❁ scandal ; maylor story [en edición!]

waste it on me | xmas 2/2

"Waste it on me, waste it on me. Tell me why not waste it on me."

Después de que Roger se fue así de su salón, terminó de dar las calificaciones a sus alumnos restantes para indicarles al final que ya podían retirarse. Con mucha prisa, salió de la escuela una vez que se aseguró de que no hubiera ningún alumno alrededor que se quedara en las instalaciones del instituto.

Regresó en taxi a casa, pidiéndole de manera desesperada al chofer que condujera lo más rápido posible. En el camino estuvo pensando si fue buena idea reprobarlo por un acierto en el examen, también se cuestionaba si debería poner su afecto hacia el rubio antes que sus principios y responsabilidades como profesor.

Después de pagarle al chofer y salir del auto de color negro que caracterizaba a los taxis en Londres, pudo observar que había un coche aparcado frente a su casa; era nada más y nada menos que el carro de su ex esposa Anita. Inmediatamente al reconocer el color rojo del vehículo, entró a su hogar con la esperanza de que solo haya ido a cobrar la pensión personalmente y no con otras intenciones. 

Lo que vio ahí dentro logró impresionarlo, ¿qué mierda estaba haciendo Roger y por qué ambos estaban tomando té juntos?

     —Brian, tesoro —canturreó la mujer— ¿por qué no me contaste que habías contratado a un jardinero tan lindo y educado? 

     —Yo soy solo un empleado, Anita... ¿por qué tendría que hablar de mi? —tomó la taza y bebió un trago de té, mientras alzaba la mirada y veía de mala forma a May.

     —¿A qué venías, Dobson? Si es por la pensión de nuevo, sabes que todavía no me pagan la quincena hasta el dieciséis —trató de mantener la calma, Roger tendría su merecido cuando la adorable visita se largara de su casa.

     —Venía por algunas fotos de nuestro difunto.

     —¿Difunto? Ahm, ¿se les murió alguien? —Roger cuestionó con un poco de miedo, ¿acaso tuvieron un familiar y se murió?

     —Ella se refiere a nosotros, Taylor.

     —Vine por fotos de nuestro difunto matrimonio —la mujer se echó a reír y por quedar bien, Roger soltó una risa corta.

[ . . . ]

     —¿De verdad debes irte, Anita? Adoré tomar té contigo —abrazó amablemente a la mujer, observando fijamente a Brian mientras tenía contacto con los brazos de la señora.

     —Desearía no irme, fue una linda plática pero llegó May y ajá, no querrías escuchar peleas de ex esposos —despeinó un poco el cabello del rubio y ambos quedaron separados del abrazo, el primer contacto físico proporcionado por una mujer después de muchos años.

Cuando Anita terminó de irse, Roger inmediatamente entró de nuevo a la casa y corrió a su habitación. No quería ver ni en pintura al estúpido que lo había reprobado, pareciera como si el poco amor desarrollado en unos días se hubiera esfumado por completo en unos segundos. 

Brian oyó el portazo dado por el chico, ¿tenía que haber puesto su cariño primero que su trabajo y profesionalismo? probablemente. Así que tratando de resolver las cosas, subió a la segunda planta y tocó pacíficamente su puerta. Uno, dos, tres toques dio y su paciencia no daba para más.

     —Vamos Roger, tenemos que charlar acerca de cómo vas a recuperar mi materia. Espero que haya sido la única, yo no toleraré más de una reprobada, no mientras vivas bajo mi techo —oyó como varios objetos se cayeron ahí dentro, dando a entender que iba a abrir.