Capítulo 3

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Katja se había puesto en tensión al escuchar las palabras de aquellos hombres, no era la primera vez que la insultaban, que se metían con ella, que le deseaban lo peor, pero aquellos dos jóvenes tenían algo diferente, pudo ver un tatuaje idéntico en ambos, miró a Emil, también se había dado cuenta. Por primera vez desde que decidió hacer la inauguración a puertas abiertas pensó que quizás no había sido tan buena idea, aunque una parte dentro de ella decía que era lo que debía hacer, era lo correcto, debía darse a conocer.

Entonces se escuchó el disparo, Katja se agachó por pura inercia, pero vio caer delante suya a uno de sus guardias a seguridad, de repente se vio rodeada de guardias de seguridad que la empujaban hacia el ascensor, Katja miró hacia la multitud, no veía nada, solo escuchaba disparos, demasiados para ser solo de dos hombres, se escuchaba los gritos de los asistentes, la gente corriendo de un lado para otro, vio en la pared cercana a donde había estado Kristen disparos, pero no llegó a verla a ella. ¿Le habrían dado? ¿Se encontraba bien?

El ascensor se abrió en la planta del despacho de Katja, cuando las puertas se abrieron se escuchó un disparo, se vio a Vincent matando a uno de aquellos hombres justo delante del ascensor, Katja tuvo que pasar por encima de él para avanzar, pudo ver su cara, podría tener su edad, se fijó en que tenía el mismo tatuaje que había visto en los otros dos hombres, el arma del chico estaba solo a unos pasos de su cuerpo inerte, se agachó y lo cogió.

—Son pruebas —dijo Vincent.

—Es un medio para defenderme —comentó Katja siguiendo a sus hombres hasta su despacho. El joven agente no entró, habló rápidamente con Emil y se marchó escaleras abajo.

—No te preocupes, nadie que no tenga la clave podrá entrar —aseguró Emil.

Katja se asomó a la cristalera de su despacho, miró la plaza, aún se podía ver a gente huir del lugar, vio a unas cuantas manzanas las luces de la policía, los refuerzos estaban en camino.



—Kristen, ¿me oyes? —Vincent bajaba corriendo las escaleras, deteniéndose en cada planta, mirando a su alrededor por si hubiese algún enemigo a la vista. Había visto al hombre de seguridad de Katja caer, un segundo antes, si Katja no hubiera retrocedido una milésima como lo hizo, hubiera sido su fin, pero lo hizo, y había salvado la vida, Vincent miró a los asistentes, nadie había sacado un arma, así que pensó en lo más evidente, un francotirador, pero era imposible, Emil se lo había dicho, los cristales eran antibalas, no era posible que un francotirador apostado en los edificios cercanos estuviese disparando, entonces guiado por su instinto miró hacia el techo, y allí lo vio, era un francotirador, pero estaba en el mismo edificio. ¿Cómo se podía haber colado alguien con semejante arma y llegar hasta esa planta sin ser visto? Entonces se percató de que durante la avalancha de personas al comenzar se habían colado muchos, la seguridad estaba en torno a Katja y los asistentes más próximos a ella, era fácil que una persona que no llamase la atención se escabullese sin que nadie se percatase.

—¿Ella está a salvo? —Kristen estaba cubriéndose detrás de la mesa de recepción, miró a través de ella, agachando la cabeza justo en el momento que alguien le disparaba—. ¿Has visto sus tatuajes? Es una banda, en cuanto el caos se hizo, aprovecharon la confusión para entrar más.

—Katja está en su despacho, con los miembros de su seguridad, nadie podrá entrar, está bien protegida —Vincent apremió el paso—. ¿Puedes con ellos? Te veo algo bajo de forma —se burló de Kristen.

—¿Baja de forma? ¡Ja! —Kristen disparó a la persona que le estaba disparando, el disparo dio el pecho, haciendo que cayese muerto, volvió a cubrirse al ver movimiento en un lateral—. No me has visto baja de forma en tu vida.

Víctimas del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora