Capítulo dieciséis; Now.

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Forcé el cerrojo con tranquilidad, me temblaba el lábio inferior al igual que mi torzo, dí un paso hacia adelante ingresando en el departamento. El olor a pino incrementado con un olor a almendras distrajeron mis sentidos, sentí como si una flecha atravesara mi cabeza de inmediato cuando sentí mi corazón doler al recordar el pesar de las fechas ya vividas.


Respira hondo, un paso más y suelta.


No todo era mal aquí, avancé hasta la cocina aún habían un par de cosas sobre la mesa, corrí al baño y supervicé el baúl, el vestido estaba en su interior. Caminé hasta la habitación con su olor intacto de pintura fresca y los cuadros algo desordenados, la cama sin hacer y ropa mía esparcida por doquier. Salí al balcón paz para mí, paz absoluta.


- Buenas tardes, creí que ya no era mi vecina- Río por encima de mí. Observé en mi entorno y nada. Continué búscando.


- Sí estuve algo ausente en este perio... - Le encontré por encima mío con una sonrisa de lado a lado, en una poscición bastante cómoda, su hoyuelo izquierdo y sus ojos esmeralda. Harry estaba en el balcón del departamento sobre el mío. - ¿Hace mucho que se hospeda aquí?, creo que no nos hemos presentado bien aún - Hablé amable - Ahora lo comprendo todo mejor.


- Hace más de seis meses - Respingó - Sabe, no tengo azúcar en casa ¿Puedo pasar por una taza de azúcar a la suya?, así podremos conocernos mejor - Asentí sonriendo.


- Le espero.


Me mordí el labio cuando lo ví desaparecer, corrí al interior de mi habitación y me ordené el cabello frente al espejo, sonreí agitando mis pestañas con rápidez, estaba muy nerviosa.


El timbre sonó y corrí a abrir, me lanzé sobre él dándole besos por todo el rostro.


- Algunas cosas no queremos saberlas, señorita - Murmuró el dueño del departamento a mi lado ingresando a su hogar, reí sonrojada bajándome de Harry y entré a la sala.


Harry se reía a mis espaldas, cerró la puerta y me volteó besándome, me atrajó a él con fuerza. Abrí mis ojos y sonreí separandome.


- Pensé que era mi día, para estar sola - Hablé soltándome por completo.


- Me tenías preocupado, últimamente sólo te haz alejado de mí. Realmente te he visto la sombra por más de tres días en esta semana - suspiró observándome, tomé su rostro entre mis manos y sonreí para cuando lo tuve a mi altura y besé su nariz. Lo miré a los ojos, y las palabras estaban ahí pero no podía dejarlas ir para su prescencia.


- ¿Cenas? - Dije finalmente tratando de prolongar la idea en mi cabeza.


- Claro, sólo déjame ir a buscar la comida.


- Te parece si me traes un par de chocolates - Mencioné abrazándole por la espalda.


- Claro que no - Rió tomándo mis manos - El doctor ha dicho que no comas tanta basura o volveras a saltar del coche como si estuvieras en El Exorcista.

INTOCABLE | 2° temporada EP.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora