Semana Tres

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Palabra: Nochebuena.

Epoca: Primera navidad en familia, luego de la guerra.

Genero: Romance.

Advertencia: Leve, pero muy leve, mención de Wolfstar (Remus y Sirius).

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Harry estaba mirando como sus amigos peleaban por algo, le parecía divertida la situación y agradecía que el no estuviera en medio de la pelea. Con un suspiro se levantó de la cama en donde estaba sentado y fue al armario a buscar algo que ponerse, era nochebuena y mucha gente iría a la casa Black para pasar las fiestas. Desde el termino de la guerra, Sirius se había puesto a arreglar cada centímetro de la casa ancestral Black, borrando todo vestigio de oscuridad que pudo haber existido en esa casa, volviéndolo poco a poco un hogar para él y Harry. El ojiverde se había mudado luego de terminar su séptimo año en Hogwarts, pasando tiempo con su padrino y su tío Remus antes de ingresar a la escuela de Aurores, cosa que sucedería después de las vacaciones de Invierno. Harry se asusto cuando escucho un portazo, y se encontró en la habitación solo con Ron.

- ¿Que pasó? - Harry pregunto tentativamente a su amigo.

- Nada - y con eso salió de la habitación dejándolo solo.

Harry decidió no darle vueltas al asunto y soltó un suspiro antes de meterse a bañar. Salio después de 30 minutos, con solo una toalla alrededor de su cintura, Harry se sentía libre de hacer lo que quisiera, después de todo estaba dentro de su habitación. Solo esperaba que Ron y Hermione no quisieran seguir su discusión dentro de su habitación como habían estado haciendo hace un rato. El ojiverde se quedó nuevamente parado frente al armario, no había decidido que ponerse aún, y como iban a estar en familia solo tomó un pantalón de vestir y una camisa de color azul profundo que le había regalado Remus para su cumpleaños. Una vez calzado con unos zapatos de vestir negros y con su varita en la funda que tenía en su muñeca, Harry bajo las escaleras con tranquilidad, pero toda tranquilidad se le fue al llegar al rellano y ver parado junto a Remus a una persona que no esperaba ver en muchos años.

Severus Snape había sido invitado por Remus, y aunque le disgustaba la idea de estar entre tanto Weasley, tal vez podría tener la oportunidad de ver a cierto ojiverde. Y no se equivoco, vestido en una exquisita camisa azul que se pegaba al torso y brazos bien formados, con unos pantalones negros que lo hacían ver más alto, Harry Potter estaba pasmado en el último escalón de la escalera, mirando a Snape con un claro gesto de sorpresa. Severus solo le dio una mirada antes de prestar atención a Remus que aún no había notado la presencia de Harry, pero con el crujido que hizo las escaleras, Harry se hizo notar y el castaño le dio una sonrisa antes de ir hacia Sirius que estaba teniendo un problema para llevar la vajilla a la mesa. Sirius no noto a Severus debido a la vestimenta que llevaba el ojinegro. Para esa ocasión, Severus decidió dejar bien en el fondo de su armario sus clásicas túnicas de enseñanza que siempre se ponía y en cambio se puso unos pantalones de vestir negros a juego con un chaleco del mismo color, camisa blanca debajo del chaleco y una gabardina del único color que Severus usaba, negro. Con el cabello atado en una media coleta, Severus parecía un poco más joven y su acostumbrado ceño fruncido se quedo en casa, haciendo que su rostro luciera más relajado, dándole en conclusion una apariencia más juvenil pero madura.

El ojinegro miro a Harry que seguía mirándolo sin pudor alguno, por lo que corrió un lado de su gabardina y metió una mano en el bolsillo de sus pantalones, con una pose relajada hizo contacto con los ojos del ojiverde, el cual se sintió nervioso ante la mirada que el dio Snape. Severus levanto ambas cejas, preguntando silenciosamente que tanto miraba y Harry solo avergonzado le dio una sonrisa tímida antes de terminar de bajar las escaleras y dirigirse al ojinegro, para al menos saludar.

Calendario de Adviento 2020 [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora