capitulo 10

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Joseph se encontraba sentado en la silla de su despacho, ver a su pequeña Julieta le había hecho sentir paz, le había dado fuerzas, había hecho que sus ojos retomaran el brillo, estaba enamorado, de ella, solo de ella, y haría lo posible para mantener en secreto su contacto, ella prometió visitarlo algún otro día, ella regresaría a Casa Negra por él, para verlo, y haría lo que sea para que su tío Zachary no se diera cuenta de aquello.

Levantándose de su silla, salió de su despacho, camino por el corredor hasta dar con su habitación, topándose con Katherine sentada en la cama de sui recámara.

-¿Qué hacéis aquí?-pregunto en tono arrogante, ella le irritaba, le irritaba demasiado.

-Vine a visitarte querido-contesto ella con una mueca como sonrisa.

-No tengo ganas de verte Katherina.

-No soy Katherina.

-Lo sé-dijo Joseph con una sonrisa burlona. -por favor Katherina podéis retirarte quiero descansar.

-Y yo quiero hablar con vos Joseph.

-Por favor, Katherine no quiero discutir.

-Ah yo tampoco querido.

-Katherine, no estoy de humor, por favor, retiraos.

- ¡No! No me iré de aquí hasta que vos aceptes hablar conmigo.

- ¡Bien! Hablaremos pero que sea rápido no tengo humor para escuchar tus estupideces-grito Joseph, él no quería ser grosero con ella, era una chica después de todo, y era entenada de su abuelo, pero era imposible ser amable con ella, ella le sacaba de los estribos en unos segundos.

-Bien. -contesto Katherine entre dientes.

-Empieza a hablar-dijo Joseph, sentándose en uno de los sofás negros de su sala.

-Bien-exclamo ella. -vine a hablar acerca de Elizabeth, sé que la has visto.

- ¿Cómo estás tan segura?

-Se nota en tus ojos Joseph. Hace unos días desde que esa mortal desapareció, vuestros ojos eran de color gris, ahora son de color dorado, café. ¿Cómo podéis explicar eso?

-Me he alimentado. -respondió Joseph obviándolo.

-No te creo.

-Katherine, no he visto a Elizabeth, y si esto es una trampa para decirte que la he visto y vos vayáis corriendo a decirle a Zach, bien ve y dile que no la he visto desde su desaparición, he estado enfermo, esa es la razón por la cual mis ojos eran grises, Logan me ha ayudado a alimentarme para recuperar mis fuerzas. Ahora por favor, Katherine podéis retiraros.

-Está bien. -refunfuñó ella.

-Buenas noches.

-Buenas noches.

Ella salió y el cerro la puerta de su recamara, camino hacia la ventana abriendo la cortina, observo la luna, suspiro.

-Elizabeth mía, estés donde estés, sabes que te amo y que siempre lo haré, por siglos, no dejaré de amarte, no me importa que seas una mortal, no me importa en absoluto, yo por ti, terminaría con mi vida como vampiro para estar junto a ti, hasta en la muerte, te amo preciosa. Amarte es mi pecado, pero si pecar es mi destino entonces pecare para siempre, no me importaría dejarle la mitad de la casa a mi tío siempre y cuando este contigo a tu lado, eres lo más hermoso que me ha pasado en la vida, me has dado la vida que algún día perdí, me has devuelto el alma que no tengo, me has dado un corazón, cariño mío, me has hecho sentir amor, después de tantos años de oscuridad me has traído la luz, una luz que me ilumina sin matarme, una luz en la cual me encantaría pertenecer por toda la eternidad, te amo tanto, que sin ti a mi lado mi mundo se destruye, mi cuerpo se debilita, mis ojos pierden su color.

The Black House: Amor y Vampiros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora