«LIZZU; SE MONSTA X» #4

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CAPÍTULO LARGO E INTENSOTE, CAMBIOS DE POV Y CRINGE HACIA LA ESCRITORA

✨LEAN LA NOTA DEL FINAL✨

—¿Sabes qué? – Lizzu se retorció en el sofá para poder mirar a Kihyun, cruzado de brazos y mirándola con seriedad. Hizo un ruidito con la garganta indicándole que continuase hablando–. Me frustras, Wonho me frustra, ambos me frustrais.

— Ah – asintió, sin quitarle la mirada de encima–. ¿Y eso por qué?

— ¡Deberíais estar juntos! Desde Año Nuevo o tal vez más hay una tensión romántica horrible entre vosotros – se quejó. Lizzu apartó la mirada con las mejillas rojas, fingiendo mirar algo en el móvil, aunque solo desplazaba el dedo por la pantalla desbloqueada, viendo las aplicaciones–. Im Junhee, no te atrevas a ignorarme – advirtió, aunque tenía un tono divertido–. Bien, llamaré a Hoseok.

— ¡No! – gritó, girandose de nuevo a mirarle–. Está preparando ya su debut, está muy ocupado y si le llamas tal vez le regañen.

Kihyun fingió que le dolía el pecho, aunque sonreía.

— ¿Acaso Hoseok salvó China en su otra vida?– dramatizó–. Eres demasiado buena.

Lizzu soltó una risa, y negó con la cabeza, mirando como su teléfono se iluminaba con el nombre de Hoseok.

— Le hemos invocado – bromeó, descolgando y llevándose el teléfono al oído.

— ¡Hola Lizzu!– saludó con energía–. ¿Qué tal tu día?

— Cómo siempre, ya he terminado los ensayos y he vuelto a casa con la excusa de que necesito inspiración para el álbum – rio, mirando como Kihyun trataba de escuchar lo que decía Wonho–. ¿Qué tal va todo con tu debut? ¿Has comido bien?

— A eso iba – casi le podía ver sonreír como un niño pequeño–. ¿Quieres venir a comer? Iba a preparar algo.

— Adivino – fingió pensar–. ¿Ramen?

— Qué mala imagen tienes de mi, Junnie – fingió estar ofendido–. Pero tienes razón, tengo ramen en la despensa y el único restaurante abierto es de comida tailandesa. ¿Te apetece?

— Enseguida voy – se levantó emocionada, esquivando a Kihyun y colgando el teléfono–. ¡Chicos me voy a casa de Hoseok!

— ¡Cuándo no! – exclamó Jooheon desde otro lado.

— ¡Ya no nos sorprende! – gritó Hyungwon desde el baño.

— ¡Lo raro es que aún no estés ahí!– añadió Changkyun. Los tres empezaron a reír como bobos, y ella negó con la cabeza abriendo el armario para quitarse su pijama. No estaba en sus planes ir en pijama a cenar fuera de casa, aunque fuera a la de Wonho–. ¿Vendrás a dormir o te puedo quitar la almohada?