Notre Jour Viendra.

3.

Una semana antes de la tragedia; diario de Rosé-

Sé que esto podría parecer un domingo atípico en las calles de París, donde el jugo del maravilloso verano ha alimentado a los árboles y a todos aquellos que están ansiosos en la espera de viajar y relajarse. París en algunas semanas se teñirá de extranjeros ansiosos de conocer la ciudad y enamorarse de aquel romanticismo que caracteriza el lugar donde vivo, pero... muchas veces sueño con estar de vuelta en casa, aquel lugar donde la calma y la paz entusiasmaron mi forma de vida y la manera en donde crecí, aquel lugar donde aprendí a amar todo aquello que pensé que jamás me llenaría en toda mi vida.

El dulce olor a café me despierta cada mañana, una hora antes de que el sol haga presencia, como es costumbre al ser criada por una familia de exmilitares: "Siempre es bueno levantarse antes que el sol lo haga, así lograrás apreciar la maravilla de la noche oscura con la transición de iluminada mañana, realmente es una pintura y obra de arte observarla, aunque sea a la distancia". Madre, ¿por qué estás tan lejos de mi?

Vivir con mi padre es como obtener lo mejor de dos mundos; por un lado, la maravilla de su arte al apreciar el cómo traza sus grandes pinturas. Él es un total aficionado a distintas vanguardias, pero por alguna extraña razón, el cubismo le apasiona y lo llena de una forma que sólo él es capaz de entender. Terminó siendo un militar por su hermano, Thomas, a diferencia de mi padre, él sirvió para la armada estadounidense como científico, mientras que mi padre sirvió como soldado activo para la armada de Corea del Sur y por diversas circunstancias y azares de la vida comenzó su aprendizaje para alistarse a la enfermería militar ocupando el cargo de líder de su escuadrón y actualmente trabajando para investigaciones virales en la armada francesa.

Así que, el otro mundo está aquí, la disciplina y supervivencia de un enfermero militar, combinado con lo bizarro y surrealista de un artista cubista.

A mis diecisiete años, he aprendido a usar armas de todo tipo, así como a defenderme por mí misma y el cómo detener una hemorragia en situaciones tan extremas que ni un mismo militar lo creería del todo. Desde que vivíamos en Australia con mi madre y mi hermana, mi padre nos enseñó a sobrevivir en los lugares más impactantes y que jamás esperarías, desde encerrarnos en un edificio abandonado por más de una semana, hasta sobrevivir en el bosque por más de una semana sin ropa y sin comida de por medio. "Siempre hay que estar preparados ante cualquier mal humano o natural", siempre era la excusa.

Pero, así como he aprendido a sobrevivir en las circunstancias más extremas, también he aprendido a manejar mis emociones y a encontrar la belleza dentro del arte; el piano, es aquel instrumento que me hace ser transparente conmigo misma, los dulces sonidos, la combinación de teclas para formar melodías unísonas, o bien, convertirlos en acordes aumentados o disminuidos, es toda una pasión y experiencia sumergirte en ellos. La música puede cautivar incluso al ser más enfermo del mundo atrapado en las románticas calles de Paris.

Lonely Star – The Weeknd.