejó de hablar al ver que la joven sacaba su teléfono al sentirlo vibrar, la joven pidió un momento a la castaña y contestó una llamada.

Quería ser sincera con la joven, necesitaba decirle lo que opinaba y sentía sobre ella, decirle que le gustaba cuando tenía su sonrisa nerviosa, cuando hablaba con esa voz tímida, cuando se acerca a la castaña. Todo

Amargada [Tamara × Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora