Capitulo 71

1.3K 119 28
                                    

Abrí los ojos como platos cuando en una milésima de segundo comprendí lo que ocurría, ¿acaso no tenia conciencia de que era mi casa, mi habitación, mi baño y que yo estaba ahí? ¡ah!, cierto que era un pervertido sin remedio y es a el no le importaba. Yo no iría a su casa y me masturbaría en el baño de su habitación, seria inapropiado en todos los sentido. El podría haber ido a su casa y arreglado el su pequeño problema como se le plasca pero no aquí.

Aunque estaba enfadada no pude evitar imaginarmelo ahí dentro, tocándose, acariciando esa parte tan intima de el, suspirando, ruborizado por el placer que se autobrindaba pensando en... en... ¿en quien pensaba para hacer eso?... ¿en... en mi?, la simple idea me hizo poner roja por completo y volví a golpear la puerta mas fuerte

___: ¡Jean, sal ahora mismo! ¡te matare! ¡eres un idiota! ¡Sal de ahí ya!... ¡JEAN!

Jean: Ya salgo, no grites – respondió de forma divertida pero agitada, a el todo hacia gracia, hasta que yo me molestara

___: ¡Eres un asco, no entrare de nuevo ahí! – golpeé de nuevo la puerta con el puño y me alejé — ¡¿Donde están mis llaves?!

Jean: Las deje en tu escritorio

___: ¡iré al baño de abajo y pobre que dejes algo asqueroso!... ¡guarro! – escuché que reía a carcajadas. Tomé todas mis cosas que estaban sobre la cama y salí dando un portazo.

Solo a Jean se le ocurría hacer algo asi estando yo presente con una puerta separándonos, ahora no podría volver a entrar a mi baño sin imaginarmelo en una situación erótica y lo peor era que no sabia si eso era bueno o malo. Entré a paso rápido, cerré la puerta del baño de la planta baja y me dispuse a vestirme para salir a disfrutar la nevada.

Al salir ya estaba completamente lista. Vi a mi madre junto a Sandra entrando a casa asi que me acerqué a ellas para para ayudarlas con las bolsas de compra, temblaban de frió.

___: Hola mamá, déjame te ayudo. – tomé una bolsa de papel que mi mama me ofrecía y la puse en un brazo – Hola, señora Leon

Sandra: Hola, ___ pero dime Sandra, ni que fuera una desconocida, ¿ya hace cuanto que nos conocemos? – preguntó con una pequeña sonrisa, yo intenté pensar la respuesta

___: No lo se, ¿dos... tres meses? – quizás fueran mas pero no lo recordaba

Sandra: Bueno creo que si, pero el tiempo no importa solo dime Sandra o me siento mayor – asentí con la cabeza y tomé la otra bolsa que mamá me ofrecía. Que mas daba, Sandra o señora Leon, para mi no había diferencia, seguiría siendo la misma persona

___(tm): ¿Que le paso a tu voz? ya estas mal de la garganta – negó con la cabeza en forma de desaprobación – tendré que hacerte sopa de pollo. Vamos a la cocina

Sandra: Veo que no hablas mucho ___ – comentó detrás de mi mientras caminábamos

___: Ah, bueno es que no creo tener algo que decir y mi voz no ayuda mucho – respondí girándome para mirarla. Era verdad, no teníamos nada interesante para hablar y ponernos a discutir sobre como debía llamarla para que se sintiera mas joven no era algo importante

___(tm): Ella casi siempre es asi, solo tiene que tomar mas confianza y listo. Si la hubieras conocido cuando era pequeña

___: Mamá – alargué la palabra casi suplicando que no dijera cosas embarazosa, aunque a veces se comportara de manera distante e indiferente con nosotras sus hijas aun mantenía un poco de su lado materno y sentimental

___(tm): De pequeña... – me ignoró por completo haciendo que pusiera los ojos en blanco y siguió hablando – sus hermanas, su abuela, ella y yo íbamos al parque a pasear, tenías que verla, se hacia amiga de todos los que se le pasaban por delante, casi igual que Dacota, pero Marilyn... – suspiró recordando y dejó la bolsa sobre la encimera. Yo hice lo mismo – esa niña peleaba con casi todos los niños, no le gustaba que se le acercaran, todo lo contrario a ahora, tiene amigos hasta en otro continente – Sandra rió y también recordé aquellos momentos, momentos en el que no me importaba nada, no tenía preocupaciones y no sufría mas que por juguetes y dulces. Desearía que todo siguiera siendo como antes, sin tener que preocuparme por tonterías que duelen, como ahora

Un pedacito de cielo ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora