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Superman

(๑˙—Part 2—˙๑)

El primer día de clases fue divertido, como siempre, para los alumnos no hubo tantas tareas aún, hubieron algunas actividades, merienda, almuerzo, joder, son unos consentidos, pero también, luego de toda la diversión, tendrán que dar de su parte y estudiar arduamente para poder salir adelante. Lastimosamente, Gustabo no pudo hacer mucho para acercarse a su querido Jackie, se saludaron pero hasta ahí. Le frustra que su lindura no sea lo suficiente para llamar su atención, ¿O será que se contiene? ¿Será que de los nervios que le provoca el hermosos chico de la institución no le dejan ni actuar bien y se pone serio a más no poder? Pues bueno, ya lo sabremos.

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Ya pasaron varias semanas, todo iba a normal, pronto entrarán en exámenes, los profesores van preparando sus papeles y contenidos a ser llevados a cabo, de aquí para allá, ordenando sus listas, viendo las notas anteriores, recalcando algunas partes donde hay que reforzar, ya les dije, esta/e escuela/colegio es muy estricto, se toman las cosas en serio, no a la ligera. Pero, como siempre, estan estas materias donde no hay que esforzarse mucho, igualmente, hay que tener buenas notas porque te sube el promedio, un truquito que te salva algunas veces, también es para obtener un certificado de honor, a partir del puntaje 96% contando todas las notas.

Ejem, ya me desvíe, pero les servirá para próximos eventos y relatos de esta historia.

De aquí para allá

Horacio junto a Gustabo estaban descansando en la sala de profesores, el de cresta estaba algo despeinado, acaba de terminar una clase, dentro de unas horas tiene otra, hablando solo, mientras que el rubio, con su vapeador sabor fresa mira distraído hacia una de las plantas del colegio, ¿Ya se imaginan dónde?, Claro, al aula donde se encuentra dando clase el señor Jack Conway, embobado por su movimiento de manos y leves suspiros, su camisa blanca algo arrugada, remangada hasta los codos, con su corbata suelta pero bien hecha, pantalones negros bien planchados, y zapatos negros, joder ese lindo cabello cayendo en su frente, parece Superman, es más de Batman pero no niega que ese buclesito se parece al súper héroe con capa. ¿Tan detallado? ¿Cómo logra verlo tan bien? ¿Ojo de Alcón? Bueno, no están tan lejos, y puede ser descubierto en cualquier momento, pero siempre hace esto, parece un acosador, memorizando los horarios de su colega, y este justo coincide con su descanso, y sala perfecto donde puede verlo a una distancia perfecta. Tiene suerte que nunca miró hacia aquí, sino, Gustabo ya estaría muerto de un ataque cardíaco.

-- ¿Me estás escuchando? -- chasquea los dedos, para luego pasar en frente de su amigo y ver lo que tan embelesado le tiene, boquea en una "o" cuando entiende el porqué de la desatención de su mejor amigo, y dando pasitos hacia atrás lentamente, ladeando la cabeza para mirarlo con una sonrisa pícara y cejas levantadas, ganándose un sonrojo del bello rostro del rubio, el cual desvía su mirada hacia otro lado, tapando una parte de su linda cara para no ser descubierto lo que ya se sabe. El de cresta ahora azul da golpecitos en el hombro del mayor, molestando con que está enamorado, cosa que ya sabe, pero justo lo pilló desprevenido y ahora le toca provocarlo un poco.

-- Déjame ¿Quieres? -- algo risueño le contesta el rubio, para apartar las manos de su amigo y que dejen de golpearlo, su traje rojo le queda demasiado bien, y está planchado perfectamente, camisa blanca, con una cadenita negra, chaleco y pantalones rojos mate, cinturón negro, medias blancas y zapatos negros de salir. Siempre a la moda, como dice Horacio. El anterior mencionado para con los golpecitos y se coloca de brazos cruzados, toca regaño.

-- Hombre, dile ya de una puta vez que sientes algo por él -- y si... Es fácil decirlo así, pero hacerlo es otra cosa, intentó muchas veces acercarse, pero joder, la ansiedad y miedo a ser rechazado, —aunque sea lo más obvio— le carcome, siente que tiene una oportunidad con ese hombre, siente que puede entablar una conversación sin necesidad de mencionar que lo quiere, pero no puede, apenas y se dicen "Buenos días", o ni siquiera eso, solo se saludan con un movimiento de cabeza.