Dos meses después de la derrota de Kaguya Ootsotsuki. Habían salido de misión, otra tarea en la cuál tenían que arriesgar sus vidas para poder completar. Sin embargo, aquel día, un encuentro con el infortunio decide llevarlos más allá de los límites...
-Ahora que saben cuál es el precio a pagar por el poder que poseemos, ¿lo pagarían?-La voz de Naruto se alzó entre adolescentes somnolientos. Algunos tenían lágrimas en sus ojos, otros parecían confundidos. Pero un silencio sepulcral se alzó en el salón de clases. Nadie se atrevió a contestar ante la funesta aura que habitaba en el salón de clases.
Ahora todos habían logrado comprender, rozar la superficie del dolor y las injusticias que tuvieron que pasar. El tipo de motivación por el cuál eran más fuertes. Aquella motivación que si no es controlada de manera adecuada podría volverse peligrosa. Y lo hizo, en algunos.
Sasuke intentó incorporarse. Ya que el espectáculo había terminado, el chico no quería seguir siendo el objetivo de todas aquellas miradas que ahora conocían su historia. Las miradas de lástima. De miedo. No quería afrontar aquellos ojos que ahora observaban cada uno de sus pasos. Expectantes. Aterrorizados, cómo si fuera una bomba con tiempo. Pero en cuánto intentó apoyar su peso en sus piernas, estas le fallaron. Dado a que había gastado una considerable cantidad de chakra montando múltiples ilusiones a la vez para diferentes alumnos. Aquello lo había dejado exhausto. Dos chicas corrieron en su auxilio.
_______ y Sakura, quienes habían estado a los lados de aquel chico, lo ayudaron. Las dos pasaron los brazos de Sasuke por sus hombros, dándole un apoyo para que no cayera estrepitosamente entre todos aquellos alumnos que tenían su mirada fija en ellos. Los ojos verdes de la chica pelirosa chocaron contra los azules ojos de la pelinegra. Las dos compartieron una mirada adolorida, que duró apenas unos cuántos segundos, que para ellas parecieron siglos. ________, sin saber cómo sentirse al respecto, todavía después de todos aquellos años.
Sakura sintió cómo el peso del chico se recargaba en la chica de ojos azules. Su mirada estaba sobre ella, y no se despegó de ella ni un segundo. Aquello fue cómo una puñalada al corazón para Sakura. Lo había sabido todo aquel tiempo. Y aún así dolía cómo si le sacaran el corazón del pecho. La manera en la que la miraba a ella, y a Sakura no podía ni siquiera darle una breve mirada. Después de haber revivido tantas memorias dentro de ella, estaba sensible a cualquier cosa que pasara alrededor de ella. Por lo que sintió cómo la garganta se le cerraba, un doloroso y familiar nudo se formaba. Y cómo sus ojos comenzaron a ver borroso, mientras las lágrimas intentaban salir. Sin embargo, no lo permitiría. Se dijo una vez más, que mientras no fueran nada... aunque parecía que cada vez perdía su inexistente oportunidad, habría una posibilidad de que el corazón de Sasuke alguna vez le perteneciera.
-Por cierto, no necesitamos de su lástima-gruñó _______ al sentir lo tenso que estaban en especial Sasuke y Naruto.-Guárdensela-dijo finalmente, mientras ayudaba a Sasuke a llegar a su lugar.
A pesar de lo que había dicho la chica de ojos azules, nadie se atrevía a mirarlos a los ojos. Todos los miraban de reojo, y se quedaron observándolos. Pero no se atrevían a hacer contacto visual. No se atrevían a decir nada. Después de lo que acababan de experimentar, la voz parecía haberse ido. Y la culpabilidad de aquellos pensamientos, que aunque no hubieran dicho directamente, pasaron por sus cabezas. Y sin bajar la cabeza, los ninjas regresaron a sus lugares.
Kakashi vio con orgullo a sus alumnos. Habían afrontado todo aquello como dignos guerreros.
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