Capitulo 4 " El sueño"

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El rey me hizo algunas preguntas a la cual todas se las conteste igual que se lo había dicho a Henry.
Pude observar que el era una persona buena, quizá no estaba ni enterado de las atrocidades que hacía su padre con las personas, pero no podía tomarle cariño a él hijo de él asesino de mi familia.
A media cena entre escuchar pláticas de ellos, iba a pedir poder retirarme cuando entro al comedor Alexander, otro hijo de el rey y la reina.
- Lamentó haber llegado tarde. (Comentó)
La reina Leonor con una cara de entusiasmo le contestó.

- Ven sientate junto a mi querido

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- Ven sientate junto a mi querido.

El complaciendo a su madre accedió, saludo a su padre y luego a Henry, pude ver la química como hermanos que ellos tenían, después de un rato el me miro y pregunto, mi nombre y como era que yo estaba ahí, le respondí y el sonrió dándome la bienvenida, al parecer eran personas cálidas y de buen corazón pero no podía opinar lo mismo de su padre, algo en lo profundo de mi corazón decía que no confiara en el, la reina pidió retirarse y yo tras ella, al momento de retirarme iba caminando por el pasillo cuando Henry me alcanzó.

-Espero y la cena halla sido de tu agrado.
- Ló fue, gracias! (Respondí) Luego agache mi cabeza con un poco de pena.
- No te avergüences, de verdad espero que estes cómoda aquí y seas de ayuda para mamá.

Le di las gracias otra ves y me retire, entre a mi habitación y no podía dejar de pensar en el, era tan atractivo, tan varonil, protector y amable pero quien era yo más que una simple campesina tachada de una familia hechicera, que poco faltaba para descubrir quien en realidad era.
Mientras trataba de descansar por la noche escuché movilización junto al cuarto de la reina, luego tocaron mi puerta y era Carlota.
-Ven, la reina no se siente bien.

Me puse mi bata y fui junto con ella, entramos a la habitación de la reina Leonor y ella estaba acostada en su cama quejándose de un fuerte dolor en el estomago, otras acompañantes de ella estaban paradas junto a su cama y otras tratando de ayudar...

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Me puse mi bata y fui junto con ella, entramos a la habitación de la reina Leonor y ella estaba acostada en su cama quejándose de un fuerte dolor en el estomago, otras acompañantes de ella estaban paradas junto a su cama y otras tratando de ayudar, me acerqué y me quede quieta por un momento pero no podía quedarme viendo cómo solo se quejaba y retorcía del dolor así que pronto me dirijí hacia la cocina y preparé una infusión de hiervas, llegue a su cuarto y le propuse tomárselo pero todas las que estaban ahí junto con la reina me miraron asombradas y murmurando entre ellas.

- Mi madre lo preparaba para papá cuando sufría de dolor, por favor tómelo.

Entonces ella accedió y se lo tomó, luego de un rato se tranquilizó y logró quedarse dormida, todas se retiraron hacia su habitación pero yo opté por quedarme ahí con ella.
Me quede dormida en una de las sillas que estaban junto a ella, cuando abrí los ojos ella estaba despertando también.
-Te quedaste aquí?
-Si Reyna Leonor, quise cuidarla por si el
Dolor volvía.
-Gracias! Tu remedio fue de mucha ayuda.
De pronto Henry entro a la habitación de su madre, tenia en su cara mucha preocupación que no se percató que yo estaba ahí.
-Escuché que estuviste mal anoche madre.
- Me siento mejor Henry gracias a Isabella.
En ese momento el volteo y me vio ahí, dándome las gracias por haber estado con su madre, luego entro Alexander al igual que su hermano, me agradeció muchísimo lo que había echo por ella, me retire de ahí y camine a mi habitación, traté de descansar me recosté por un momento pero me quede dormida.
Empecé a soñarme yo misma bajo un árbol grandísimo y una voz que me decía que encontraría la verdad ahí, fue muy inquietante que desperté gritando, pues tenía que buscar ese árbol.

El amor de la hechicera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora