Un pedacito de cielo ♡

Capitulo 84

Daren y Dacota vinieron a casa para avisarnos que ya habían hecho los tramites y traerían los cuerpos de mis padres, mi hermana mayor era un mar de lágrimas andante mientras Marilyn solo la consolaba. Yo ni siquiera hablaba, Daren revisó mi brazo y por suerte la herida no se había abierto pero eso era lo que menos me importaba, aunque en si ya no me importaba nada, también les pidió que me dieran espacio.

El velorio se haría dentro de 2 días, los padres de Jean habían vuelto y nos dieron sus condolencias, dijeron que mamá y papá habían alquilado un auto y salieron a comer, ellos prefirieron ir a pasear por la ciudad por eso no fueron juntos pero su discurso no cambiaba el hecho de que mis padres no estuvieran aquí con nosotros.

Nicholas se quedó conmigo todo el tiempo al igual que los hermanos, Jean seguía viniendo para poder verme pero Kev ni siquiera le permitía que se acercara, de hecho yo no lo había visto solo escuchaba las discusiones que ellos tenían mientras yo me limitaba a estar recostada en el cuarto de invitados, este tenia una ventada que daba a la calle por eso sus discusiones las podía escuchar sin problema mientras ellos gritaban en la puerta principal.

Yo por mi parte me limitaba a estar encerrada sin salir de la habitación, Nicholas la mayoría del tiempo estaba a mi lado tratando de darme fuerzas pero yo ya había perdido toda las esperanzas, no hablaba, no comía, me ilimitaba a estar inmóvil sobre una cama y mirar a la nada, no me preocupaba si moría o no porque ya no le veía sentido a lo que me rodeaba, ya no había nada de lo que antes pensaba que tenía, que me pertenecía. Nicole tenia razón, había escalado demasiado alto sintiendote muy segura y caí, caí en un abismo sin fondo donde no había salida y era cada vez mas oscuro, de seguro ella ya lo estaría disfrutando.

El dia del velorio me levanté e instintivamente me metí al baño a ducharme. Ahí lloré alejada de todo, me aborrecía a mi misma, sentía que todo era mi culpa porque yo le dije a papá que fuera ya que su trabajo era importante, el había optado por quedarse y yo le dije que no, que fuera, que ya éramos grandes para poder estar solas a pesar de que no quería quedarme sola en navidad y en mi cumpleaños. Si le hubiera insistido, si le hubiera dicho que se quedara para estar con nosotras esto no estaría como esta ahora, mamá y papá seguirían vivos

Me vestí con lo primero que encontré en el armario, comencé a cepillar mi cabello mientras me miraba en el espejo cuando escuché que tocaban la puerta

Axel: ___, ¿estas lista? – preguntó desde afuera, me levanté y caminé hacia la puerta. Al abrirla vi a Axel con un traje completamente negro, el me regalo una pequeña sonrisa pero yo solo cerré la puerta tras de mi y caminé hacia las escaleras.

La casa estaba llena de personas, familiares nuestros, socios de papá, amigos cercanos y algunos que no reconocía, podía escuchar como lloraban algunos y otros simplemente se limitaban a agachar la cabeza o hablar entre ellos en voz baja.

Cuando llegué a la sala y vi los dos cajones en el centro sentía que ya no tenia mas lágrimas para llorar, los miré detenidamente dándome fuerzas mentales para no caerme echa pedazos frente a sus ataúdes y caminé hacia ellos, los extrañaba y siempre lo haría, jamás creí que perdería a mis padres con tan solo 23 años.

Me incliné ante el ataúd de mi padre y lo abracé como si esa fuera nuestra despedida y asi era, ya los podría ver, ni abrazar, hablar, reír con ellos, no los vería jamás y entonces sentí como alguien me abrazaba por la espalda, sentía su cálida respiración en mi cabeza y me brindaba el calor que tanto necesitada

Jean: Lo siento – escuche su voz en un susurro tras de mi y mis lágrimas volvieron a brotar mientras miraba los ataúdes – lamento no estar contigo en ese momento

___: Jean– musité su nombre con voz quebrada y me aferré a su brazo que me rodeaba, no tenia fuerzas para alejarlo, no ahora – ellos... ellos ya no están... me dejaron sola y... yo los extraño tanto