Capítulo dos.

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Me paseaba de un lugar a otro, con el móvil sudoroso entre dedos, mientras me comía las uñas de la mano izquierda. Miré nuevamente el móvil, nada. Suspiré y tiré el aparato hacía el sofá, me dispusé con los brazos cruzados a pensar en qué debía decírles a mis padres, a qué debía decírle a mi hermano, a qué debía decírle a Harry, cuando se enteren del grabe error que estoy apunto de cometer.

Sé emplear un arma. Al comienzo no quería usarla con el fin de que, si era necesario matar a alguien, lo debía hacer. Pero cuando supe que la clase de hombre con quienes emplearía el revolver sería con violadores, gente abusiva o apostadores sin méritos de más, creí que estaría bien.

Estaba bien, porque no había matado a nadie... aún. Pero cuando Matt apareció con su idea loca de asaltar la tienda 'Thick Addiction', su lugar favorito de comidas, me negué rotundamente, sin embargo sabrán que estoy obligada o Harry morirá.

Aún miraba el diseño del azulejo que pisaba, cuando escuché la cerradura de la puerta abriendo paso a quién entrase. Alzé la vista sólo cuando me nombró y bufé volteándo.

- ¿Quién fue ahora?.- Irónicamente mencioné caminando hacia las habitaciones,hacía un par de meses atrás no hubiese cometido tal acto de atrevimiento pero con la vida que llevo ahora...

No puedes temer, porque si no te matan tus enemigos, te matarán tus miedos que son tus verdaderos enemigos.

- Él.- Suspiró con aires de ironía, detuve mis pasos y voltié cautelosamente. El tragar la saliva que se mantenía en mi boca me fue imposible por el grave nudo que se había formado en mi garganta, dí paso a un gemido y el respondió con una sonrisa torcida.- ¿Fuiste tú?, cariño te diré una sola cosa que Styles haya vuelto al juego no significa que estés a salvo.- Mis ojos se abrieron como platos y me enrojecí sin saber la razón o el por qué.

- ¿Ha- Harry, él está aquí?.- Suspiré quedándome corta en respiración después de tanto tiempo. Matt movió sus ojos en señal de '¿eres estúpida?', supuse que sólo era una broma de mal rato.

- Sí, cariño.- Al comentar aquello, los bellos de mis brazos se erizaron y una fría corriente de aire emocional corrió por mi espina dorsal. Miré el azulejo una y otra vez buscando la razón de cómo me encontró, por qué estaba de vuelta, ¿aún me quiere?, negué. La áspera y gruesa mano de Matt me acarició la mejilla para luego tomarme fuerte del cabello, gemí y el aproximó sus labios a mi oído.- ¿Querías esto, no? pues no lo obtendrás tan fácil. Comienza el juego, cariño.- Moridió mi lóbulo de manera brusca, me tiró al suelo y se marchó.

Sollocé sobre el azulejo para soltar un grito desgarrado seguido de más llanto, esta vez sin detenerme. Me acosté sobre la fría cerámica dejánme el cabello sobre el rostro, no soportaba todo lo que supe soportar alguna vez.

Y ahí me dí cuenta que, no era tan fuerte como creía.

Lloraba por Harry, lloraba por todo lo que no le había llorado desde que lo dejé solo. Sólo suplicaba que no me odiara, que cuando me viera por primera vez después de tanto tiempo no quisiera abandonarme sin razón, como yo se lo hice a él. Sólo le pedía al cielo que Matt no lo dañara.

Con lentitud me puse de pie sobándome el lóbulo que padecía de un ardor inigualable si quiera a una quemadura de fuego creciente.

Mi corazón estallaba una y otra vez en confeti cada vez que pensaba en él, en volver a verlo, una sonrisa inevitable se posó sobre mis labios dejándome atontada, hasta que escuché a Thomas llorar por su biberón, suspiré pesado y fui a la cocina para prepararlo todo.

Querido Harry:

Te escribo porque opino que te extraño y realmente ya no pienso privarme de la libertad de hablar con sinceridad. Recuerdo la primera vez en que estuve consiente de que con quien hacia el amor era contigo, y sí hicimos el amor, un placentero y hermoso recuerdo en que la Torre Eiffel fue nuestra única testigo.

Te amo, Harry.

Sé que es tarde, pero supongo que el rendirme sería completamente absurdo así qué he levantado mi bandera de lucha por conseguir lo que me hace continuar con vida; lo mucho que te amo.

Sonrío cada vez que recuerdo los dedos de tus pies acariciar mis pies al momento de despertarme, de como tu sombra molesta y oscura me otorgaban protección.

Tus labios, dulce menester de placer que se cubría con los tonos rojizos de una dulce manzana, mi manzana prohibida que osé probar por amor.

Repito; Te amo, Harry. Y mientras las estrellas y el mar sean uno solo jamás dejaré de amarte.

Guardé entre mis sudorosos dedos el fino papel recién manchado de tinta, y alzé la vista mientras abría silenciosamente mi gaveta, espié por los rincones constantemente llenos de peleas o recuerdos no agradables y rezé porque nadie me espiara. Introduje en el interior de la gaveta la nota escrita para Harry junto con las otras, cerré este con la pequeña llave que siempre llevaba en el bolsillo trasero de mis vaqueros, del cual hasta ahora Matt no sospecha.

Me sobresalté al oír que llamaban a la puerta, me acomodé un mechón de cabello que caía por mi rostro detrás de mi oreja y me pasé las manos por la parte trasera de mis vaqueros revisando que la llave estuviese en su posición correcta.

Troté a la puerta y la abrí sin dudar, porque sabía que quién esperara afuera no se abastatecía de paciencia. Abrí con cuidado y ví a un Matt con mirada arrepentida (algo que jamás había visto), me sonrió y entregó un ramo de tulipanes de un chillón amarillo.

- ¿Qué- qué significa esto?.- Tartamudeé incomprendida, él sonrió avergonzado y le hice pasar de inmediato, temía que de pronto comenzara con su agresividad y que comenzara a derribar absolutamente todo lo que había a su paso.

- Lo lamento, ya no quedaban rosas para cuando llegué.- Suspiró rascándose la nuca.- ¿Camille y Thomas, dónde están?.- Coño, Matt jamás preguntaba por lo niños. Se acomodó la camiseta que llevaba y tomó asiento.

- Se han tomado el biberón hace poco así que ya se encuentran durmiendo, seguramente.- Suspiré entrecortado con los nervios de punta.- Si quieres puedo ir por...

- No, no te molestes.- Me interrumpió ocultándo la culpa en su mirada.- Necesito que tomes asiento por favor.- Fruncí el ceño sin comprender la amabilidad del chico que desde el primer día en . Tomé asiento junto a él permitiendo que su rostro se me aproximara más de lo que a mí me apetecía.- Cariño.- Soniró con ternura dejándo escapar un largo suspiro. Posó su fría palma en mi mejilla izquierda y la acarició.- Lo siente tanto.

- Matt me preocupas que has hecho.- Algo en mí no se sentía completamente seguro de que lo que él diría era bueno.

- Harry está muerto, cariño.- Mis ojos se abrieron como platos sin querer reaccionar, me puse de pie inmediatamente y me ví en una situación de la cual no sabía si era correcto reaccionar como alguien que no comprende.- Lo he matado yo, con mis propias manos.- Sollozó.

- No eso no puede ser cierto.- Le comenté viéndome las manos.- No puedes haber hecho algo como aquello.- Grité calléndo en llanto.- ¿Cómo has sido capaz?.- Corrí a la cocina y tomé el cuchillo situado en el mesón.

- Lo lamento.- Sollozaba tras de mí. Mis lágrimas no paraban de caer.- Es que me ha hecho sentir tan celoso que él pueda obtener todo tu amor y yo no.

- Oh, claro que lo lamentarás.- Grité alzándo el armamento corto punzante entre mis dedos.- Pensé que tal vez podría algún día comprender el por qué eras así, pero ya veo que es simplemente porque eres el monstruo de mis pesadillas, eres la sombra oscura que ha acechando todo este tiempo. Pero como todos sabemos, nada dura para siempre y todo llega algún día a su fin. Y este es tu fin cariño.

n.a:

Realmente me ha tomado tiempo hacer el capítulo así que espero que lo hayan disfrutado y que no me odien por esto, porque yo las adoro :-(.

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Dominique Vivian x...

INTOCABLE | 2° temporada EP.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora