The winter dragon // Descendants Fanfic

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EL DRAGÓN  DE INVIERNO

Capítulo seis

Congelada

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El Lago Encantado y sus alrededores estaba repleto de estudiantes. Había tanta gente como en los partidos de Tourney, incluso más. Prácticamente habían traído el estadio de la preparatoria hasta ese lugar. Nunca pensaron que se llenaría tanto, quizá era porque el clima estaba a su favor esa mañana, dado a que la temperatura había subido unos cuantos grados sobre la de los últimos días, incluso el sol se asomaba más entre las nubes.

El partido de hockey sobre hielo ya había dado inicio, y como era de esperarse, los Caballeros de la Preparatoria Auradon iban a la delantera sobre los visitantes. Todo estaba a su favor esa mañana.

A pesar de que no pudieron recaudar dinero para el partido debido a que lo de los villancicos en la plaza de la ciudad se canceló, fueron ayudados por varios padres que los patrocinaron.

El árbitro anuncio el inicio del primer descanso del partido. Los chicos recuperaban las energías para continuar con el juego.

—Vaya, hoy tuvimos suerte —se alegró Lonnie, quien también estaba en el equipo, gracias a que habían aprendido cómo romper de vez en cuando las reglas sobre sólo hombres. Los chicos debían admitir que era muy buena—. Y es muy raro ya que el pronóstico del clima decía que habría tormentas de nieve en los próximos días.

Y varios le dieron la razón.

A excepción de Carlos, quién se encontraba un poco ajeno a lo que decían. Algo no andaba bien, y podía sentirlo, tenía ese presentimiento.

—Hola.

Oyó que alguien lo saludó, y al girar se topó con Ben. Éste miraba a su alrededor, como buscando a alguien.

—Hey, Ben, ¿qué pasa?

—Perdona que te moleste, ¿pero sabes si Mal viene? —en ese momento, Carlos palideció, sin saber qué contestar—. Estuve llamándola, pero mi celular se quedó sin batería. Evie tampoco ha llegado.

El peliblanco titubeó un poco, antes de poder formular una respuesta coherente.

—Seguramente se quedaron dormidas —contestó—. O no encontraron cómo venir, o aún están arreglándose, ya sabes cómo son las chicas.

Ben asintió, no muy conforme con la respuesta. Sin más remedio, se fue a hablar con el resto del equipo.

El hijo de Cruella suspiró aliviado, meditando en cómo seguir con esto para ayudar a su amiga.

Inconscientemente, observó hacia abajo, más exactamente hacia el lago congelado, notando algo que lo alertó: podía ver a través de la pista de hielo el agua moverse debajo, señal de que el lago se estaba descongelando.

—No puede ser.

No reaccionó sino hasta que vio a Evie venir en dirección a ellos, y el hielo agrietándose detrás de ella con cada paso que daba.

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