Capítulo once.

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Harry:

Desperté solo en la habitación. Y todo volvía a la normalidad, de seguro y me había quedado dormido mientras veía la televisión la noche anterior. Me senté sobre la cama, agaché la cabeza y me sacudí el cabello. Me pasé las manos pensando en cuando suave se sentí la piel de ____. Cerré los ojos y su aroma aún pertenecía ahí, en mi cabeza.

-¿Búscas a alguien? - Murmuró, volteé sin poder evitar que mis labios se curvasen sacándo un suspiro.

Su cuerpo se apoyaba a un lado de la puerta, dándo una apariencia cómoda en cuanto al gesto. Me puse de pie y caminé hacia la ventana, corriendo las cortinas de esta. Sus pasos se oían débiles y analizados atraves de la alfombra.

- Lindo trasero, señor Styles - Murmuró besándo mi espalda. Reí, y atraje su brazos hasta mi. Y me acobijé en su cuerpo. Sobre la ventana fría y empañada por nuestras respiraciones cálidas dentro de la habitación, tracé con la llema de mis dedos su nombre.

Apoyó su rostro sobre mi hombro y lo besó debilmente para luego volver a alzar el ostro. Su pecho se pegaba a mi espalda y sus dedos se entralazaban en mi estómago, no era difícil conocer cuando sonreía y cuando no. Pues siembre podía sentir sus labios curvarse a mi lado, como en este momento.

Quitó sus dedos de mi estómago y con la llema de su dedo índice escribió mi nombre junto al suyo en la ventana.

- He preparado la cena - Habló suave a mis espaldas. Tomé su mano derecha y la besé - Vamos, muero de hambre.

Unió nuestras manos y me hizo dar una vuelta para quedar frente a ella, sonreí besándo sus labios cortamente mientras camibamos a la cocina, el olor dulce a café llenó mis sentidos. Teníamos hambre.

Me dejó tomar asiento en el comedor y corrió a la cocina, sus pies descalzo de veían demasiado pequeños y frágiles a comparación de los míos. Volvió con una bandeja de galletas en sus manos y un bóxer en su boca. Dejó la bandeja sobre la mesa y me arrojó con una de sus manos libres la pieza interior.

Para cuando ella volvió con los cafés, yo estaba semi desnudo. Tomó asiento a mi lado y nos besámos.

- ¿Quieres salir luego? - Murmuré sobre sus labios, ella asintió mordiéndose el labio inferior. Deseaba volver a la cama con ella en este mismo momento.

Pasó sus brazos por encima de mi nuca y abrazó mi cuello.

- Te extrañé - Suspiré sobre sus labios. Me acerqué a ellos mientras observaba como una rojiza curva le abría el paso a una blancas perlas. Besos cortos y pausados se respiraban en nuestro ambiente.

...

- Deja de torturarme, y dime la verdad - Insistí, mientras cortaba mi sonrisa - ¿Dormiste con ella?.

- Por supuesto que no, ángel - Frunció el ceño apartándose de mí - ¿Cómo puedes pensar en eso?.

- Ay, vamos. Tu también crees en la probabilidad de que dormí con Zayn - Bufé cruzándome de brazos.

- Bueno, su relación lleva un par de meses deshecha. Se querían suficiente. Y bueno Malik no me engaña, cariño - Soslayó - Él aún te ama.

Para ser sincera, y aunque lo tuviese en cuenta. Cada vez que oía aquello, sentía qué un balde de agua fría me caía encima.

- Pero yo te amo a ti - Comenté mirándole a los ojos, él sonrió levemente mostrandome su hoyulo, miró y mis labios y comentó.

- Yo también.

(...)

- ¿Hacia dónde me llevas? - Rió Harry mientras yo conducía el automóvil.

Necesitaba saber sobre Camille, Gemma, necesitaba saber sobre Zayn. Sinceramente el estómago me daba mil vueltas de tan sólo pensar en su reacción al verme con Harry. Sonreí fingiéndo normalidad y pasé mi mano por su pierna de forma cariñosa. Harry la tomó rápidamente besándo mis nudillos. Una cálida corriente recorrió mi columna vertebral hasta llegar a mi cráneo.

Aún con los ojos en el camino hablé.

- Quiero qué conozcas a mi razón de ser desde qué te fuiste - Hablé armoniosa.

Harry no me respondió en lo absoluto, solamente pasó su mano por mi pierna dejándola en ella. Miré por el rabillo de mi ojo y noté que su mandíbula estaba completamente tensa, de seguro podía pensar un millón de cosas sin sentido. Y sobre todo fuera del tema real.

Me estacioné fuera del motel en el que me estaba alojando anteriormente. Harry quien seguía aún con su mano en mi pierna, presionó sobre ella dejándome un leve dolor soportable. Gruñí levemente mientras sacaba la llave del automóvil y volteé a verlo. Todo estaba en un silencio absoluto.

Styles sostenía una mirada dominante sobre mí. Reí y me tiré sobre él. Rápidamente sus manos llegaron a mi cintura reprimiendo la distancia. Respiré de manera lenta mientras observaba su ceño fruncido, pasé mi dedo por encima de su frente y con suavidad su rostro se relajó.

- ¿Te preocupa qué haya un hombre más ahí? - Hablé suave sus labios. Su mirada reflejó un leve dolor y negó suavemente. Me acerqué a sus labios y lo besé. Cuidadosamente y sin querer separarme de sus labios, pasé ambas piernas sobre las de él. Abriéndolas para estar más cómoda.

Sus manos subieron y bajaron por mi cintura hasta llegar al final de mi camiseta. La intesidad de Harry aumentó sin querer soltarme. Era rudo, pero me gustaba. Cuando ambos estuvimos de a cuerdo nos separamos levemente, pero Harry no me soltaba el labio. Estaba ahí entre sus dientes. Mis ojos aún continuaban cerrados.

- Eres mía - Habló con voz ronca soltando mi labio inferior - Solamente mía.

Abrí mis ojos y observé sus ojos. Se habían tornado algo oscuro con señal de deseo y excitación. Sentí que la parte más oscura de mi amaba esta parte de él. Pero mi subconciente me decía que las veces anteriores en que reconocía esos ojos sólo decían ''problemas, nena''. Sin embargo mi temor, no existía.

- Bajémos - Suspiré abriendo la puerta aún sobre él, pero Harry la cerró de inmediato. Le miré con inquietud. Me tomó de la nuca con firmeza y nuevamente nos besamos.

Su lengua reccionaba deseosa por más, lujuriosa. Y sus toques en mi espalda resultaban levemente rudos.

Sabía qué sólo eran celos, unos celosos bastante difíciles de rechazar.

Me acerqué más a su pelvis sintiendo su demanda de placer. No era intencional, realmente la postura que llevaba anteriormente me comenzaba a parecer incómoda.

- No es bueno correr de tus miedos, Harry - Hablé sobre sus labios refiriéndome a lo que pasaría ahora, él bufó soltándome. Abrió la puerta he hizo que me bajara de inmediato.

¿¡Quién lo entiende!?.

Cuando ambos llegámos a la puerta de mi habitación toqué. Mis llaves se quedarón en el automóvil. Rápidamente la puerta se abrió con Camille alborotada.

- ¡Papá! - Sonrió entusiasmada saltándo a los brazos de Harry. Él sonrió.

- ¿¡PAPÁ!? - Grité confundida.

 

INTOCABLE | 2° temporada EP.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora