«LIZZU; SE MONSTA X» #4

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— ¿Donde se supone que vamos?

Lizzu bostezó, causando que todos se giraran a mirarla, ignorando lo que había preguntado.

— Qué tierna – murmuró Changkyun–. ¿Has dormido bien, Junnie?

Se encogió de hombros, caminando lo más rápido que su cuerpo cansado y medio dormido la permitía. Era como si siguiera dormida, y estaba segura que el programa iba a ser extraño e incómodo con ella medio dormida. ¡Ni si quiera podía recordar qué se suponía que iban a grabar! Bien podría ser un programa de radio, variedades, una entrevista o incluso un dance practice, porque ella no recordaba o estaba demasiado dormida para pensar.

— ¿Por qué no has dormido bien, honey?

Jooheon se agachó frente a ella y no dudó en subirse a su espalda como él indicaba indirectamente.

— Tuve uno de estos momentos de inspiración y me quedé hasta las cinco y algo componiendo para esas bases que me pasó el productor Soonyeon – explicó, finalizando con otro bostezo y acurrucandose en el hombro del mayor, cerrando los ojos mientras pasaban por el pasillo del edificio donde estaban–. Tengo tanto sueño.

— A partir de ahora voy a controlar tus horas de sueño – advirtió Shownu, saludando a un chico del staff–. Jooheon, baja a Junhee ya, hemos llegado y al mánager no le gusta que hagáis esas cosas.

— Que le den al mánager.

— Jooheon...

El chico bufó, y bajó con cuidado a la chica, la cual se estiró nada más poner los pies en el suelo, y se dio un par de palmaditas en la cara (dejándola como sonrojada) para despertarse. Como si no tuviera sueño, continuó el camino siguiendo al segundo mánager y a los chicos. Seguramente tendrían que ir a maquillarse y cambiarse el vestuario rápidamente nada más llegar.

— ¡Chicos! – aplaudió para llamarlos el mánager principal, ya esperando por ellos. Lizzu se escondió ligeramente tras Hoseok y Minhyuk, queriendo evitar a ese hombre a toda costa–. ¿Estais todos listos? Empezamos a grabar en menos de una hora. Id ahora mismo a maquillaje, estilistas y todo eso.

Volvió a aplaudir, y ellos fueron a la puerta que les señalaron. No tenían muchas ganas, al menos Lizzu, la cual estaba medio dormida, y Jooheon, ahora enfadado por haber sido advertido como muchas veces de los acercamientos con la chica por culpa del mánager. ¡Todos debían alejarse de ella si estaba el mánager solo porque el idiota odiaba a Lizzu!

— No tenemos cambiadores aquí, y nada más cambiaros debéis llamar a alguien para que os maquille– dijo rápido Kim, la estilista bajita y de ojos pequeños. Era la encargada desde el debut de asegurarse de que la ropa de Lizzu fuera femenina pero combinara con el concepto al mismo tiempo, toda una hazaña–. Ahí está la ropa, id a cambiaros.

Cada uno cogió la que le indicaron, y se dividieron por el cuarto para cambiarse. Era normal y estaban acostumbrados a esas cosas, por lo que eran profesionales en crearse su propia privacidad sin invadir la del resto. Conciertos, presentaciones, shows... Debían ser rápidos, y no existía tiempo para la vergüenza frente al resto o frente a estilistas. Ni si quiera Lizzu sentía vergüenza de cambiarse frente a ellos, aunque todos mantenían el respeto sin mirarla, al igual que ella evitaba también mirarlos.