1.
Explosiones en las iluminadas calles de Paris despiertan a la chica en la madrugada. Se levanta de golpe creyendo que había sido solo un sueño, pero se percata que algo sucede cuando escucha ruidos fuera de su habitación.
Su padre; un hombre alto y robusto, cabello corto y rasgos coreanos, probablemente militar en su pasado, con un aspecto nervioso y sin perder la cordura del todo abre la puerta de la habitación de un solo golpe.
- Roseanne, tienes cinco minutos para vestirte. Nos vamos ahora – dice con liderazgo, un acento francés como si aquella familia hubiese vivido en este lugar toda su vida.
- Papá, ¿Qué está pasando? – dice Roseanne segura y con decisión, aunque construyendo un nervio intenso por dentro, sin embargo, la adrenalina parece estarla controlando.
- ¡ROSEANNE NO HAY TIEMPO PARA PREGUNTAS!, vístete y coge tu mochila en este momento.
Suena un teléfono al fondo del apartamento, es como si por un momento se hubiese detenido el tiempo, el sonido de aquel aparato se apoderó de todo aquello que pudiese atormentar a ambos. El padre de Rosé, Laurent, antes de dejar la habitación la mira una vez más.
- En cinco minutos nos vamos – se aleja de la puerta dejándola abierta. Los sonidos de las calles pasaron de ser silenciosas a ser un escándalo total; ambulancias, patrullas, camiones militares y gente corriendo hacia todas direcciones. Rosé no lo piensa dos veces y se levanta de un salto de la cama.
Coge velozmente unos pants y una sudadera, rápidamente las botas que tiene al alcance se las pone y con cierta torpeza, se amarra las agujetas; dentro de su mochila solo decide guardar su diario y un par de plumas, ella mejor que nadie presiente que no volverá a este lugar. Su mirada se dispersa alrededor del escenario, observa una vez más la habitación por unos segundos, se detiene a ver aquel arco a un lado del armario:
- Tal vez... - suspiro - esto servirá – dos minutos.
BOOM.
Otra explosión se apodera de la ciudad. Roseanne por instinto, se tumba al piso creyendo que una tercera guerra mundial estaba por comenzar. - Ojalá fuese así - Se asoma ligeramente a la ventana de su habitación y puede ver a lo lejos un edificio en llamas, la ciudad empieza a consumirse por una gran neblina gris.
¿Qué cojones está pasando?
Sale corriendo de la habitación con un arco y su mochila colgando en la espalda. Su padre estaba en la sala del apartamento presenciando aquel espectáculo, el miedo comienza a apoderarse de ambos, cierra las cortinillas de golpe y retoma la llamada:
- Thomas, ¿Qué cojones está pasado allá afuera? – dice en tono serio algo nervioso – Necesito que me digas en cuanto tiempo llegarás maldita sea... ¿Thomas? ¡THOMAS! - se corta la llamada.
Laurent guarda el teléfono de inmediato y se voltea velozmente a ver a Roseanne, él le lanza una mochila café vacía que se encontraba debajo de la ventana, recargada en la pared.
- Coge todas las latas de comida que encuentres, tu tío estará aquí en 5 minutos. –
Roseanne se mueve rápido sin hacer preguntas, esta vez el nerviosismo parece consumirla. Laurent por otro lado, toma su fusil de asalto que había dejado recargado en el sillón, lo carga y se lo cuelga en su espalda. Toma su navaja y la utiliza para romper aquel sillón color café oscuro elegante de textura de piel, lo destroza y dentro de aquel abultado relleno, saca un revolver y una pistola de mano, ambas armas las carga con seguridad, sólo una de ellas la guarda en uno de sus bolsillos; el revolver.
Roseanne regresa de la cocina, su padre toma aquella mochila ahora llena de latas de comida y se la cuelga.
- Escúchame bien, Roseanne, cualquier cosa que suceda no te alejes de Thomas, ¿está bien? - Le dice mientras le pone en sus manos una de las pistolas sacadas de aquel colchón. – Sabes como usarla, camina delante de mi y mantén la cabeza agachada.
- ¿Qué está sucediendo? – Esta vez Roseanne pregunta con nerviosismo, parece que está perdiendo el control de sus emociones.
- Te lo explicaré cuando estemos en un lugar seguro- dice con tranquilidad. – Ahora necesito que camines delante de mí, ¡vámonos! – Lo cierto es que el no sabe enteramente que sucede allá fuera.
Laurent abre la puerta del apartamento, estos pasillos son un caos, personas corren por todos lados, gritos en francés e incluso en inglés. Unos se encierran y otros están sacando a sus familias de estos apartamentos. Se dirigen rápidamente a las escaleras cada uno con pistolas en mano, el objetivo es llegar con Thomas – 2 minutos
BOOM.
Una tercera explosión se escucha en la parte alta del edificio de apartamentos de a lado, el paso rápido no parece ser suficiente, uno de ellos coge por la espalda a Laurent.
The Memo – Father John Misty
breath three.
Ojalá confiaras en mí
como alguna vez lo hicieron tus tristes lagos
clamando piedad a mitad de la noche estrellada,
con la luz de la eterna luna llena bailando al son del jazz.
Tus lagos sedientos de culpa,
salieron de aquel cráter donde yacían y hervían,
escaparon de la tormenta roja del silencio
y también de las madrugadas de incienso.
Con la cara más cercana al cielo
quisiera ser águila para alimentarte con mi vuelo,
sentir el aire que provoca el calor de tu herida en la supervivencia.
Estoy necesitada de aquello que plasmas en tus versos,
oro puro de aquello que encuentras en tesoros,
enredarme con el fino veneno que provoca la naturaleza de tu ser.
Quisiera volver a aquel atardecer,
el brillo de tu pelo y el suave viento del bosque al anochecer,
conectamos dos versos para volvernos un poema,
compartiendo la misma sintonía,
la naturaleza del ser se une con el rose de tu piel,
y el sabor de un par de versos es dulce como la miel,
exclamo mi amor por ti en poesía
mientras trato de conciliar el sueño en la tormenta oscura... junto a él.
To J.
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Notre Jour Viendra.
Science-FictionNuestro día llegará... Nuestro día llegará... Nuestro día llegará... Nuestro día llegará... Nuestro día llegará... Nuestro día llegará... Nuestro dí... (lights off)