Advertencia:
Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...
Advertencia: Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olvidar que es Omegaverse y que los seres ficticios que habitan en él, mayormente se mueven por sus más fieros instintos, olvidándose de la razón.
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Al terminar por fin su carrera de maestro en la Universidad Estatal de Bangkok, Gun Atthaphan creyó que pronto encontraría trabajo pero no fue así pues su condición de omega, sumado a su destacado olor, a su belleza y delicada apariencia, parecieron ser un problema para ello.
De las decenas de colegios a los que envió su currículum, apenas cinco decidieron entrevistarlo pero en todos ellos, finalmente se negaron rotundamente tras verlo en persona.
Con el paso de las semanas, el pobre omega llegó a estar tan desesperado, que incluso pensó en renunciar a su sueño.
No quería morir de hambre y vivir debajo de un puente, por lo que pensó que tendría que dedicarse al mundo modelaje o incluso buscar otra vía que jamás creyó plantearse; ser prostituto.
Algunos alfas se lo habían dicho pero era muy injusto pues todo su esfuerzo y noches de insomnio estudiando se irían por el retrete.
Tanto fue así, que comenzó a odiar su reflejo cada vez que se miraba en un espejo, deseando no ser tan lindo y tener un aroma tan peculiar.
Una tarde en la que iba caminando ya casi sin fuerzas, se agachó y recogió un periódico del suelo para tirarlo en la siguiente papelera que viese pero entonces de pronto, reparó en un anuncio que le llamó la atención.
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Gun rápidamente arrancó la página con una mano y sonriendo regresó al piso de su amigo Singto, con el cual estaba conviviendo en ese último año tras perder una beca, con la que se había estado costeando el alojamiento en años anteriores.
El alfa, era un estudiante que había tenido más suerte que el pobre omega, ya que este si había conseguido trabajo rápidamente tras terminar su carrera en la Universidad.
...-Hola Sing
-Hola precioso, ¿Has tenido más suerte hoy?
-No, nadie quiere contratarme, creo que estoy gafado.
-Tranquilo no desistas, pronto encontrarás algo—dijo el moreno queriendo alentarlo.
-Gracias por ser tan buen amigo, Singto. Di no fuese por ti, ya estaría muerto en cualquier esquina de esta cuidad.
El alfa chasqueó la lengua quitándole importancia y acto seguido caminó raudo a abrazar a su apenado amigo de la infancia.
-Ya te he dicho que puedes quedarte el tiempo que necesites, a mi no me importa. Sabes que te quiero como un hermano pequeño.
El omega sonrió tiernamente y se abrazó aún más al pecho del alfa, dejando salir un pequeño suspiro.
-¿Sabes?, Hubiera querido tanto que tú resultases ser mi alfa. Envidio mucho a tu novio Krist, él es un suertudo.
Singto rió a carcajadas mientras acarició el cabello del pequeño omega.
-Menos mal que no te ha escuchado decir eso, sino ya te habría arrancado las entrañas. Me tiene muerto con sus celos hacia ti y no se cree que un omega tan hermoso como tú solamente despierte en mi un amor fraternal.
Ambos rieron.
-Ah oye por cierto-habló de repente Gun-...he encontrado este anuncio por casualidad, ¿Crees qué tendré posibilidades si me presento a la entrevista?-este sacó entonces el recorte del bolsillo de su abrigo.
Singto cogió el papel en su mano y lo leyó detenidamente, luego miró a su amigo con el ceño fruncido.
-¿Institutriz?...pe-pero tú has estudiado para maestro- - habló confuso-...este suele ser un trabajo para hembras.
El omega soltó un gran suspiro desolador.
-Si ya lo sé pero he pensado que ya que no me contratan como profesor, quizás en ese lugar....
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-Bueno...hombre, la verdad es que aquí no piden experiencia alguna, ni tampoco edad o sexo.
Gun lo miró con esperanza.
-Entonces, ¿crees qué si podría ir y probar?.
Singto asintió.
-Si te digo la verdad, no pierdes nada por intentarlo pero no sé, quizás sea mucho para ti...tú te ves tan....
-¿Tan qué?...anda dilo...¿delicado?, ¿débil?...- el omega estaba molesto.
-Bueno Gun, no es eso tampoco pero tres niños ...tendrás que ocuparte de ellos día y noche y....
El omega caminó entonces con decisión hacia la ventana y luego se giró hacia su amigo.
-Puedo hacerlo, sé que puedo.
El moreno asintió, se le acercó y le posó una mano en el hombro.
-Entonces hazlo, Gun...vete a la entrevista y da lo mejor de ti, ¿quién sabe?, quizás ahí esté la respuesta a tu búsqueda y puede que ese sea tu destino.
-Si, si voy a hacerlo-Gun asintió confiado-...conseguiré ese puesto de institutriz y seré el mejor.
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