❧ Elisabeth Choe es una joven chica que
creció junto a dos diferentes culturas:
la cultura española y la cultura coreana, las
cuales amaba con todo su ser.
❧ A causa de eso, su gran sueño de la infancia
fue ser la primera Id...
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이 거리는 완전 난리야 (Call me baby) 사람들 사이는 남이야 함께하는 매 순간이 Like boom, boom, boom, boom, boom What up
Las voces de los integrantes de la famosa banda surcoreana conocida por el nombre de EXO se escuchaban con claridad por todo el interior de aquella pequeña, pero acogedora, floristería en la que trabajaba.
A pesar de que la canción procedía de una radio un poco antigua, y que debido a eso no se podía escuchar con claridad, era suficiente para poder apreciar la música que emitían las emisoras de radio. Además, de que esa radio era del mismo estilo que la decoración que tenía la tienda, por lo cual encajaba a la perfección.
Inconscientemente, comencé a tararear la melodía a la par que iba sonando, mientras que mi atención estaba puesta en aquel arreglo floral en el que estaba trabajando; era un pedido que nos habían mandado y que no tardarían mucho en venir a recogerlo, así que lo mejor era tenerlo preparado de antemano.
El arreglo floral era algo "abultado", debido a la cantidad de flores y hierbas que estaba añadiendo, para así darle un equilibrio. Entre lo que estaba añadiendo al arreglo, se encontraba diferentes tipos de flores: como, por ejemplo, Delphinium y Campanillas.
Era bastante bueno que los dueños de la floristería tuvieran invernaderos donde florecían las flores, sin importar la estación del año en la que nos encontráramos, porque si no, sería casi imposible tener flores que florecían en diferentes estaciones, cuando nos encontrábamos a mitad del mes de Enero.
Continúe con mi cometido con cada minuto que iba pasando, hasta que después de transcurriera media hora, por fin había terminado.
Di un paso hacia atrás para así poder examinar con detenimiento el resultado final de mi arreglo floral, buscando cualquier "imperfección" que hubiese podido pasar por alto. Después de varios segundos, una sonrisa satisfecha adorno mis labios y con cuidado tomé el arreglo para colocarlo en un jarrón que ya tenía preparado anteriormente.
Sacudí levemente mis manos en el delantal que llevaba siempre puesto para trabajar y así evitar manchar mi ropa, para a continuación empezar a limpiar mi puesto de trabajo.
Estaba casi terminando de dejar limpio la mesa en la que había trabajado, cuando de repente, la pequeña campana que había en la puerta sonó, anunciando la entrada de alguien en la floristería.
Gire mi cuerpo hacia la dirección donde se encontraba la puerta, dispuesta a dar la bienvenida al cliente que acababa de entrar, pero fue grata la sorpresa cuando en vez de ver a un posible cliente, me encontré con la dueña del lugar.
