Capitulo III (I Parte)

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Caterina se quedó helada en el sitio. Susana se despegó de ella con una sonrisa maquiavélica en su rostro. Ante todo, Caterina intentó aparentar seguridad.

- No tienes ni idea de lo que dices.- Procuró que sonara a que no le daba importancia pero la frase se le quebró hacia el final.

- No intentes disimularlo, Miguel me lo ha contado todo, se lo que pasó ese día y se cuánto quieres que se repita ¿Quieres saber para lo que he venido? Pues para decirte que jamás tendrás algo con el, es superior a ti. Vuestro... "roce" no se volverá a repetir. Voy a intentar recuperarlo y tu no te vas a entrometer sí no quieres que todo el mundo sepa lo que pasó, incluido lo que le contaste.

- Fu... De m... ...sa.- Susurró Caterina tan bajo que Susana no la escuchó.

- ¿Que has dicho, bicho raro?- Se mofó.

- He dicho: FUERA-DE-MI-CASA.- Chilló de pronto. La sorpresa fue tal que Susana, en un principio, no se movió; cuando se recompuso se dirigió a la puerta no sin antes darse la vuelta.

- Ya te daré las instrucciones de lo que tienes que hacer a partir de ahora para alejarte de el, progresivamente y sin que se note demasiado.- Y se fue.

Caterina no se giró, no quería que viera la debilidad cayendo por sus ojos. Lágrimas de dolor, injusticia, traición y... de un amor roto, corrompido por los pensamientos humanos y tan impuro como el propio demonio.

Caminando por la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora