♡𝗠𝕀 𝗡𝕀𝗡𝔸 𝗟𝕆𝗖𝔸 𝗘 𝕀𝗡𝕊𝗢ℙ𝗢ℝ𝗧𝔸𝗕𝕃𝗘♡

•𝟭𝟡•

Al principio nos sentíamos incómodos de tocarnos, pero luego nos dimos cuenta que en la universidad casi hacíamos el amor dos veces. Me di la vuelta y arecoste mi cabeza en su pecho. Sentia como su brazo me abrazaba por la cintura cautelosamente.

No podía creer que ahora el y yo estemos en la misma cama abrazados. Lo bueno de todo esto es que ahora me abraza por ser Karol, no por Luna y eso me hace sentir aún más feliz. Me siento tan feliz de poder volver su perfume, de ver lo mucho que cambió estos años.

Lo extrañaba.

De apoco mis ojos me estaban pesando y veía todo aún más borroso. Estaba apunto de caer en sueño profundo, cuando la voz de Rugge me interrumpe. Rápidamente abro los ojos y lo miró.

— Karol, te extrañé mucho - Acariciando de repente mi cabeza -

— Y yo a ti - Y en eso, veo todo oscuro. Ya me había dormido -

[••••]

Ruggero.

Estaba abriendo mis ojos y tratando de estirar me en la cama, cuando siento algo pesado arriba de mi. Cuando veo que es lo que me pesa, rápidamente me quedo quieto. Era Karol la que estaba arriba de mi.

La acomode mejor en mi pecho y hay pude estirarse un poco. En todo momento la observaba dormir. Parecía tan tierna. Nunca pensé que ella sería Karol, siempre pensé que era Luna. Pero ahora que se que es Karol, no la dejare sola nunca más.

Si que se veía hermosa después de ochoc años. Nunca pensé que cambiaría tanto su apariencia. Su cabello, su cuerpo, su cara, todo cambió en ella. Exepto su humor. Sigue siendo igual.

De apoco acaricie su cabeza delicadamente, viendo cómo dormía. No podía dejar de contemplar la, es tan linda y tierna. De apoco siento como se remueve en mi cuerpo. Veo su carita y estaba arrugado su nariz. Se estaba despertando.

Segui acariciando su cabeza, mirando hacia otro lado. Ella paró de removerse y siento como unos ojitos verdes me miraban. Volteo para verla y estaba en lo correcto, ella estaba despierta.

Se frotó tiernamente sus ojitos y bostezo. Se ve que aún tiene sueño. Me da mucha risa y ternura a la vez.

— Buenos días - Susurra con su voz de niña -

— Buenos días - Con mi voz ronca -

— ¿Dormiste bien? - Acomodándose en mi pecho y cerrando sus ojos -

— Bien, solo que una niña no me dejó levantarme - En eso, ella sonríe -

— Que raro, ¿No? - Riendo ligeramente -

— Si, muy raro - Sonrio -

Estaba apunto de preguntarle algo, cuando alguien toco la puerta y nos interrumpió. Otra vez. ¿No nos pueden dejar a solas apenas cinco minutos para hablar?. Necesito preguntarle muchas cosas y ellos nos interrumpen.

Karol se levantó de la cama y abrió la puerta. Atrás de ella estaba el padre de ella con una cara de cansado. Nos miro a ambos y su mirada se clavó en la de Karol.

— Mija, luego hablamos. Necesito que hagas una cosas por mi.

— Si, papá no te preocupes.