❧ Elisabeth Choe es una joven chica que
creció junto a dos diferentes culturas:
la cultura española y la cultura coreana, las
cuales amaba con todo su ser.
❧ A causa de eso, su gran sueño de la infancia
fue ser la primera Id...
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Un suave gruñido escapó de mis labios debido a la frustración que estaba empezando a sentir, al igual que molestia, por toda esta situación. Me encontraba en el interior de uno de los estudios que había libres en el edificio de Big Hit Entertainment desde hace cuatro horas aproximadamente, por el motivo de intentar avanzar con algunas de las dos canciones que tenía que escribir.
Pero en todas las horas que llevaba aquí, tan solo llevaba escrito algún que otro verso "random", y aun así no sabía si realmente me gustaba; ahora podía decir que sabía perfectamente cómo se sentía la condición conocida por el nombre de "bloqueo de escritor".
Sin poder aguantar más, agarré las hojas en las que había estado escribiendo, pero que mayormente estaban llenas de palabras tachadas, y las arranqué de mi cuaderno. Las arrugue hasta crear una "bola de papel" con ellas, para después tirar la bola a la papelera que estaba debajo del escritorio.
Suspirando, apoye mis brazos en la superficie del escritorio para después simplemente dejar caer mi cabeza y apoyarla en las palmas de mis manos.
¿Por qué me estaba costando tanto encontrar las palabras exactas?
Sabía exactamente lo que quería "describir", el sentimiento que quería transmitir a través de cada verso, pero en cuanto intentaba ir al "siguiente nivel", pasar esa idea a palabras, era como si una pared de piedra me impidiese continuar desde ese punto.
No podía evitar preguntarme si los chicos, con todos los años que llevaban en este oficio, también les habrían pasado lo mismo en el pasado; si la respuesta fuera positiva, una buena idea sería preguntarles cuál es su método para que el "bloqueo de escritor" desapareciera.
- No esperaba que costara tanto - susurré para mí misma, en un tono bajo, mientras cerraba levemente los ojos.
Sintiéndome algo cansada, lentamente fui levantando mi cabeza, aun dejándola apoyada en mis manos, me quedé mirando el fondo de pantalla de mi ordenador portátil, el cual había traído para así poder guardar con facilidad mi avance en las canciones y tenerlas a mano por si algún día perdiese mi libreta.
Eche un poco hacia atrás la silla, alejándola del escritorio para así poder levantar mis brazos hacia arriba y estirarme un poco, sintiendo como los músculos de mi espalda se estiraban; si era sincera, ya hasta tenía la espalda algo adolorida debido al largo tiempo que llevaba sin moverme de la silla.
Me recordaba, de cierta forma, a los largos periodos de tiempo que pasaba sentada en una silla, mientras estudiaba para la universidad. Acababa con la espalda un poco destrozada, para lo cual solía hacer algunos ejercicios para relajar los músculos de la espalda, pero también había veces que eso no funcionaba y debía de ir a un centro especializado para que un masajista me ayudase.
