Erick bajaba las escaleras. Tocó la puerta de la habitación de sus padres. Seguía tocando. Al ver que nadie contestaba, entró en ella. La cama estaba vacía.
El teléfono de la sala empezó a sonar. Erick fue a contestar.
-¿Residencia Méndez de la Luz?
-Hijo, me tuve que irme temprano de la casa, pero el Licenciado Novelo esta yendo para la casa.- decía su madre.- Si eres amable, dale algo de desayunar.
¿Darle de desayunar?
-Si claro, es fácil decirlo... pero no se cocinar.
Se escuchaba como un auto se estacionaba. Erick abrió la puerta y observaba como Novelo bajada de su auto.
Se iba acercando y de forma sarcástica Novelo dijo "¿Y ese recibimiento, Erick?" Usualmente Erick duerme sin camisa, solo con un short sencillo holgado.
Novelo observaba su cuerpo casi perfecto de su alumno, un abdomen marcado muy sutilmente.
-¿Entrará?- preguntaba Erick.
-Si usted me lo permite.- respondía Novelo.
Al entrar en la residencia, Erick comenzó a hablar.
-Mi madre me dijo que le invitara el desayuno.
-Es muy amable la señora Méndez.
Amable y un poco atrevida...
-Y ¿Qué hizo de desayunar su señora madre?
-Ese es el problema, no dejó nada.
Novelo se quedó pensando. Fue hacia la cocina y colocó su mano en la puerta del refrigerador.
-¿Puedo observar su refrigerador?
El estómago de Erick empezó a gruñir. Novelo empezó a reír de manera suave. Un risa muy cálida y sincera.
-Veré que puedo hacer.- dijo Novelo mientras abría el refrigerador.
Erick se sentó en el comedor. Veía como Novelo se agachaba para revisar el contenido de su refrigerador. Su altura le impide ver con claridad.
-¿Usualmente que desayunas?- preguntaba Novelo.
-Bueno, ahorita que no esta mis padres, pues hay cereal.
-Ya veo.
Novelo sacó varios contenedores, cerró la puerta del refrigerador. Se acercó a la estufa y la encendió.
Erick se levantó y dijo Iré a vestirme. Novelo solo observaba como subió a su habitación.
Creo que sigues dormido.
Mientras en su habitación, Erick sacó el maletín que ocultó debajo de su cama, al abrirlo notó que había pequeños paquetitos preparados.
Fácilmente eran como 25 paquetes, cada uno se venden en 5 mil, Víctor no se anda con rodeos a la hora de vender su mercancía.
-Demonios. Aparte debo pagar los 5 mil dólares que le debo.
-Toc, toc.
Erick sintió un escalofrió. Sabia de quien era esa voz. En un movimiento de inercia cerró el maletín y lo escondió de nuevo bajo su cama. Pensaba que en la posición en la que estaba Novelo no podría observar los paquetes.
-¿Todo bien, Erick.?- preguntaba Novelo.
-Claro, porque no estaría todo bien.- contestaba Erick
Novelo llevó su mano a su propia espalda.
-Lo digo por una marca en especial.- dijo Novelo con mucha seguridad.
En ese momento Erick entró en razón. Apenas se daba cuenta que se encontraba sin camisa, que Novelo ya pudo visualizar la marca en su espalda.
-No te preocupes, no le diré a tus padres, vamos el desayuno está listo.
No confió, de seguro se lo dirá a mi madre.
-¡Señor!- gritó Erick.
Novelo que estaba bajando las escaleras, se giró y observó a Erick. Él se acerco hacia Novelo, lo tomó del antebrazo y lo trajo de vuelta a la habitación.
Lo empujó, haciendo que el cayera en la cama, Erick se colocó encima de él.
-Ninguna- dijo Erick,- Ninguna palabra acerca de esto. Promete que no se lo dirá a ni a madre y menos a mi padre.
-¿No confías en mí?- preguntó Novelo.
-No, no confió en usted.
-Entonces si no existe esa confianza, ¿porque estas encima de mí?- volvió a preguntar.
-No es lo que piensa. -respondió.
Es verdad, ¿qué me sucede? Porque solo con su presencia me hace cometer estos actos.
Novelo solo se levantó, sentándose sobre la cama, teniendo a Erick sobre él, en una posición un poco comprometedora.
-Confía en mí- dijo mientras le besó la mejilla.
Apartó a Erick, levantándose, para ir de nuevo al comedor.
-Ah, puedes llamarme Danny. Bueno, si es difícil para ti, me conformo que digas señor Novelo.- dijo mientras se iba de la habitación.
Danny...
Erick bajaba las escaleras, Novelo lavaba los trastes y cubiertos que utilizó para elaborar el desayuno.
-Espero que te guste la carne con pasta.- preguntó Novelo.
-¿Carne con pasta? ¡Hablas enserio!
-¿Qué sucede? Si quieres, preparo otra cosa.
-No, no, hace tiempo que no pruebo esta comida.- dijo Erick con un brillo en sus ojos.
Mismos gustos...
Novelo solo visualizaba como su aprendiz comía con gran gozo su desayuno.
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Oh, My Master! Vol. I
Teen FictionErick es joven impulsivo que decide cambiar su rumbo de "legado" por parte de su familia. Tomando el camino equivocado. Tras una "traición" su padre decide que tomará clases particulares, contratando a un tutor que al principio decide atender bien a...