Kristten se mantuvo callada y apartada en la habitación mientras los médicos le hacían pruebas a Katja. Una doctora estuvo a punto de echarla de la habitación, pero en el último momento pareció pensárselo dos veces y dejarla allí. El pasillo estaba lleno de policías, la puerta de la habitación la custodiaba un agente, y una inspectora de la policía se encontraba allí, en la misma habitación, no se le podía reprochar a la doctora que dado el historial policial de la familia Müller pensase que Katja era su prisionera y no una víctima a la que defender. Kristten estuvo tentada a corregir su error, pero quería asegurarse personalmente de que a Katja no le había quedado ninguna secuela, ya que en parte se sentía culpable, primero por no haberla llevado a un hospital cuando la dispararon la primera vez, y segundo, porque su disparo casi la había matado de verdad.
—Parece que está todo correcto, las suturas están bien, debes mantener reposo para evitar que se te abran.
—¿El electrocardiograma muestra todo bien? Estuvo varios minutos sin respirar... —preguntó Kristten omitiendo la mirada de sorpresa de Katja.
—Por ahora no vemos nada que indique que haya alguna secuela, seguiremos realizándole pruebas y se debe mantener varios días en observación, pero todo indica que la señorita Müller podrá irse del hospital en unos días.
Los doctores salieron de la habitación dejando a las dos jóvenes a solas.
—Kristten... ¿qué ha pasado? —preguntó Katja—. En mi mente todo es un caos, veo imágenes sueltas sin sentido —Katja se tocó la cabeza, una mueca de dolor recorrió su rostro.
—Katja debes descansar, te lo contaré todo luego, pero ahora descansa —le pidió Kristten.
—¿Estoy... a salvo...? —Katja preguntó entre bostezos, la medicación estaba surtiendo efecto y estaba quedándose dormida.
—Estás a salvo, nada te va a pasar —le prometió Kristten agarrando su mano.
Katja consiguió darle un pequeño apretón en la mano antes de quedarse dormida.
—¿Cómo está? —preguntó Elia cuando Kristten salió de la habitación.
—Los médicos dicen que se pondrá bien, solo necesita descansar —le aseguró Kristten sentándose en una de las sillas de la sala de espera.
—Hiciste lo que había que hacer Kristten, seguramente le salvaste la vida, no puedes seguir culpándote —Elia conocía bastante bien a su amiga para saber lo que estaba pensando.
—Dudo que ella lo vea así —dijo Kristten poniéndose en pie al ver como Emil se acercaba a donde estaba ella.
—Tiene mucho que explicar inspectora, la vida de Katja estaba en sus manos y casi acaba con ella —dijo Emil evidentemente enfadado, miró a su alrededor y vio como varios policías que custodiaban la habitación de Katja llevaban sus manos a sus pistolas, aunque sin llegar a sacarlas—. Prepárese para una demanda, tengo el testimonio del señor Dunkel que fue testigo de todo lo que hizo, él mismo fue víctima del abuso policial. Pueden quitar a su escolta, mis hombres serán los que protegerán a la señorita Müller, y pondrá su vida a salvo de verdad.
—¿Pero quién se ha creído? —Elia no daba crédito a lo que estaba escuchando—. Gracias a la policía su cliente sigue con vida.
—Eso lo decidirá un juez —dijo Emil entregando una citación a Kristten, sin mediar más palabras dijo algo a un par de hombres que se pusieron en la puerta al lado de la policía, después entró en la habitación de Katja.
—¿Qué es eso? —preguntó Elia mirando por encima del hombro de Kristten mientras esta abría la carta que le había entregado.
—Una citación judicial... —dijo Kristten abatida.
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Víctimas del pasado
Mystery / ThrillerKristen lleva años intentando dejar atrás su pasado, ha construido una nueva vida de la que se siente orgullosa. Pero su pasado parece encontrarla, la empresa Müller que durante años ha creado el terror, ha abierto sus puertas una vez más. La ciudad...