Despertó con un fuerte dolor de cabeza, y una leve fiebre, seguramente por estar tanto tiempo en el frío.
Miró hacia el sofá, le obsevó aún durmiendo, y no pudo evitar sentir vergüenza por ocurrido hacía unas horas antes.
HongJoong lo observó con detenimiento, mirando su expresión de total tranquilidad mientras dormía. Su cabello desordenado caía sobre su frente cubriendo parte de sus ojos.
Entendía porque todos en la escuela morían por él, Seonghwa era realmente muy apuesto.
Se levantó tratando de hacer el menor ruido posible, pero sin darse cuenta chocó con la mesa de noche haciendo mucho ruido.
El pelinegro se despertó asustado, le miró tallando sus ojos que aún estaban entrecerrados.
—HongJoong, ¿sucede algo?, ¿cómo amaneciste? —preguntó con preocupación.
—Disculpa, no fue mi intención despertarte... amanecí mejor... gracias por preguntar —musitó triste, recordó cada detalle de lo ocurrido la noche anterior, se sentía tan decepcionado de sí mismo— iré a darme una ducha, permiso.
—Si, claro, ya me voy —se levantó y se dirigió a la puerta.
Recordó cómo la noche anterior terminó dormido de regreso a casa, estaba muy preocupado por él.
Al salir del cuarto su madre le obsevó sorprendida.
—Ahora te quedas a dormir en la habitación del chico con el que se supone te casaste por conveniencia —dijo con evidente sarcasmo.
—Permiso —dijo y pasó por un lado, restando importancia a su comentario.
Entró a su cuarto, y tomó asiento en la orilla de la cama, recordó cada detalle de la noche anterior, y un sentimiento de terror se aferró a él, si no hubiese llegado a tiempo... Él...
Los ojos de aquel chico no los podía sacar de su mente, la imagen de él intentando saltar, gracias a Dios pudo llegar a tiempo, pero no podía ni imaginar cuan desesperados estaba como para intentar algo así.
Prometió que de ese día en adelante las cosas iban a ser muy diferentes.
(...)
—Estoy cansada de esta situación, ¡me tienes harta!
—Solo quiero que dejes de meterte en lo que no te importa, encárgate de tus cosas y déjame en paz —su tono de voz era tranquilo, incluso su vista no estaba en ella, sino en la laptop frente a él.
—Estás mal, el odio te está consumiendo, eres infeliz, ¿dónde está mi pequeño compañero de aventuras, el hermano que me enseñó a jugar fútbol y...?
—Murió , mejor aún, nunca existió, tú aún no me conoces, te recuerdo que cuando quiera puedo echarte de aquí, al fin que ni siquiera eres una Kim, o debo recordarte que por lástima mi madre te recogió de la calle.
—Suéltame, sé muy bien quién soy, estoy harta de tus amenazas.
Se soltó bruscamente del agarrre del hombre y salió de aquella oficina. Lágrimas de rabia desbordaban de sus negros ojos, arruinando su maquillaje.
«Padre nuestra hermana se ha metido con un hombre comprometido, nuestro apellido quedará manchado»
«Hazte cargo HimChan, no quiero que esto se sepa, no le digas nada ni a JunMyeom ni a tu madre»
—Mi niño, mi bebé, cómo quisiera poder abrazarte, quiero que seas feliz, y lucharé por ello.
Abrazaba fuertemente el pequeño juguete que alguna vez perteneció al niño que se le fue arrebatado.
(...)
El jardín de los Park era inmenso, HongJoong comenzaba a amarlo, y más cuando podía correr jugando con la bolita de pelos.
SeongHwa le vió a lo lejos, una sonrisa apareciendo, al observar como el castaño fácilmente podía ser confundido con un ángel, su pijama blanco, su cabello sedoso y brillante, y la sonrisa más hermosa y genuina que había visto en toda su vida.
Se acercó a dónde estaban captando la atención de ambos.
—¿Ya desayunaste? —preguntó, y HongJoong asintió acercándose más.
—Seonghwa tengo algo que decirte, respecto a lo del otro día... Gracias, de corazón muchas gracias, quizás no tengo justificación, y tampoco pretendo tenerla, pero realmente esa fue la única opción que estaba en mi mente en ese momento, ahora todo es diferente, les he prometido a mis padres luchar, y eso pretendo hacer.
El pelinegro solo se dedicó a escucharlo, hasta que sin siquiera darse cuenta lo estaba abrazando, sus brazos aferrandose al cuerpo contrario, su corazón latiendo cómo si quisiese salir del cuerpo.
—HongJoong, yo tambien quería hablar contigo, verás... Empecemos de nuevo, fui un completo imbécil, pero realmente quiero que nos llevemos bien, en este tiempo que estaremos casados no quiero que te sientas mal, al contrario, me gusta ver que sonríes.
El chico frente a él sonrió, sus ojos brillando de alegría, o quizás era emoción, o tal vez, esperanza.
SeongHwa sintió una sensación que nunca antes había siquiera imaginado, aquella sonrisa era demasiado hermosa, ese chico era surreal. Y fue entonces cuando empezó a tener miedo de lo que sentía, no había querido admitirlo, pero HongJoong se estaba convirtiendo en alguien muy importante para él.
Huele a gente enamorada por aquí 😉
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Senya 🌙💜
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𝒀𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒏𝒐𝒕 𝒂𝒍𝒐𝒏𝒆. 𝑰 𝑷𝒓𝒐𝒎𝒊𝒔𝒆 {S͟e͟o͟n͟g͟J͟o͟o͟ng͟}
RomanceLa muerte de sus padres lo sepultó en la culpa, la soledad y el sufrimiento, el desprecio de quién para él era su hermano lo hundió en un laberinto de decepción. HongJoong deberá enfrentarse a muchas adversidades desde muy pequeño, el dolor, las bur...