The Black House: Amor y Vampiros.

capitulo 11

Sam instalado ya en su habitación solicitó ayuda para llegar al despacho de Joseph para hablar con él.

Mientras tanto Zachary enterado del regreso de Elizabeth a la casona, inmediatamente quiso ir a averiguar su paradero y como había regresado. Aunque sabía muy bien que probablemente Joseph la había traído de vuelta.

Camino por los extensos y angostos pasillos de la casona, ignorando quién pudiera verle pasar y/o comentarle tal acontecimiento a Joseph, lo que le importaba era estar con Elizabeth, verla y hacerla cambiar de opinión acerca de renunciar a sus poderes.

Y fue cuando recordó que Sam le había contado a Scott lo que Elizabeth tenia planeado hacer. Ambos chicos venían llegando de un intenso y agotador viaje. Y al llegar Zachary les abrió la puerta siguiéndolos sigilosamente como gato acechando a su presa, enterándose así de todo lo que Sam le contaba a Scott. Ambos chicos habían tomado una pequeña pero no afectuosa amistad de licántropo/brujo. Podían ser buenos compañeros y Scott tenia a alguien con quién platicar mientras su mejor amigo Tom iba de caza, eso siempre y cuando Sam no estuviera con Elizabeth.

-Hola Elizabeth ¿puedo pasar?- exclamo Zach abriendo la puerta, lo que hice que una Elizabeth espantada y temerosa le permitiera el paso.

-por... por favor deja abierta la puerta.-suplico ella.

-Elizabeth. No tengáis miedo, no abusare de vuestra inocencia.

-bueno ¿a qué habéis venido?

-a charlar contigo. Cuéntame pequeña en ¿dónde os estabas?

-no puedo deciros eso sir.

-¿por qué?

-es algo que no deseo recordar.

-bueno, está bien.-suspiro un Zachary irritado -¿deseo saber ¿cómo os encontráis?

-estoy bien gracias.

-Elizabeth, ¡oh pequeña e insignificante mortal! No temáis de mi presencia, no os planeo haceros daño. (No aún) simplemente deseo ser vuestro amigo, alguien en quién podáis entregar vuestra confianza. No deseo absolutamente nada más que eso. Elizabeth, vos sabéis que te amo y que estoy interesado en vos y yo sé también que vos estáis interesada en mi patético sobrino Joseph. ¿Es él acaso más hombre que yo?- cuestionó Zachary con los ojos rojos.

-no es qué sea más hombre que vos sir. Es implemente su forma de ser el que me interesa.

-y ¿cómo es su forma de ser? Digo si os podéis responderme.

-él es fantástico, maravilloso, caballeroso, buen hombre, yo lo admiro por el empeño que pone en ser como su abuelo Edward, él es la única persona que he amado profundamente.

-Elizabeth, ¿quiero hacer algo contigo?

-¿qué?- pregunto ella muy desconcertada.

Zachary sabía que Joseph estaba en la puerta observándolos, habiendo tomado la pregunta de ella en forma de confusión le tomo la cara y acercándose a su boca, susurró.

-besarte.

-pero yo- murmuró ella, cuando Zach había juntado sus labios, ella no le respondía, sabía que estaba mal, pero Zach insistía. Seguía insistiendo, ella negándose hasta que un falso carraspeo hizo que Zach se separará molesto y ella lo mirara despiadadamente. Era Joseph, al verlo Zach sonrió cínicamente y ella bajo la mirada, aunque sabía que no había sido intencional por su parte, ella no podría explicar que no lo hizo, porque sabía que Joseph había visto lo suficiente para que ella le hiciese cambiar su opinión de lo visto.