2025
Un bosque. Estoy en un bosque, es espeso y está lleno de rosas rojas. A la distancia la veo, la suave brisa mueve su cabello negro y sus ojos verdes idénticos a los míos me miran, se ve intacta, su piel morena no tiene magulladuras o cortadas y la sangre que la cubría ya no está, sus labios se mueven.
—Eliane.— su voz suena fuerte y clara. —Él está aquí Eliane.
Todo se volvió negro, no había más que oscuridad y unos hermosos ojos verdes que no eran los suyos mirándome con intensidad.
Despierto agitada, ya no me encuentro en el campo de batalla y mucho menos en un bosque, estoy en mi habitación, las imágenes del sueño están grabadas en mi mente.
Coloco mi mano en el pecho e intento calmar el desespero que hay en él.
El reloj en mi mesa indica que son las nueve con dieciséis minutos de la mañana, me estiro en la cama para luego ir a darme una ducha rápida, él debe estar por llegar. Salgo ya vestida y veo el montón de ropa doblada en la silla que está en la esquina, esperando a ser arreglada en el closed, ahí se va a quedar un rato largo.Salgo de mi habitación con rumbo a la cocina donde tomo un pedazo de pan y caliento un poco de café que ha quedado de la noche pasada. Mi mente no es abandona en ningún momento por las imágenes de mi sueño y me pregunto quién se supone que está aquí.
Me distrae de mis pensamientos el sonido de la puerta principal al abrirse y alzo la mirada lo primero que veo es la cabellera marrón y la cara de imbécil de mi mejor amigo.
—¡Eli, cariño!, estás sumamente hermosa esta mañana.— dice con burla.
—Sabes que las ojeras resaltan mis maravillosos ojos.
—¿Hubo algo diferente esta vez? — me pregunta, capto de inmediato a lo que se refiere, es parte de nuestra conversación diaria.
—Sangre, humo, muerte y finalmente...
—El beso del guerrero azul. —dice con burlesco aire soñador, cambiando príncipe por guerrero
—No idiota, un bosque y una chica.
—¿Cómo dices? —alza sus cejas.
En el transcurrir de los minutos le cuento lo sucedido en esta ocasión y lo diferente que fue, él me escucha atentamente sin ganas de perderse ninguna parte de mi relato.Confío plenamente en él, estudiamos juntos desde la primaria y al salir del orfanato hace dos años su familia sin pensarlo dos veces me acogió en su seno y para mi cumpleaños número diecinueve me regalaron este apartamento. Nunca me sorprendió la bondad que tenían hacia mí, me conocen desde que estaba en pañales y siempre me decían que no merecía nada malo en este mundo.
—¿Qué crees que signifique?— le pregunto.
—Supongo que está llegando la hora.— su susurro es casi inaudible, casi.
—¿De qué hora hablas? —se encontraba tan pensativo que se sobresalta al escuchar mi voz, sabe que le escuché.
—La hora de la práctica, obviamente. Llegaremos tarde fueguito, ahora mueve ese intento de culo.— se levanta caminado hacia la calle, directo a su auto.
—Te he dicho que me respetes idiota, el que me llames fueguito no hará que cambie de color mi cabello, y con respecto a mi intento de culo te cuento que estoy muy conforme con mi cuerpo. —bufé siguiéndolo.
—Podrías teñirte, yo compraría el tinte. —lo miro seriamente, no me faltan ganas de golpearlo.
—Ya deja mi hermosísimo cabello en paz, no te ha hecho nada.
—Me encandila Eli.—dice colocándose sus lentes oscuros y encendiendo el auto, blanqueo mis ojos y enciendo el radio para dejar de escuchar sus comentarios sobre mi cabello.
●●●●●
Golpeo a Nat justo en la nariz, no lo suficientemente fuerte como para rompérsela -lamentablemente- suelta un gruñido propinándome una patada en mi pierna haciéndome caer de rodillas.
—Ríndete, no puedes contra...—no lo dejo hablar me acuesto en el piso para darle una patada en el estómago dejándolo sin aire y prosigo a tirarlo al piso haciéndole una llave.
—1. 2. 3... ¡Fin de la pelea!, ya sabemos quién es el ganador ¿no? —Enrique me mira sonriente y me declara la ganadora con la mirada, suelto a Nat cuya cara está tornándose roja y me coloco sobre él. Cuando se recupera me mira con mala cara.
—Quítate fueguito, tus huesos pesan
—Acabo de patearte el trasero corazón, deberías cuidar tu lengua.— digo alegremente, no dejaré que joda mi buen humor con sus apodos apestosos.
—Bien chicos, ahora haremos tiro con arco. Prepárense. —nos dice Enrique.
—¡Oh sí!— alegremente pego un salto para quitarme de sobre Nathaniel quien gime ya que accidentalmente le propino una patada.
Helen y Nathan, los padres de Nathaniel y mis padrastros nos hacían entrenar desde que llegamos a la edad de trece años. Conocíamos diferentes técnicas de lucha cuerpo a cuerpo, como: jiu-jitsu, karate, kappa, eskrima, entre muchos otros. Podíamos usar sables, arcos, navajas y hasta armas de fuego sin ningún problema.
Al preguntar el porqué de aquél entrenamiento tan fuerte, me respondían que el mundo estaba volviéndose un lugar lleno de maldad, y que tenemos que estar seguros de poder defendernos.Salimos del gimnasio con dirección hacia la parte trasera para comenzar con las prácticas con el arco.
Veo inicio del bosque recordando los ojos verdes de mi sueño, quiero entrar. Comienzo a caminar hacia él. Me llama. De repente siento un ardor en mi nalga y al voltearme veo a Nathaniel partido de risa.
—Para ser chata esa nalgada ha sonado sabroso Eli.— lo miro feo mientras me sobo la nalga y respiro hondo para no matarlo.
●●●●●
—Lo has hecho otras veces Divoc, Presta atención al blanco.
Coloco la que vendría a ser mi sexta flecha en el arco y lo tenso.
—Respira hondo, mira al blanco y suelta Eliane.—escucho la voz de una chica en mi mente. Hago lo que dice entonces, disparo y fallo, la flecha pasa al lado del blanco y se incrusta en un árbol que se encuentra mucho más atrás, un tanto adentrado en el bosque.
—Mierda.—suelto indignada, maldita flecha.
—Puede ser tu día en las luchas fueguito, pero no con el arco.— dice soltando la flecha que va y encaja en el centro del blanco.—Ve por ellas, perdedora.
Le saco el dedo medio y corro a buscar las flechas, me acerco los blancos y entonces la veo ya dentro del bosque, la pelinegra.
—Eliane, él está aquí. Búscalo, debes encontrarlo Eliane.
Me aproximo a ella, sus ojos verdes me miran con confianza y a mi mente se viene lo familiar que me parece.
—¿Quién eres? ¿quién está aquí? ¿a quién debo encontrar?
—Cuándo lo encuentres a él hallarás las respuestas Eliane, todo vendrá a ti.
Y entonces se va.
![](https://img.wattpad.com/cover/221619413-288-k554620.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Reincarnated
FantasyNo sabia que diantres estaba sucediendo. Cuando los sueños se hicieron más frecuentes y la morena de ojos verdes comenzo aparecer donde quiera que iba, Cuando empezó a ver cosas extrañas y animales peculiares no dejaban de perseguirla, pensó que...